Murió Dr. John, el gran pianista de blues y rock and roll que influyó a los Rolling Stones
Un ataque al corazón terminó con la vida de Malcom John Rebennack Jr., Dr. John para todos los que alguna vez apreciaron su música. Tenía 78 años.
"La leyenda de la música icónica Malcolm John Rebennack, Jr., conocido como Dr. John, murió de un ataque al corazón", dice un comunicado publicado en las redes oficiales del artista. "La familia agradece a todos los que compartieron su viaje musical único y solicita privacidad en este momento. Los arreglos conmemorativos se anunciarán a su debido tiempo ", concluye la nota.
Nacido en Nueva Orleans el 21 de noviembre de 1940, Dr. John comenzó a hacer música en los años 50, durante su adolescencia. En sus comienzos se destacó como guitarrista pero un hecho desafortunado lo hizo cambiar de instrumento: recibió una herida de bala en su dedo anular mientras defendía a su amigo y compañero de banda Ronnie Barron.
Sus primera composiciones estuvieron signadas por la era del rock and roll y, tras el accidente que le imposibilitó continuar como guitarrista tuvo una revelación. Si bien intentó durante un corto período dedicarse al bajo, fue el descubrimiento del piano a través del mítico blusero Professor Longhair lo que lo marcó para siempre. En Longhair encontró la paleta sonora de Luisiana que sería definitiva para el resto de su trayectoria artística, más allá de sus coqueteos con otros estilos y búsquedas musicales según las décadas. De allí bebió y absorbió para siempre el zydeco, el piano blues y el rhythm and blues.
Músico influyente y contemporáneo de la generación inglesa de los años 60, de los Rolling Stones a Eric Clapton y John Mayall, Dr. John se trasladó con el sonido de su tierra a Los Ángeles. Allí, a partir de 1963, se ganó la vida como músico de sesión de, por ejemplo, el dúo Sonny & Cher.
El reconocimiento de propios y extraños le llega en 1972, con la publicación de un disco llamado a convertirse en clásico inmediato: Dr. John's Gumbo. El álbum repasa los clásicos de Nueva Orleans bajo la particular e intensa órbita de su sonido, ya lo suficiente pulido como para ser reconocido como estilo. Un año más tarde le siguió el festivo y bailable In the Right Place.
La cultura voodoo fue decisiva para su estética, y su apodo "The Night Tripper", por él mismo concebido, lo marcaría hasta su último día. "Un nombre adecuado para mí, porque el viajante de la noche es aquel que no está muy despierto durante el día, y empieza a funcionar mejor cuando se hace de noche", le comentó el músico a LA NACION en 2000, cuando acababa de editar un disco consagrado a la obra de Duke Ellington.
Los 70 los cerraría con una histórica presentación junto a The Band, documentada por Martin Scorsese en El último vals (The Last Waltz). Junto a ellos tocaría "Such a Night", considerada su mejor interpretación y la canción que más veces lo acompañó sobre los escenarios.
En los años 80 editó, entre otros, Dr. John Plays Mac Rebennack, The Brightest Smile in Town y el álbum en vivo Such a Night! Live in London. En dicha década saldría de gira con Ringo Starr and His All-Starr Band.
En los años 90 y en el nuevo siglo alimentaría su voluminosa discografía con una veintena de álbumes, muchos de ellos grabados en vivo donde, sin lugar a dudas, el sonido de Dr. John alcanzaba la cumbre.
De Bonnie Raitt a Aretha Franklin, de B.B. King a Buddy Guy, del pianista puede decirse que tocó con todos. El genial documental de Clin Eastwood, Piano Blues (exhibido en Buenos Aires en uno de los primeros Bafici y como parte de la serie de documentales The Blues, también con aportes de Martin Scorsese y Wim Wenders, entre otros) pone en valor la importancia de su obra y de su estilo. Allí brillan tres de los grandes representantes del piano blues: Pinetop Perkins, Professor Longhair y él.
Aún hoy alguien escucha a diario el ya clásico "Loser", de Beck. En él está sampleado el clásico de Dr. John "I Walk on Gilded Splinters". Es que aún los que no se hayan enterado de la existencia de este genial artista lo escucharon, al menos, indirectamente. Artista, eso es lo que ha sido y continuará siendo Rebennack Jr., el hombre que dio la vuelta al mundo con el sonido húmedo, festivo, misterioso y nostálgico del Mardi Gras, el alocado carnaval de Nueva Orleans.
Otras noticias de Detrás de la música
Más leídas de Música
"Me gusta hacer todo con humor”. El hombre que hizo de la apreciación musical un ejercicio accesible, divertido y apasionado
Eddie Vedder y Chris Cornell. Una chispa en el estudio, la consolidación de un sonido y el terror ante una muerte inesperada
Opereta y decadencia belle epoque. Orfeo en los infiernos, la obra más popular de Offenbach, llega por primera vez al Colón
"Es como un sueño". Air regresó a la Argentina con un viaje futurista y aires de nostalgia