“Rico, suave”, la canción que anticipó el boom de la música latina
Gerardo se llamaba el cantante, el “one-hit wonder” que más tarde encontró su lugar en la música como cazatalentos y fichó a Enrique Iglesias
- 4 minutos de lectura'
Estamos en 2021 y si una canción en español se convierte en un éxito en los rankings de Estados Unidos, no es una sorpresa. Después de que “Despacito” se convirtiera en el gran hit viral de 2017 (es el videoclip con más visitas en toda la historia de YouTube), el mapa se abrió definitivamente. Bad Bunny, J Balvin, Camila Cabello y Kali Uchis, solo por citar algunos nombres, no suenan extraños a un oyente estadounidense. Ni que hablar de las –a esta altura– leyendas del pop como Jennifer Lopez y Shakira, encargadas las dos de liderar el show de mediotiempo del Super Bowl en 2020, el evento deportivo más visto en todo el mundo.
Pero en 1990 las cosas eran muy distintas. Faltaban tres años para que “Macarena” se instalara 14 semanas en el primer puesto del ranking de Billboard, y la idea de un tema en español copando el mercado estadounidense era, cuanto menos, descabellada. Igual de descabellado era pensar que el primer lanzamiento de Interscope, el sello fundado por Jimmy Iovinne (quien en los 70 había sido ingiero de sonido de John Lennon, Bruce Springsteen y Patti Smith, entro otros), sería “Rico Suave”, el tema de Gerardo, un ecuatoriano que rapeaba rimas básicas en contenido y estructura: “Mi apariencia es dura, vivo en la locura / No me vengan con ternuras”.
“Todos creían que iba a ser rock and roll, porque yo venía de Springsteen, Tom Petty y U2 y todo eso, pero yo quería tener un hit”, cuenta Iovinne en The Defiant Ones, la imperdible serie documental (disponible en Netflix) que repasa su vida y obra junto a la de Dr Dre, socios y fundadores de la marca de auriculares Beats.
Iovinne, entonces, prestó atención a lo que estaban escuchando sus secretarias en la oficina. El tema era “Rico suave”, de Gerardo, un rapero nacido en Ecuador pero establecido en California desde los 12 años, que había tenido algunos roles secundarios en películas y hacía su debut en el mundo de la música. Después de escucharlo por unos segundos, Iovinne fue concluyente: “A la mierda, vamos a contratarlo”.
El éxito fue inmediato. “Rico suave”, que contiene tres sampleos a James Brown, llegó al puesto número 7 en el ranking general de Billboard y al número 2 en el especializado de rap. En plena época del gangsta rap y con el hip hop viviendo un período dorado, Gerardo copaba los charts rapeando que no fumaba, no tomaba y no consumía cocaína, que su única adicción era “la especie femenina”. Para Interscope, el lanzamiento se volvió la plataforma para imponerse como uno de los sellos más codiciados de los 90.
Tom Whalley, socio de Iovinne, explica en el documental: “Todos querían estar con nosotros, les parecía increíble que fuéramos los que teníamos a ese artista”. Como acto reflejo y para acentuar el perfil exótico del catálogo, Whalley firmó de inmediato a Primus, una de las bandas más experimentales y mejor consideradas en la escena del rock alternativo. No Doubt, 4 Non Blondes, 2Pac y hasta Mark Wahgberg se sumaron al sello a principios de los 90. Más adelante: U2, Lady Gaga, Eminem, Billie Eilish y decenas más.
Para Gerardo Mejía, o simplemente Gerardo, el golpe de suerte tendría la mecha bastante más corta. “Rico suave” propulsó las ventas de Mo’ Ritmo, el disco que la contenía, pero los futuros lanzamientos pasarían desapercibidos. Se convirtió en lo que se conoce como un one-hit wonder, el tipo de artista que se vuelve exitoso con una canción y sus próximos trabajos son un fracaso de ventas. Pero de alguna manera pudo encontrar una forma de que su legado continúe.
Hacia fines de los 90, Gerardo comenzó a trabajar para Interscope como A&R (en inglés Artist & Repertoire, es decir, las personas que se dedican a encontrar nuevos talentos para el sello y seguir de cerca el desarrollo de la carrera) y fue quien puso el ojo en otro artista de habla hispana: Enrique Iglesias.
El procedimiento por el cual llegaron a contratarlo fue similar al que había derivado en el fichaje de Gerardo. Enrique Iglesias había ganado fama internacional con “Bailamos”, que formaba parte de la banda de sonido de la película Wild Wild West (protagonizada por Will Smith y Salma Hayek), y varios sellos se lo disputaban en Estados Unidos. Tras semanas de negociación, Interscope ganó la pulseada y lo incorporó a su roster. “Bailamos” fue elegido como corte de difusión de Enrique (1999), el primer disco de Enrique Iglesias cantado en inglés. ¿El resultado? Dos semanas en lo más alto del ranking de Billboard. Gerardo lo hizo.
Otras noticias de Las grandes canciones
Más leídas de Espectáculos
Balance. David Duchovny, Gillian Anderson y una relación que tildaron como “una amistad fallida”
En fotos. De los besos de Rita Ora a los impactantes looks de Jennifer Lopez y Charlize Theron
Pifió mal. La exitosa película de Hollywood que Schwarzenegger rechazó y todavía se arrepiente
Cuenta regresiva. Cuándo se estrenan los nuevos episodios de Love is Blind en Netflix Argentina