El cantante recuerda los años 90, la movida sónica y los shows a las 4 de la madrugada; esta noche celebra con la formación actual de su banda los 30 años del primer disco, Electronauta
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Sentado a una mesa de la Confitería La Ideal, algo reservado y conspicuo en el decir, Rodrigo Martín pide un café negro y se presta a la entrevista con LA NACION. Orfebre de la palabra, el líder de Juana La Loca, banda precursora de la “escena sónica” en la década del 90, se expresa con claridad y elige con dedicación cada oración, cada palabra que pronuncia.
El motivo del encuentro es la celebración de los 30 años de Electronauta, primer disco de estudio de la banda, que este jueves 7 de diciembre volverá a sonar en vivo, en el ND Teatro, Paraguay 918.
“Es un show que venimos craneando desde comienzos de año, cuando decidimos hacer una celebración del aniversario del disco. Entonces comenzamos a hacer una mirada en perspectiva y decidimos resguardar el concepto y la identidad con la cual se creó Electronauta, pero con una visión de la actualidad de la banda. Reprogramamos algunas secuencias originales, hicimos otras nuevas y además vamos a tocar dos temas que son anteriores a la salida de aquel álbum, una producción de Daniel Melero que se llamó Autoejecución: “Olor a Sangre” y “Paisajes trágicos”. Además, por primera vez vamos a tocar en vivo “Corta mi muerte”, un outtake que se estrena este martes en todas las plataformas y también va a formar parte de la lista del teatro”, adelanta Martín sobre el show que se completará con toda una puesta audiovisual a cargo del director de cine Andy Caballero.
Junto a Babasónicos, Los Brujos o Peligrosos Gorriones, la agrupación liderada por el vocalista y compositor Rodrigo Martín fue una de las pioneras del “movimiento sónico”. “La denominación de ‘escena sónica’ vino a posteriori de una entrevista en la que dije que estaba más interesado en cómo sonaba un acorde que por aquellas notas que lo componían, porque en ese momento me resultaba más atrayente grabar el estallido de una guitarra contra la pared que buscar un sonido limpio. Pero la similitud de las bandas era muy poca en cuanto a la propuesta sonora, cada una tenía una estética y música diferentes, más bien era una propuesta generacional”, recuerda el líder de la banda que, a lo largo de su trayectoria, se caracterizó por la alta rotación de sus integrantes y, en esta oportunidad, contará entre sus filas con sus dos miembros fundacionales: el propio Rodrigo Martín (voz y guitarra) y Roberto Pasquale (guitarra y coros), respaldados desde hace años por Javier López (teclado y coros), Andrés García (bajo y coros) y Damián Gandolfo (batería).
La primera publicación oficial del grupo fue Autoejecución, aquel casete editado en 1991 bajo el ala de Daniel Melero. Así llamaron la atención del público amante del rock alternativo y llegaron a telonear a Soda Stereo en la presentación de Dynamo, en diciembre de 1992, hito que marcó su ascenso para instalarse como referentes del nuevo rock argentino, junto a Babasónicos, Todos tus Muertos o El Otro Yo.