Pink Floyd: las declaraciones de Nick Mason que dejan la puerta abierta para un posible regreso
“Nunca se sabe lo que puede ocurrir”, afirmó el baterista de la banda, sobre un posible reencuentro del grupo en medio del fuego cruzado entre Roger Waters y David Gilmour
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Como en toda familia, las disputas entres sus miembros están a la orden del día. Y tratándose de una familia clave en la historia de la música, los entredichos trascienden el difuso límite de lo privado. En el clan de la mítica banda Pink Floyd, las disputas entre Roger Waters y David Gilmour son moneda corriente desde 1984, cuando el cantante anunció que dejaba al grupo y, ante su sorpresa, los otros dos miembros oficiales decidieron continuar y hasta recuperaron al tecladista Rick Wright, al que Waters había expulsado. Desde ese momento de la separación, cíclicamente, se generan declaraciones cruzadas entre Waters y Gilmour. En el capítulo de este año, que incluyó varias municiones pesadas, el que ahora volvió a oficiar el rol de mediador entre las partes es Nick Mason, el baterista.
En una reciente entrevista al medio británico The Sun y luego de que Waters regrabara el álbum The Dark Side of the Moon sin el resto de la histórica banda, los dichos del músico hicieron entusiasmar a los fanáticos del grupo.
“Roger me envió una copia de aquello en lo que estaba trabajando y yo le contesté: ‘¡Vaya, es absolutamente brillante!” -mencionó Mason sobre esta nueva versión del LP. “No supone un spoiler del original en absoluto, es un añadido interesante a la cosa”. Y cuando al baterista le preguntaron si veía posible una reunión de Pink Floyd, dejó la puerta abierta para que pueda pasar en algún futuro. “Nunca se sabe lo que puede surgir. Estoy tentado de decir que estoy disponible para cualquier cosa”.
El baterista que oficia de mediador de la banda se había unido a músicos como Eric Clapton y Tom Morello en una petición para que la ciudad de Fráncfort, norte de Alemania, le permita a Waters tocar en un show que tenía programado para el mes de mayo, pero que fue cancelado por las autoridades locales argumentando que la decisión se tomó debido al “persistente comportamiento antiisraelí del exlíder de Pink Floyd, considerado uno de los antisemitas más populares en el mundo”.
Es que apenas hace dos meses, Polly Simpson, esposa del guitarrista David Gilmour, salió con los tapones de punta contra el más visible de los fundadores del grupo. En un tuit acosó a Roger Waters de “antisemita hasta la médula” y “apologista de [Vladimir] Putin”. Lo retrató como “un megalómano mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, cantante de playback, misógino y envidioso”. Su marido recogió el guante. “Son todas (cosas) demostrablemente ciertas”, apuntó. Como en un programa de la tarde, la respuesta de Waters no se hizo esperar y sugirió que estaba pensando en acudir a los tribunales.
La cosa viene desde hace tiempo y el conflicto se fue agudizando entre esta familia musical que supo hacer historia cuando Roger Waters fue profundizando su perfil político. A lo largo de este tiempo apoyó activamente el movimiento BDS, que pide Boicot, Desinversión y Sanciones para el Estado de Israel mientras no se resuelva la cuestión palestina, que describe alternativamente como “genocidio” y “apartheid”. Ha asegurado que Pekín está en su derecho de invadir Taiwán: “China respeta más los derechos humanos que los Estados Unidos y cuenta con el respaldo de la comunidad internacional”. Trascartón vino la guerra de Ucrania. Cuando se produjo la invasión, Roger Waters tildó de “gánster” al presidente ruso Vladimir Putin. Pero, luego, su postura varió al considerar que la acción del Kremlin es la respuesta legítima a las crecientes provocaciones de la OTAN y que, más allá de consideraciones geopolíticas, está moralmente justificada por la represión de la población rusoparlante y la abundancia de nazis en Kiev.
Uno de los tantos efectos que tuvo su postura, que incluyó cancelaciones de sus shows, fue que la organización ucraniana Myrotvorets incluyera a Waters en su lista negra de enemigos del país. Al parecer, al músico mucho no lo afectó. “Es solo un esfuerzo inútil de los propagandistas. Les dicen que se sienten y escriban estas tonterías sobre mí porque es parte de su trabajo”, opinó. Lógicamente, como sucede en estos casos, cuando le pidieron su interpretación sobre esos dichos, también dijo lo suyo: “Dejémoslo en que estoy decepcionado y sigamos adelante”.
En paralelo, para sumar mas variaciones entre el lado luminoso y el oscuro de un mismo hecho, Gilmour y Mason resucitaron en abril del año pasado el nombre del grupo para firmar un tema con el cantante ucraniano Andriy Khlyvnyuk. La canción se llama “Hey Hey Rise Up” (¡Eh, levántate!) y es un llamamiento a la resistencia del país invadido por Rusia. Seguramente, a lo largo de los días, los creadores de The Wall seguirán aportando ladrillos a la pared. Habrá que esperar qué dice Roger Waters sobre los dichos del “mediador” de la familia Pink Floyd.
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