Por tres días Cosquín es la capital del rock

CORDOBA.- "Un show bien caliente." Esa fue la promesa que hicieron Los Piojos para el recital que iban a ofrecer anoche en la jornada de apertura del Cosquín Rock 2002 y que, al cierre de esta edición, se anticipaba como una verdadera fiesta. Jóvenes con tonadas de distintos puntos del país, portando mochilas cargadas con bolsas de dormir, fideos y algunas bebidas como para ir templando los ánimos coparon los campings, la costa del río y las esquinas de esa ciudad serrana, que hasta pocos días destilaba acordes de chacarera y sabores criollos acunados en las peñas.

Llegaron contingentes de fanáticos, con remeras y banderas que los identifican como seguidores incondicionales de Divididos, Attaque 77, Catupecu Machu o de alguna otra de las 30 bandas que desfilarán sobre el escenario Atahualpa Yupanqui. Y también vinieron los que quieren darse una panzada de rock, sin banderas, dispuestos a disfrutar de lo que ocurra dentro y fuera de la plaza Próspero Molina a lo largo de estas tres noches. A ellos se les sumaban, ayer, las huestes de cordobeses que viajaban a última hora en colectivos con rumbo a Cosquín cada diez minutos, y con tarifas promocionales.

Conocedores de las pasiones que desata el género -tal vez potenciadas por el convulsionado clima que se vive en el país-, los organizadores dispusieron un estricto esquema de seguridad, con un vallado perimetral que comienza en las manzanas aledañas a la plaza y la presencia de 400 policías y 96 guardias privados. Eso también impide ver el escenario desde la calle, excepto en la zona del patio de comidas, donde hay pantallas gigantes. Las entradas se venden a tres cuadras de la Próspero Molina, y para el acceso del público se habilitó una sola puerta.

Cosquín -ahora consagrada como capital de la música y no sólo del folklore- ayer comenzó a vibrar desde temprano con las presentaciones de La Mancha de Rolando, 2 Minutos, Cabezones, El Otro Yo y Attaque 77. Pero el plato fuerte que se iba a ofrecer a la madrugada era el show de Los Piojos.

El líder del grupo, Andrés Ciro Martínez, en declaraciones a la prensa cordobesa, prometió un show "bien caliente" y anticipó que la idea de la banda es editar, quizás a fin de año, un disco doble que sería una continuación de "Ritual", con extractos de lo que fue su última gira por el interior y de los shows en Huracán y Atlanta.

Para esta tarde, se espera una fuerte combustión de blues y rock and roll, a cargo de Botafogo, Pappo´s Blues, Mam, Riff y Catupecu Machu, que calentarán la plaza hasta la aparición de Divididos, que tendrá como invitado al percusionista peruano Bam Bam Miranda (músico de La Mona Jiménez).

Aunque la mayoría no se hace ilusiones, algunos productores especularon con que la presencia de Ricardo Mollo y Diego Arnedo (integrantes de Divididos) y de Germán Daffunchio y Alejandro Sokol (líderes de Las Pelotas, que tocarán mañana) diera pie a una reunión histórica: "Vuelve Sumo", se apresuraron a vaticinar los más optimistas. Semejante expectativa se alimentó también por la presencia de Alberto "Superman" Troglio, baterista de la legendaria formación que encabezó Luca Prodan, y que ahora estará en Cosquín con el grupo Buda. Las horas dirán si la ilusión coincide con la realidad o si es mero producto de la nostalgia.

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