Cuando la intérprete de "Respect" fue elegida por Rolling Stone como la mejor cantante de todos los tiempos, Mary J. Blige contando su devoción por esta figura clave en la historia de la música
En 2009, Aretha Franklin quedó en la primera posición de la lista Los 100 Mejores Cantantes de la Era del Rock que publicó Rolling Stone. Un jurado de notables, compuesto por músicos (B.B. King, Iggy Pop, Bruce Springsteen, Patti Smith, entre otros), productores y periodistas de la revista, eligieron a la reina del soul por encima de Ray Charles, Elvis Presley, John Lennon y Marvin Gaye (quienes completaban el Top 5).
A continuación, el texto que escribió Mary J. Blige y acompañó la publicación del ranking en las páginas de la revista.
Uno reconoce una fuerza celestial. Uno reconoce algo hecho por Dios. Aretha Franklin es un regalo de Dios. Cuando algo logra expresarte a través de una canción es invencible. Ella es la razón por la cual las mujeres quieren cantar.
Aretha lo tiene todo: el poder y la técnica. Es sincera en todo lo que dice. Todo lo que piensa o lo que le pasa se convierte en música, desde "Chain of Fools" y "Respect" hasta sus actuaciones en vivo. Ella tiene una confianza total en sí misma, no vacila jamás. Supongo que esa seguridad proviene del gospel, porque en el gospel no hay lugar para jueguitos. Y esto no es un juego para ella.
Cuando era chica, escuchaba la música de Aretha porque mi mamá ponía "Do Right Woman" y "Ain't No Way" todos los días. Veía a mi madre llorar cuando escuchaba esas canciones, y yo lloraba también. Luego la descubrí por mi cuenta en la banda de sonido de Sparkle (1976). Debo haber puesto "Giving Him Something He Can Feel" treinta veces seguidas; finalmente había conectado con esa voz que mi madre escuchaba.
Incluso la manera en que pronuncia las palabras es maravillosa. En esa canción, cuando canta: "Many say that I'm too young", dice "I'm" de un modo tal que uno casi podría verla, como si la tuvieras frente a frente. Podés verle las manos cuando canta: "You're tying both of my hands", en "Ain't No Way", arremetiendo con fuerza en la palabra "both".
Cuando la ves trabajar entendés por qué Aretha es quien es. Cuando hicimos la canción "Don't Waste Your Time" para mi álbum Mary, se comió el disco como un Pac-Man. Podía estar cantando como en la iglesia, y de pronto convertirlo en algo jazzero. Uno pensaba: "¿De dónde salió eso? ¿Dónde encontró esa nota?".
Es hermoso verla, porque ayuda a la gente que se siente insegura con su capacidad, como yo misma. La miro y pienso: "Necesito un poco de eso. Lo que sea que sea eso".
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