Paul McCartney: media vida sin su amigo John Lennon
A sus 71 años, el ex Beatle tiene muy en claro que no quiere pasar a la historia como el segundo de a bordo
La letra arranca con una imagen de Lennon y McCartney completamente vestidos de negro, de pies a cabeza, caminando con las guitarras cruzadas a la espalda por las calles de Liverpool. Es fines de los años 50 y son dos jóvenes que van tarareando esas canciones que creaban juntos en su casa. Sobre una base de guitarra acústica, Paul canta a su otra mitad en The Beatles, John, el hombre junto al que revolucionó la historia de la música pop.
La composición resulta harto reveladora. Quinto corte de New (Universal), el álbum que McCartney acaba de publicar, refleja su pugna por reivindicar su papel en los libros de historia. "Early days", que así se llama el tema, parte del recuerdo de los primeros días de fascinación mutua entre Lennon y McCartney para convertirse en indirecto alegato del papel que desempeñó en el seno de ese dúo de compositores único e irrepetible. Los últimos versos van dirigidos hacia los que proyectan una imagen, en su opinión, deformada, del que fue su rol. Alude directamente a esos biógrafos que atribuyen a Lennon la imagen de ser el genio de la pareja, el arrebatado, el vanguardista, el intelectual, frente a un McCartney más ligero, más feliz, menos atormentado, más normal. "Ahora todo el mundo parece tener su propia opinión / sobre quién hizo una cosa y quién hizo la otra. / Pero yo no sé cómo pueden acordarse / si no estaban allí. / Lo que no me podrán quitar / aunque lo intenten / es que yo viví esos primeros días." No debe de ser fácil gestionar cómo se pasa a la historia. A sus 71 años, sir Paul McCartney tiene muy claro que no quiere aparecer en biografías, documentales, películas y libros como el segundo de a bordo. Y lo deja bien claro durante un breve encuentro en el hotel Edition de Londres. Con su camisa a cuadros, sus jeans, sus zapatillas deportivas y su enérgica actitud, cualquiera diría que se encuentra frente a un señor que no supera los 70.
-Usted ha dicho que le gustaría colaborar con Bob Dylan, Thom Yorke o Damon Albarn. ¿Alguna vez ha echado de menos tener a un socio comoJohnLennon?
-Sí. Sería imposible no echar de menos a un socio como John, porque era tan bueno? Y crecimos juntos. Echo de menos eso, pero no dejo que me preocupe, es un hecho de la vida, también me gusta escribir canciones solo. John y yo hemos sido una de esas grandes colaboraciones, fuimos muy afortunados de encontrarnos el uno al otro.
-¿Cuál fue la clave de esa colaboración?
-Que estábamos descubriendo la música juntos, al mismo tiempo. Los dos sabíamos exactamente lo mismo. Cuando nos juntamos, él había escrito un par de canciones y yo había escrito otro par. Según fuimos escribiendo más, mejoramos al mismo ritmo: yo sabía lo que él pensaba y él sabía lo que yo pensaba. Así que crecimos juntos, y ése es el gran secreto. Éramos dos caras distintas de la misma moneda. Pero necesitas las dos caras para tener una moneda. Éramos iguales, aportábamos lo mismo, John firmaba primero, pero nada más.
La última película que relata los inicios del cuarteto en Liverpool, Nowhere boy , centrada en Lennon, lo irritó. Y eso que la firmaba una amiga de sus hijas, Sam Taylor-Wood. Dos cosas le molestaron manifiestamente. Así se lo relataba hace un mes a la revista musical New Musical Express: "En Nowhere B oy , dos cosas me enfurecieron. John era más alto, ¡y no es verdad! Éramos exactamente igual de altos. Pero ¿ser retratado como el bajito? No es maravilloso. Vale, él [Thomas Brodie-Sangster, que hacía de McCartney en la película] era un buen actor, [pero] le tendrían que haber puesto plataformas. ¡Lo que fuera! Y John me noquea en la película. Eso nunca ocurrió".
John, el fantasma de John. La vida de Macca sigue marcada por la inmensidad del legado que crearon juntos. "McCartney es un hombre muy preocupado por su reputación y por su lugar en la historia", declara en conversación telefónica desde su oficina en Londres Howard Sounes, autor de Fab, an intimate life of Paul McCartney , una biografía no autorizada. Sounes, que también firmó una semblanza sobre la vida de Bob Dylan, señala que el autor de "Blowin' in the wind" jamás se preocupó un ápice por lo que escribieran de él. Todo lo contrario que sir Paul, dice. "La historia juzgará a McCartney como un talento extraordinario", declara en conversación telefónica Philip Norman, prestigioso autor de la biografía de referencia de The Beatles, Shout, que está trabajando en una sobre el autor de "Yesterday". Norman confirma que McCartney es un hombre que está pendiente de cómo pasará a la historia. "Uno tendería a pensar que una persona como él esté muy segura de sí misma, pero lo cierto es que es alguien que siente una cierta ansiedad e inseguridad; toda persona seriamente creativa siente inseguridad."
McCartney conoció a Lennon el sábado 6 de julio de 1957, cuando se acercó en bicicleta a ver una actuación del grupo de Lennon, The Quarrymen. Allí arrancó una relación muy intensa de dos hombres muy distintos, pero complementarios, entre los que se producía una química brutal. "Eran dos mitades de una misma persona", sostiene Philip Norman, que es contemporáneo de The Beatles y acredita el mérito de haber sido expulsado del backstage del cuarteto de Liverpool a fines de 1965, en su desempeño de funciones de reportero de una gaceta. "Su relación era simbiótica. Uno podía adoptar la personalidad del otro, deslizarse en la canción que había comenzado el otro y acabarla". La unión creativa de estos dos superdotados talentos tardó poco en desencadenar aquella tormenta mundial, temprana y apabullante: la beatlemanía. Lennon y McCartney tenían mucho en común. En una entrevista concedida a David Frost a fines de 2012, McCartney confesaba que a ambos los unió la pérdida de sus respectivas madres a edad temprana. Paul perdió a su madre, Mary, a los 14 años. John, a la suya, Julia, a los 17.
Le preguntamos a sir Paul cuál considera que es la mejor canción que ha escrito nunca: "Creo que es «Yesterday» -dice, porque la soñé, y eso es perfecto, no necesité trabajarla".
Con el inicio de la década de los setenta arranca una carrera en solitario que llega hasta nuestros días, en que promociona New , su decimosexto álbum de estudio, con el que culmina seis años de silencio en cuanto a composiciones propias se refiere. Un LP que queda lejos de todo lo que pueda ser considerado un disco uniforme: ha trabajado con cuatro productores para confeccionarlo. Entre ellos, Marc Ronson, el mago que condujo a Amy Winehouse a su cima creativa y que firma la producción de "New", primer single del álbum, homenaje a "Penny Lane", uno de los temas bandera de The Beatles.
Cuestión de esposas
Macca cuenta que su nueva esposa, Nancy Shevell, fue la inspiración para el nuevo álbum. "La idea de escribir canciones, y de sentirme bien con ello, y la de estar feliz han llegado hasta el álbum gracias a ella", declara. New, dice, es una canción que alude a su "nueva relación". Shevell, de 53 años, es su tercera esposa. El cáncer le arrebató en 1998 a su amada Linda y sufrió un auténtico calvario en la fase final de su relación con Heather Mills, su segunda mujer, de la que se separó en 2008 tras un doloroso y costoso divorcio. Sir Paul McCartney tiene muy claro lo que quiere ahora: "Mis sueños son ser feliz, disfrutar de mi vida, estar sano, seguir tocando para la gente, continuar haciendo canciones y tener tiempo para estar con mi familia, para ver cómo crecemos juntos".