Muyala llega con los tangos de la otra orilla
Recital de la cantante Malena Muyala. Con Bernardo Aguerre (guitarra y arreglos), Popo Romano (bajo de caja), Gustavo Etcheniche (percusión), Nicolás Mora (bandoneón y guitarra). Próximas funciones: 27, 28 y 29 del actual, en Gandhi-Notorious. Nuestra opinión: bueno
Malena Muyala canta el tango tradicional como tantas otras intérpretes del género. Pero tiene un puñado de temas (valses, milongas, canciones) con los que realmente muestra su personalidad y ofrece sólidos argumentos artísticos para convocar a uno de sus recitales.
A esta música uruguaya se la conoció de este lado del Río de La Plata hace poco menos de un lustro, cuando llegó para mostrar el material de su primer CD "Temas pendientes". El último fin de semana volvió con las canciones de su placa más reciente, "Puro verso", y el adelanto de algunas piezas que incluirá en una tercera producción.
Entre aquel primer acercamiento y las actuaciones que dio días atrás, la propuesta de Malena no muestra síntomas de cambio de rumbo sino de maduración. En su inventario musical aparecen clásicos del tango en versiones vocales correctas pero que no llaman demasiado la atención y títulos menos conocidos y temas propios donde la intérprete y su grupo realmente marcan una diferencia.
Un cantante puede complacer al público ofreciéndole lo que éste quiere escuchar. Para esto, el cancionero del tango desborda de material. También se puede dejar al oyente con la boca abierta con temas poco conocidos o hasta inéditos. Esto, más difícil, es más valioso porque el hecho artístico se impone o excede al entretenimiento.
El recital tendrá ambos momentos. La cantante intenta conquistar con clásicos como "Melodía de arrabal", "Pasional" o "El último organito". Es entonces cuando remarca poses tangueras y cambios abruptos de dicción y fraseo que ya tenía tiempo atrás pero sonaban más mesurados. Pero cada vez que prueba con lo diferente desvía la atención del público. La saca del repertorio y la concentra sobre sí misma y su grupo con atrevidos arreglos vocales e instrumentales para "Golondrinas", "Malevaje" o "Guitarra, guitarra mía" y escapadas hacia la canción, toques estilizados de milonga y vals.
Lo que se puede escuchar en la voz de Muyala y no será posible encontrar en otra intérprete es el paseo por "Pena mulata" de Manzi, "Temas pendientes" (compuesto por ella), el vals de Zitarrosa "No me esperes" y la excelente versión de "Paso molino".
A esos grandes momentos que tiene el show llega perfectamente acompañada por su grupo. Sus músicos tocan lo necesario. Esa es su mayor virtud. Cualquier guitarrazo desmedido podría perturbar esa magnífica atmósfera que crean.
La sonoridad que se empasta entre su voz y el grupo es lo más equilibrado del recital y, seguramente, el más interesante campo de acción que actualmente tiene Muyala.