Por qué la música preferida de Barack Obama es pasión de multitudes
El director de Spotify bromeó con la posibilidad de darle trabajo al ex presidente de Estados Unidos: no es sólo por su popularidad como –casi– ex presidente norteamericano sino por la calidad de sus listas de música en ese sitio de streaming
Cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama no estaba gobernando los destinos de una de las naciones más poderosos del planeta, se sentaba frente a su computadora personal con la rigurosidad y el entusiasmo de un crítico musical para armar sus propias listas de Spotify. "No se trata de la lista de reproducción de un político", dijo Rob Sheffield, columnista de la Rolling Stone . "Es una lista de alguien que, si se tratara de un amante de la música a tiempo completo o un archivero de la música a tiempo completo, sería una muy buena lista de reproducción." El efecto fue inmediato. Sus playlists no solo se transformaron en un marcador de tendencias en la plataforma streaming, sino que empezaron a abrir nuevos tópicos de influencia en el gusto del universo cultural.
A partir de sus propias apetencias musicales por el soul, el jazz, el hip hop, el country y sus estados emocionales, Obama fue creando un perfil propio dentro de las playlists del servicio de Spotify. Tanto fue así que según la compañía las recomendaciones de Obama alcanzaron el número uno de reproducción en un solo día a nivel mundial. Jonathan Prince, portavoz de Spotify, declaró entusiasmado al New York Times: "Si él quiere tener un trabajo como curador cuando su etapa presidencial haya terminado nos lo llevamos en un segundo".
En las seis listas de reproducción que figuran en su cuenta en Spotify, Obama se perfila como un melómano que va de la nostalgia a los sonidos más contemporáneos -The Temptations, Miles Davis, Bob Dylan , Aretha Franklin, Usher, Drake, Ray La Montagne, Esperanza Spalding, Kathy Perry, Far East Movement, Reflection Eternal - donde seguramente aparece la influencia de lo que escucha Michelle y sus hijas, es decir el sonido ambiente que lo rodea.
La música afroamericana figura en el primer lugar de sus preferencias; la de ayer (Billie Holliday), la de hoy (Beyoncé) y la del futuro (Leon Bridges, considerado la nueva esperanza del soul). Es conocido su favoritismo por artistas icónicos como Stevie Wonder que fue invitado a los cumpleaños de los Obama y de artistas jóvenes como Corinne Bailey Rae, invitada a la Casablanca, que sugirió que las listas de Obama son tan coherentes como consistentes y muestran una afinidad por el soul de fines de la década del setenta.
Más allá de la ecléctica selección que forma parte de sus playlists (soul, rock, hip hop, jazz, blues, pop, surf y música latina en menor medida), el termómetro de sus recomendaciones tiene una fuerte carga emocional. Quizás por eso, cada una de las temáticas, que abordan sus listas tienen que ver con el contexto en que el surgieron. De esa manera global, Obama deja traslucir no solo sus gustos musicales, sino también su estado de ánimo cuando organizaba su material y lo compartía con millones de seguidores en todo el mundo.
El listado que subió durante su campaña de 2012 tenía un espíritu enérgico y optimista y que remitía a su tierra natal en canciones como "Sweet Home Chicago", tenía un groove bailable en las apariciones de Michael Jackson y Jennifer Lopez (el guiño al votante latino), o buscaba la complicidad de las audiencias jóvenes del indie rock con Arcade Fire. En cambio, para la inauguración de su segundo mandato, sus recomendaciones estaban alineadas a un carácter más festivo, simbólico y hasta de agradecimiento, en la inclusiones de tracks como "Mi gente", de Marc Anthony, "New Day", de Alicia Keys, o "Your Smiling Face" de James Taylor. El playlist que armó para la revista Wired tenía otro sustrato ideológico y hasta musicalmente más general. Allí aparecían The Black Eyed Peas (protagonistas más importantes de su primera campaña electoral), Nina Simone, The Isley Brothers, Bob Marley y Beyoncé, otra de las favoritas del ex presidente.
Durante 2015 y 2016, Obama transitó años más duros de su periódo, sin perder su instinto y carisma para captar audiencias a través de las redes sociales. A lo largo de ese tiempo compartió su música para acompañar los días y las noches de los americanos. Sus compilados se podía pasear por música amable como "Good Vibrations", de los Beach Boys, y "Me gustas tú", de Manu Chao, o perlitas como "II.B.S" de Charles Mingus, para afrontar la crisis económica de su país. Desde su lugar de personaje carismático hasta propuso varias playlist nocturnas con una atmósfera más intimista y sensual, a partir de voces femeninas como Floetry en "Say Yeas" o "Cucurrucucu paloma" de Caetano Veloso. En cada una de las listas, Obama mostraba su cualidad no sólo para seguir conquistando audiencias en otros planos, sino para seguir influenciado al planeta, a través de esa rockola personal. Ahora que ya no será presidente tendrá tiempo de seguir con un hobby, que se transformó en una tendencial musical: las playlist de Obama.
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