Punk argentino con sonido prolijo
Recital de Attaque 77. Músicos: Ciro Pertusi en voz y guitarra, Mariano Martínez en guitarra, Luciano Scaglione en bajo y Leonardo Di Cecco en batería. Invitado: Tucán en teclados. El sábado, en el Estadio Obras. Nueva función, mañana, a las 22.
Nuestra opinión: muy bueno.
Con un Estadio Obras prácticamente desbordante, el cuarteto que lidera Ciro Pertusi dejó en claro que registrar un disco en vivo es cosa seria. Pensado hasta el mínimo detalle, en el seno de la banda primero surgió la idea de pedirles a sus fans que enviaran sus banderas para realizar con ellas la escenografía del estadio y el consecuente arte del álbum. Luego, casi una obviedad, apareció el término futbolero "Trapos" para dar nombre al disco y, finalmente, la decisión de tocar una extensa lista de más de 30 temas para decantar en los 18 mejores.
Impaciente. Así se lo veía al público, que había llegado, en su mayoría, desde las distintas localidades del conurbano bonaerense. Casi una hora antes ya no había clima en la puerta de Obras. Todos adentro, saltando, cantando y acompañando con respeto el set de la única banda telonera, Katarro Vandálico, grupo de punk rock cuyo primer disco fue producido por el guitarrista de Attaque 77, Mariano Martínez.
A los costados, a ambos lados del escenario y cubriendo el telón de fondo, los trapos, esa escenografía extraoficial que aporta la gente en cada recital y que fue en este caso una intensa protagonista. Porque, a estas alturas, el cuarteto que surgió en el bajo Flores no intenta ocultar la relación entre el clima de sus shows y el ambiente del fútbol, pero lo hace reproduciendo sólo los ritos festivos y procurando dejar en claro que aquí no hay un rival del otro lado de la cancha, sino un equipo poblado de jugadores que van al frente.
Paradójicamente, aquí la palabra aguante no tiene lugar, porque la propuesta no es la de soportar algo, sino la de disfrutar de un concierto que durará dos horas, tendrá matices, algunas sorpresas y un cuidado meticuloso en la interpretación.
En busca del mejor sonido
Casi sobre el final de la noche, Mariano Martínez se vio obligado a aclarar que la pulcritud, esa insistencia por sonar siempre afinados, se debía al registro en vivo, como si se tratara de una disculpa. Es que hace tiempo que Attaque 77, banda salida de la cantera inagotable del punk rock local, se despegó de sus comienzos y se entregó al crecimiento. Sin embargo, por energía y entrega, el término sigue siendo hoy el que mejor define su música.
Papelitos, bengalas y un comienzo arrollador con "Perfección", "El cielo puede esperar", "Cuánta cerveza" y "El perro". Recién después de ese paquete Ciro saludó al público y, en menos de diez segundos, ya estaba siguiendo con la rutina prevista: "El jorobadito", más tarde "Cambios" y luego "Estrellas", para producir el primer cimbronazo de la noche. Después de un descanso en el que subieron a escena representantes de la agrupación Hijos, Ciro y compañía arremetieron con "Canción inútil", tema que habla de los desaparecidos y de la lucha de aquella agrupación.
"De más está decir que le dedicamos el recital a un grande, al loco Joey, porque gracias a los Ramones nosotros empezamos a tocar y estamos hoy acá." La referencia de Ciro a la muerte de Joey Ramone, esperada por todos desde el principio, derivó en un aplauso cerrado y en un espontáneo "y Joey no murió", salido desde la popular y seguido por todo el estadio.
De ahí, a dos de los temas más ramoneros de los comienzos de la banda: "Hacelo por mí" y "Gil". Porque aunque Attaque eligió para este disco en vivo (su segundo; a comienzos de los 90 editaron "Rabioso") mayoría de temas de "Amén", "Un día perfecto", "Otras canciones" y "Radio Insomnio", algunos clásicos no podían faltar. Como una fresca versión, sobre el final, de "Espadas y serpientes".
Con la sección de vientos de la banda Rey Gurú en varios pasajes, el tecladista Tucán como "invitado estable" y la presencia de Carca y el ex A.N.I.M.A.L., Andrés Corbalán, en un tema cada uno, Attaque vistió estratégicamente su show y evitó sobrecargarlo. Sin fisuras, con profesionalismo y una claridad envidiables, manejaron la pelota y supieron distribuirla.
Que quede claro, Attaque practica el fútbol que le gusta a la gente. Quisieron "Amigo" y lo tuvieron; esperaron por "Angeles caídos" y este llegó; acompañaron la única novedad, "El abuelo" o "Los consejos del abuelo", según las dos variantes de nombre que baraja la banda, y deliraron con las sorpresas: sus versiones de "Quieres tú bailar", de los Beach Boys, "Dame fuego", de Sandro y "No me arrepiento de tu amor", la canción que popularizó Gilda.
Si hasta el final fue como más de uno lo había imaginado, con "Ya me aburrí" en furioso punk, con Ciro por el piso como en los viejos tiempos. Eso sí, nada de andar tirando la guitarra, porque los años han pasado y hoy la rabia adolescente sólo va por dentro.
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