Mundial de Tango: la pareja que se impuso en su tercer intento y el “misterio” detrás de la dupla que ganó en la categoría Escenario
Sebastián Bolívar junto a Cynthia Palacios y Ricardo Astrada con Constanza Vieyto son las dos parejas campeonas de esta edición; “Se abrieron las puertas a un mundo mágico”, dicen
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La federalización del tango no es novedad. Lo que seguramente se da en estos tiempos es una mayor visibilidad. Las dos parejas de bailarines que ganaron anoche el Mundial Tango BA hicieron unos cuantos kilómetros para plantarse sobre un escenario montado sobre la avenida Diagonal Norte, con el Obelisco de fondo. Sebastián Bolívar y Cynthia Palacios (los ganadores de la categoría Tango Pista) vinieron desde Rio Negro. Ricardo Astrada es de Pergamino, provincia de Buenos Aires, y Constanza Vieyto de los pagos de Guaymallén, Mendoza. Ellos fueron los triunfadores en la acrobática Tango Escenario.
Ricardo (42) y Constanza (35) son bailarines profesionales, trabajan cada noche junto a la orquesta Rojo Tango en el espectáculo que ofrece un famoso hotel de puerto Madero. La salida de la pandemia no sólo les devolvió el trabajo sobre el escenario, también les dio la posibilidad de este proyecto conjunto que terminó consagrándolos campeones. “Mala junta”, en la versión de Rojo Tango, fue el tema elegido. Y les trajo buena suerte, aunque hay detrás un misterio en la elección de ese tema que no se animan a contar.
“Felices, contentos, muy emocionados. Fue mucha preparación”, decía Ricardo, con el premio en la mano, recién bajado del escenario. “Se lo dedicamos a la gente de Pergamino, por todo el apoyo y el amor”, agregaba. “¡Y a todo Mendoza! –aclaraba Constanza-. Que yo soy de allá”.
Constanza ya había participado en mundiales anteriores con otros compañeros. Esta vez se le dio con Ricardo (su “malayunta”), que es la primera vez que se anota. Recién en julio el bailarín se lo propuso y ella aceptó.
La canción es una pieza que escuchan casi todos los días, en su trabajo diario, por eso se sintieron tan cómodos y confiados para encarar una coreografía con gran despliegue, como la que presentaron en esta competencia. Ahora les resta aprovechar el impulso que les da semejante premio y ver la posibilidad de que también se abran puertas en el exterior. “Este es el tango que mamamos y sabemos hacer”, decía Ricardo, que llegó a la danza gracias a sus abuelos.
Durante el Festival y el Mundial de tango se presentaron unos 1500 artistas en 30 sedes. A la final del campeonato llegaron 20 parejas para la categoría escenario y 40 para pista. Para Sebastián Bolívar (26) y Cynthia Palacios (33) la tercera fue la vencida. Se presentaron en tres ediciones del festival. La primera vez quedaron en el octavo lugar. La siguiente estiraron los brazos para acariciar la gloria, pero se conformaron con el segundo lugar. Esta vez sí les toco quedarse con el premio mayor. Son campeones mundiales de la categoría pista, esa que se baila a puro detalle, con los pies bien pegados al piso.
“Damos clases y a donde vayamos, llevamos el tango –dice Cynthia-. Trabajamos para y por el tango”. Los bailarines se conocen desde muy chicos, dentro del ambiente tanguero. “Lo que siempre dicen al momento de competir es que seas vos mismo. Si está claro lo que querés, lo tenés que mostrar. Ser lo más auténtico posible sobre el escenario”.
“El año pasado fuimos subcampeones, vinimos por la revancha y acá estamos, con el trofeo en la mano -dice Sebastián-. Gracias a Dios tenemos mucha gente del Sur [que los alienta]. Vinimos con una valija llena de sueños y toda esa gente que nos vino a acompañar. Vivimos en Allen, Rio Negro, pero estamos representando a Cipoletti”.
Sebastián habla desde el entusiasmo y le pone un toque onírico a sus frases: “Se abrieron las puertas a un mundo mágico –dice-. Tenemos el placer de conocer a muchísima gente que se dedica a esto. Tenemos a varios amigos que son campeones mundiales. Le quiero agradecer a todos los maestros que fueron parte de nuestro camino. Los que nos llenaron de consejos, experiencia y de tango. Gracias a ellos estamos acá. Se abre una puerta para trabajar en todas partes del mundo. Ojalá que tengamos que estar de ciudad en ciudad, de avión en avión”.
“Venir al mundial de tango es una vidriera –completa su compañera-. Ganarlo es un trampolín. Queremos aprovecharlo”. Cynthia baila desde los 10, Sebastián desde los 5. Tienen tres finales del mundial y dos con podio. Nada mal para esta pareja de campeones.
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