Premios Grammy 2017: los cinco mejores shows de la noche
Beyoncé, Katy Perry, Metallica junto a Lady Gaga y varios homenajes se celebraron en la entrega que premia a lo mejor de la música
La gran noche de la música tuvo varias presentaciones de bandas y solistas, donde abundaron las pantallas de colores, las luces y los bailarines. Además de unir a artistas que poco tienen que ver como el caso de Metallica con Lady Gaga y de homenajear a músicos que están ausentes -como Prince y George Michael- hubo shows psicodélicos y algunos pifies.
Adele: una buena y una mala
Adele fue la encargada de abrir la noche con "Hello". Con una puesta minimalista y su increíble voz había logrado romper el maleficio del año anterior. Pero algo pasó después. A pesar de ser la gran ganadora de la noche (se quedó con 5 estatuillas, entre ellas las 3 más importantes), le mentora de 25 tuvo un pequeño problemita. Fue la elegida para rendirle tributo a George Michael pero... se equivocó, paró la canción y volvió a empezar. Quedó un tanto incómoda con el suceso y cuando terminó con "Fast Love", tenía los ojos llenos de lágrimas.
Lásers y futurismo
The Weeknd con Daft Punk hicieron “Starboy”, uno de los temas que crearon juntos para el último disco de The Weeknd. Los rayos làser invadieron la pantalla. Los robots del funk nuevamente hicieron de las suyas, después de tres años de no presentarse en vivo. Tras una cortina de humo, y con uniformes futuristas, aparecieron los enmsacarados de Daft Punk. Los cascos negros meneaban la cabeza al ritmo del soul y le pusieron pistas a las dulces melodías de The Weeknd.
Beyoncé: una diosa de la fertilidad embarazada de mellizos
Vestida de princesa, con efectos visuales sorprendentes, donde los personajes se multiplicaban apareció Beyoncé sobre el escenario. La cantante había anunciado días atrás que estaba en la espera de mellizos con una serie de fotos donde se la podía ver con poca ropa y mucha panza. Look que replicó en la entrega. Con un fondo negro que ayudaba a destacar el amarillo de los diferentes vestuarios y una corona dorada, irrumpió una suerte de diosa de la fertilidad que primero cantaría “Love Drought”. Una pasarela la envía hasta una silla en la que parece reposar. Desde ahí comenzó a cantar. De repente, la silla se reclinó, pero ella no se detuvo y siguió cantando acostada. Miles de papeles caían entre las bailarinas que acompañaban a la perfeccion la coreografía que incluía bailes hindúes, colores y sillas. Después de unos sutiles pasos, “Sandcastles” parece el tema indicado para despedirla del escenario.
Katy Perry, con nuevo tema y la colaboración del nieto de Bob Marley
La televisión se tiñó de celeste cielo y apareció ella: la gran Katy Perry Con una gran destreza, se desplazaba entre espejos que reflejaban su saco blanco y sus lentes redondos, que, a mitad de tema, fueron revoleados al público. Así presentó "Chained to the rithm", un efectivo tema que había sido lanzado días atrás y era la primera vez que lo cantaba en vivo. En medio de una escenografía pop, con un fondo que simulaba una tormenta y una especie de granero, Perry y su reflejo conquistaron a los presentes hasta que el rojo tomó la escena. Unas rastas jamaiquinas aparecieron en escena: era el nieto de Bob Marley, invitado de la cantante. Así, entre los dos ayudaron a desarmar el espejo que los reflejaba como un rompecabezas.
Metallica y Lady Gaga: fuego, pogo y problemas técnicos
Un grupo de chicas rockeras amontonadas a la derecha del escenario acompañaban con sus cabezas los primeros acordes de “Moth into Flame". Metallica estaba cerca de dar lo que, sin duda, sería el show más fuerte de la noche. Entre las jóvenes saltaba con pelo rubio y mechas rojas, borcegos y mucha actitud, Lady Gaga. La chica rebelde del pop se sumó a cantar acompañada de la banda. La segunda estrofa le tocaba a James Hetfield, el cantante de Metallica, a quien el micrófono le jugó una mala pasada y quedó haciendo una mueca delante de la cámara. Lady Gaga seguía saltando por todo el escenario y abrazaba a Lars Ulrich, baterista de la banda. Entonces James lo resolvió: se sumó al micrófono de Gaga y cantaron juntos. Entre los movimientos de su cabellera roja y un perreo continúo, Lady Gaga se lanzó al público haciendo “mosh”. El fuego abundaba en el escenario. La remera de Metallica de Gaga se desgarraba mientras Hetfield la perseguía para que le compartiera su micrófono. Terminó el tema y la distorsión desapareció. James pateó el micrófono con cara de enojado, antes de que se cierre el telón. Pero antes logró ponerle rock pesado a la cuestión.
De yapa
Los homenajes: George Micheal, Bee Gees y Prince
Después del no tan ideal tributo a George Michael, donde Adele interrumpió la performance "por un error", hubo más homenajes. En un set compartido, Demi Lovato , Tori Kelly, Little Big Town y Andra Day se encargaron de interpretar temas de la banda australiana en su honor, algo que ya había adelantado John Travolta al principio de la ceremonia. Los 70 no hubieran sido lo mismo sin los Bee Gees. Eso es lo primero que uno siente al escuchar los primeros acordes de “Stayin´ Alive". La encargada de interpretar el primer clásico del homenaje fue Demi Lovato, quien lo ejecutó de forma impecable. Los bailarines no paraban de agitar el escenario multicolor. Pocos segundos después, guitarra en mano, apareció Tori Kelly a rockear el escenario. Los coros de Little Big Town hicieron eco en una versión muy dulce de "How Deep is your Love" y más tarde, se sumó Andra Day. El enganchado terminó, después de un versión de "Night fever", con todos los cantantes en escena al coro de “Stayin´ Alive".
El momento Prince llegaría promediando la noche. El símbolo que tomó como nombre a Prince iluminaba todo el escenario. "Los desafío a quedarse sentados", lanzó el presentador. El funk nuevamente se hizo presente en el escenario con The Time, banda de la cual formó parte Prince. Luego fue el turno de Bruno Mars, quien con pañuelo blanco, al igual que la guitarra y chaqueta negra brillante, le puso rock con su versión de "Let´s go crazy". En uno de los bloques bailables de la velada, que duró más de tres horas. Mars, quien ya había metido su toque con"That´s What I Like", terminó su set con un solo a lo Hendrix que dejó a todas las celebrities pidiendo más.
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