Prácticamente en cada una de las décadas desde los 60 en adelante, el cantante de 76 años tuvo al menos un hijo; las historias de amor, las rupturas y el dolor que lo acompaña
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Hace dos años y un par de días se publicaban las noticias sociales del famoso músico británico, bajo una premisa llamativa: Rod Stewart (76) se reunía a celebrar con las “cuatro mujeres de su vida”. Por supuesto, las fotos de ocasión acompañaban y ratificaban lo que el compositor y productor aseguraba: que tiene una excelente relación con sus ex y su actual pareja. La imagen de pacífica convivencia del amor después del amor se convirtió, de alguna manera, en testimonio de vida para Rod que, por primera vez, logró esta reunión gracias al cumpleaños de una de sus hijas.
Pero, ¿quiénes estaban en la foto? ¿Faltaba alguien? ¿Con todas estas parejas tuvo descendencia? De atrás para adelante: sí, las cuatro son madres de sus hijos e hijas; sí, faltaban varias de sus relaciones (en especial, su primer amor, Susannah Boffey) y aquí detallamos quiénes estaban en la foto: Alana Stewart, Kelly Emberg, Rachel Hunter y Penny Lancaster, mujeres que atravesaron la vida de Stewart en diversas décadas.
¿Cómo se forjó el tupido historial amoroso del hombre de voz rasposa y de inolvidables temas que acompañaron este mismo derrotero, que lo inspiraron y potenciaron para convertirse en banda de sonido de las vidas de uno y otro y uno más de los costados del planeta?
Nuevamente, de atrás para adelante: el músico nacido en 1945 en Londres e integrante de formaciones como The Jeff Beck Group y Faces nutrió su estilo del movimiento mod durante la década del 60. Fue por estos inicios cuando sucedió un hecho que, ficcionalizado y con el correr de los años, se convirtió en el tema que lo llevó al podio de las estrellas del rock. Estamos hablando de “Maggie May”, la bellísima canción de 1971 que fue reversionada muchas veces, incluso por el grupo argentino Massacre.
Allí se cuenta la historia de un adolescente que tiene su primera relación sexual con una femme fatale bastante mayor que él. Rod se refirió a este hecho que ocurrió durante el Festival de Jazz de Beaulieu y que marcó sus inicios sexuales y sus sucesos musicales: “Conocí a una mujer mayor que era una especie de depredadora sexual. Una cosa llevó a la otra y terminamos cerca en un terreno aislado. Yo era virgen”. En la canción se escuchaba lo siguiente: “Sé que te mantengo entretenida, pero siento que me usás”. Más allá de las declaraciones del autor, la letra marcó el inicio de un sendero libre de nombres propios (conocidos o anónimos) que forjaron en Stewart la fama de Casanova (o seductor serial). Y del que las principales figuras son las cuatro de la foto mencionada. O casi.
Porque la ausente destacada de la reunión de amores fue Sussanah, la chica a la que conoció en un boliche de Londres en 1961, cuando ella estudiaba arte. En 1963 ambos tuvieron a su hija Sarah que sería dada en adopción y más adelante se enteraría del nombre de su padre biológico, ya famoso. Pero ésa es otra historia.
Lo cierto es que en 2013, en su disco Time, el compositor se centraría en su relación con Sussanah en el tema “Brighton Beach”: “Juro por Dios que no podría haberte amado más, me siento aquí jugando con mis hijos y me pregunto dónde estás en este mundo. ¿Alguna vez te detenés a pensar en mí?”.
Más adelante pasarían otras compañeras por la vida del cantante como la modelo Dee Harrington (Mick Jagger quiso intercambiar parejas con Rod cuando el cantante de los Stones salía con la nicaragüense Bianca Pérez, en 1971) y la actriz y cantante sueca Britt Ekland, presentada a Rod en 1975 por una amiga en común, Joan Collins.
Casi entrando en los años 80, Stewart conoció a Alana (ex del actor George Hamilton), con quien se casó en 1979 y tuvo a sus hijos Kimberly y Sean. De hecho, fue a partir del cumpleaños número 40 de Kimberly que se dio la postal de buena convivencia entre las ex del autor de “Hot Legs”.
Stewart se fue de su casa unos años después de la llegada de los pequeños y con otra relación en puerta: Kelly Emberg. “El divorcio nunca es fácil pero es todavía más doloroso cuando descubrís que tu esposo está saliendo con una hermosa modelo 15 años más joven que vos”, sostuvo Alana y admitió que, en ese entonces, “el mundo se vino abajo”. No obstante, con el paso del tiempo, el vínculo con su ex pudo recomponerse al punto de aparecer abrazados él, ella y los siguientes amores del cantante.
En sus años en pareja con Emberg, este fanático del fútbol y del Celtic escocés tuvo a su hija Ruby, en 1987. Y la historia volvió a repetirse tiempo después. Ahora son amigos pero el mismo Rod admitió que no trató a Kelly como merecía. Se había tropezado con la misma piedra que lo llevó a separarse de ella y volver a juntarse por el nacimiento de Ruby y nuevamente a separarse.
Para el año 1991 (¿década nueva, amor nuevo?) el cantante conocía a Rachel Hunter, a quien le propuso matrimonio tres semanas después del evidente flechazo. El matrimonio se plasmó en los papeles tres meses más tarde. De esta unión, la prole Stewart tuvo como resultado una ampliación de herederos: Renee y Liam nacieron un tiempo después. Y vivieron en aparente armonía con sus padres hasta la separación que llegó antes del cambio de siglo. Esta vez, Rachel fue quien abandonó al cantante, que quedó descorazonado. “Yo era una estrella de rock. ¡Nadie deja a una estrella de rock!”, declaró el mismo Rod no sin un dejo de ironía (¿y karma?).
Pero, como siempre en esta historia, el paso de los días o de los meses logra que los ex compañeros de vida vuelvan a unirse en amistad y se acompañen de ahí en más.
Dice la leyenda que, después de la partida de Rachel, el británico estuvo tirado en un sofá por meses. Y contribuye a la épica del abandono un detalle que él dio al respecto: la bolsita de agua caliente que lo mantenía más o menos confortable a pesar del frío (literal y simbólico). La pareja estaba separada hacía mucho pero se divorció recién en 2006.
Y así llegamos al tramo final de este relato, cuando hace su aparición Penny Lancaster, con quien Rod se casó en 2007 y con quien tuvo a sus dos hijos más pequeños: Alastair y Aiden, de 15 y 10 años.
Penny Lancaster, fotógrafa y exmodelo de 50 años, continúa con su pareja, en busca de nuevas aventuras. Y los planes para ellos no cesan: Penny dio un vuelco y dejó la fotografía y la televisión para dedicarse a patrullar las calles de Londres como parte de la policía de la ciudad. Rod, por su parte, planea un concierto para octubre en Las Vegas. Y ambos vislumbran quién sabe cuántos encuentros y fotos de ensambles familiares más, con hijos y nietos. La primogénita de este último grupo es Delilah Genoveva Stewart Del Toro, nacida en 2011 como fruto de una aventura apasionada entre Kimberly Stewart y Benicio del Toro. Pero ésa también es otra historia.
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