1. La escena del freestyle en español goza de buena salud
Tras el final del Quinto Escalón y la canibalización que significó el auge del trap argentino para el circuito de batallas, era una incógnita total qué imagen daría Argentina como sede de esta internacional de Batalla de los Gallos . Un sold-out del estadio del Club Hípico de Buenos Aires (11.000 personas según cifras oficiales) demostró que el circuito sigue expandiendo su encanto fresco hacia territorios que ya están a más de 8 millas del centro de la cultura rapera. Por otra parte, el exhaustivo proceso de reclutamiento para las nacionales de los trece países participantes este año dio un resultado muy por encima del esperado, aportando al circuito nuevos perfiles como los del panameño Índico, el venezolano Letra y el peruano Jaze, conocido popularmente como MC Mochila.
2. Wos se bancó la presión y supo cómo ganar la batalla
Probablemente Aczino sea "el mejor maldito freestyler que se ha parido", pero Wos (alias de Valentín Oliva, porteño de 20 años), aun sin brillar como el mexicano, fue un justo campeón: a lo largo de las rondas se convenció de que era su tarde y no la dejó pasar, aprovechando su velocidad para colocar punchlines efectivos y directos y usando a su favor el favoritismo local y cierto clima de época, con referencias sociopolíticas y toques de populismo soft que fueron directo al corazón del público.
3. Las rimas discriminatorias ya no tienen cabida
A esta altura hay un castigo tácito a la rima basada en defectos físicos del rival, y mucha menos metáfora misógina o de sometimiento sexual. En una cultura básicamente masculina (más allá de DJ Atenea, que hizo un muy buen trabajo con las bases, no había mujeres en la tarima y escaseaban entre el público), esa suerte de maduración de la escena se resume en el estallido que produjo el punchline de Wos contra la homofobia.
4. Duki y el freestyle todavía tienen asuntos que resolver
En la previa, la bomba de esta final había sido la inclusión de Duki en el jurado. Autoexiliado de las batallas después de ganar fama en El Quinto Escalón, este retorno fugaz de la estrella del trap argentino al mundo del freestyle fue un golpe de efecto con recepción mixta (Duki fue un poco despectivo con las batallas durante el último año), y así se vivió en el Club Hípico. Tuvo un desempeño correcto como jurado, aunque siempre parecía estar en otra, y cuando dio su side show de tres temas daba la impresión de querer irse rápido. C.R.O. hizo el gasto, pero el set sonó mal y la gente lo despidió con un aplauso tibio.
5. Algunos de los mejores punchlines de la tarde fueron forzados por las consignas
Fiel al lema "Sólo los mejores improvisan", BDLG puso sus ya clásicos estímulos en las diferentes rondas del torneo (imágenes, objetos) que –a diferencia de otras ediciones, donde para algunos gallos habían resultado fatal– esta vez dieron pie a algunos de los mejores momentos. El mejor sin dudas sucedió en cuartos de final, durante el cruce de bicampeones Valles-T vs. Pepe Grillo, cuando el colombiano Valles-T juntó tres imágenes (un robot, un edificio y una fogata) para armar un punchline perfecto y dejar afuera al chileno, pasito del robot incluido. "Conectar las imágenes fue muy fácil, porque en un edificio cabe cualquier objeto", contó Valles-T a RS. Otro momento alto fue cuando, en semifinales, puestos a sacar objetos de un baúl, el español Bnet –hasta ese momento, el mejor del torneo– le tiró un skate a Aczino, que sin pensarlo picó un ollie sobre el escenario y se llevó la batalla.
6. El público argentino del free es de lo más apasionado y conocedor
Pocas tribus tienen la energía y el manejo de información de los fans locales del freestyle. El sentido de los punchlines se completa con el tráfico de data que circula entre el público: hay un imaginario de duelos previos, características, películas, videojuegos, youtubers y anécdotas que conforma el hábitat de las batallas, y los 11.000 asistentes del domingo fueron también protagonistas. Jugaron su favoritismo por Wos (y por Dozer, el otro argentino en competencia, que cayó frente a Arkano en un fallo que provocó el repudio de los presentes), pero respetaron a todos. Se dio eso que Skone, el excampeón internacional que ofició de jurado, definió como "una localía sana".
7. Canserbero crece como mito
En un momento del side act de video producido por Biscarrita y Bizarrap (dos youtubers estrella que insertaron el concepto de replay value en la escena de las batallas), se rindió homenaje a Canserbero, el rapero venezolano que murió en 2015 en Maracay, a los 26 años, en un episodio confuso que hoy es un caso policial no resuelto. La ovación del público demuestra hasta qué punto "Can" se transformó en leyenda, una especie de 2Pac del rap en español.
8. Uno de los jurados no pudo sostener su voto
La polémica de la noche esta vez no ocurrió en el escenario sino fuera de él, cuando el mexicano Hadrián, campeón internacional de BDLG en 2008 y jurado del evento, dijo –en una entrevista post-show con la reportera Queen Mary– que había votado réplica en la final Wos vs. Aczino. Eso enrareció el ambiente, destilando los rumores de un "tongo", hasta que el host, Misionero, twitteó quién había votado qué cosa (Hadrián, Dtoke y Duki votaron por Wos; Skone y Omega, réplica). Poco después, Hadrián hizo un descargo flojo en sus redes donde reconoció haber mentido. "Efectivamente sí voté por uno de los dos", posteó, lo que le valió la furia de los fans de su país.
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