Conozcan al chico de 19 años que ganó el título nacional en el Luna Park y se convirtió en héroe de una nueva generación de fans del freestyle
“Voy cayendo de a poco”, dice Wos, el freestyler de 19 años que el viernes pasado se convirtió en el nuevo campeón argentino de rap improvisado en su debut en Batalla de los Gallos, después de ganar cuatro cruces difíciles sin réplica y con el voto unánime del jurado. En el pico de su boom juvenil, finalmente se dio la histórica llegada del freestyle al legendario Luna Park, que estuvo completamente sold-out, y la victoria de Wos representó la consagración definitiva de una nueva generación de competidores de plaza que crecieron al calor de El Quinto Escalón.
Esta final se transmitió vía a streaming para todo el mundo (alcanzó 2.000.000 de views en directo, el doble que el año pasado) y la victoria de Wos no sólo fue viral porque humilló a Papo MC –el último campeón– en los Cuartos de final, sino porque tras ganar el cinturón tomó el micrófono y habló de los despidos en la era Macri y pidió por la aparición con vida de Santiago Maldonado. “Tuve la chance de decirlo para un montón de países y me pareció una buena oportunidad”, dice Wos. “Muchos pibes escuchan lo que decimos los freestylers.”
Wos, que se llama Valentín Oliva, empezó a hacer freestyle en 2012, durante los recreos del colegio, en el Mariano Acosta. Viene de una familia de músicos y actores: es hijo de Alejandro Oliva, uno de los directores de La Bomba de Tiempo, y la cantante y actriz Maia Mónaco, que tuvieron juntos el grupo de improvisación El Diablo En La Boca. “Vengo de dos padres que se dedican a la improvisación”, dice, “supongo que eso debe haber influido bastante”.
De chico, jugó de 2 en Atlanta y El Trébol de Parque Chas (“Fuimos bicampeones”), y a los 14 estaba a punto de ser fichado por Comunicaciones cuando se empezó a interesar por la percusión y la batería. Tiempo después, comenzó también a estudiar actuación y finalmente entró al mundo del free; el año pasado ganó la final nacional de El Quinto Escalón, el torneo de Parque Rivadavia, en una edición deluxe en Groove.
Ahora Wos, un freestyler cuyo principal fuerte es la respuesta, cursa segundo año en la EMAD (Escuela Metropolitana de Arte Dramático) y actúa en algunas obras independientes, mientras continúa estando entre los primeros puestos de la tabla del Quinto. “Muchos me preguntan qué voy a hacer ahora que gané”, sigue él, que representará a Argentina en la final internacional en México, en diciembre. “Yo no quiero ser como esos campeones de Batalla de los Gallos que ganan y no se vuelven a presentar. Por lo pronto, el domingo que viene voy a ir a competir a la plaza.”
-En el Luna Park eliminaste a Papo, el último campeón, y de hecho tanto él como Tata y Sony, los tres pesos pesados, quedaron afuera rápido. ¿Creías que podía pasar algo así?
Yo pensaba que los nuevos íbamos a hacer una gran aparición, pero no pensé que Tata, Sony y Papo iban a quedar eliminados en los Cuartos de Final. Me sorprendió y en un punto me alegra que los pibes que venimos compitiendo en las plazas, en El Quinto Escalón y otros lugares hayamos tenido una buena campaña. Porque muchos hablaban de que los competidores del Quinto no iban a hacer nada en BDLG y esas boludeces que se hablan, viste...
-Tu victoria se vivió como todo un triunfo generacional.
Yo creo que se venía sintiendo una cierta necesidad de ese cambio generacional, quizás porque también con la aparición del Quinto Escalón se empezaron a ver otras figuras que no eran los campeones ni los participantes habituales de Batalla de los Gallos. Por ejemplo, para muchos de nosotros fue nuestra primera BDLG. Y empezó a ser como una necesidad de la gente y de todos, en general, que aparecieran caras nuevas. Está bueno que se venga este cambio generacional y también lo siento como algo bastante crudo, ¿no? Porque así como hoy el cambio generacional hace que pierdan ciertos competidores, en un par de años me va a pasar a mi. Es como el futbol, siempre va a haber sangre nueva y más joven, y siempre va a existir esa renovación.
-En el Luna Park tuviste mucho apoyo de la gente, ¿sentiste nervios en algún momento?
Previo a la competencia, en el camarín, tuve varios momentos de estar muy nervioso, de que se me estruje la panza, de sentir “voy a perder en primera ronda, me puede ganar cualquiera…” Igual, es así, pero se te aumenta esa sensación de que podes fracasar, digamos. Y cuando entré y vi toda la gente, vi el escenario, dije: “Bueno, esto es lo que yo sé hacer, no es nada distinto. Simplemente lo está viendo más gente, pero eso también lo puedo tomar como un impulso”. Además me tocó abrir la noche y eso me dio más confianza. Abrir el evento y hacer explotar a la gente en el primer minuto te da mucha confianza. Ahí sentí que me podía ir bien y que podía ser mi noche, digamos.
-Después de ganar, tomaste el micrófono y pediste por la aparición con vida de Santiago Maldonado y los despidos de los últimos meses. ¿Por qué hiciste ese reclamo?
A mi hermano lo echaron del trabajo este año; a otros parientes también les pasó. El rap nació de la protesta social y siento que es necesario que se hable, que no nos callemos cosas como lo de Santiago Maldonado, porque la única forma de que no pasen más es no olvidarnos ni callarnos. Y si yo, que soy un pibe joven y que tengo un gran alcance (sobre todo en ese momento), no hablo de estas cosas, no sé quién lo va a hacer. Me pareció necesario contar un poco mi sensación de lo que está pasando en el país y no guardármelo. Es terrible que estén desapareciendo gente en democracia y yo siento mucha responsabilidad. Y es impactante cualquier desaparición, pero la de Santiago Maldonado me pegó porque es muy joven, estaba en una manifestación peleando por sus derechos de forma pacifica, y que no haya ninguna explicación de nada me parece terrible. Mucha gente se está preguntando dónde está Santiago Maldonado.
-¿Cómo crees que va a cambiar tu vida después de esto?
No tengo idea. Es como una incertidumbre que tengo y algo que quiero hablar, porque no sé cómo me tengo que manejar a partir de ahora. Son un montón de cosas re nuevas para mi que no se cómo manejar, pero iré viendo con tranquilidad para aprovechar esto de la mejor manera. Yo estoy re contento y viviéndolo a puro presente. Además, es una buena puerta para empezar a hacer música.
-¿Estás grabando algo?
Antes de esta final grabé un tema con una banda que se llama Banzai FC, que tocan una barbaridad. Y haber ganado el título me abre una puerta para que me escuche más gente. El grupo toca rock progresivo, con algo de blues y también mucho funk. Pero cuando se nos ocurrió hacer esta fusión, no quisimos que fuera algo rap funk, que ya hay mucho, sino intentar darle una vuelta. Lo que se viene no podría describir cómo suena, pero el estribillo tiene un riff pesadito. La idea es sacarlo antes de la internacional.
-Después de que ganaras el viernes, en el camarín del Luna, Skone –el campeón internacional, que además fue jurado de la batalla– te saludó y lo siguiente que hizo fue prometerte una paliza en México.
(Se ríe) Skone me dijo: “No te quiero cortar la alegría en este momento pero lamentablemente me vas a tener que cruzar en la internacional”. Así que, veremos a quién me cruzo. Pero Skone la verdad que tiene una onda increíble, es un genio. Te hace sentir muy bien, muy cómodo. Lo conocí en Mar del Plata a principios de año, durante otra batalla, y él también estudió actuación, asi que estuvimos hablando un montón. Es un maestro.
-Skone y Arkano, los últimos dos campeones internacionales, estarán en México; de hecho, tal vez la leyenda mexicana Aczino también forme parte de la nómina. ¿Quién te da más miedo?
Miedo no me da ninguno. Pero que va a ser tremendo, va a ser tremendo... Y me pueden llegar a dar una paliza.
-¿Crees que, con tantos nombres grandes, se puede repetir la hazaña y que la internacional también la gane una cara nueva?
Creo que se está vibrando un poco eso. Hay como una cierta manija de que eso pase. Pero bueno, obviamente nunca se sabe lo que puede pasar y, queramos o no, los que ya ganaron tienen más experiencia y eso muchas veces termina pesando más. Pero nunca se sabe, es totalmente un azar, como un partido de fútbol. Uno puede hacer un montón de estadísticas antes de que el partido empiece, pero después empieza el partido y pasa cualquier cosa.