El gran medley de J.Lo, el discurso errado de Madonna y más de la entrega de premios de ayer
Alegría, tedio, incomodidad, franqueza, Marshmello: los VMAs del lunes lo tuvieron todo. Afortunadamente, hubo un par de momentos brillantes -el medley salvajemente energético de Jennifer Lopez seguido de un elegante discurso de aceptación de Video Vanguard; Nicki Minaj adueñándose del Oculus; un montón de momentos de mamás adorables, mezclados con la incesante procesión de momentos para llevarse las manos a la cabeza. Aquí recordamos los puntos altos y los bajos de la edición número 35 del show.
Lo mejor de la noche: Jennifer Lopez se lleva el Video Vanguard Award... y lo merece
“Música, actuación, shows en vivo”, dijo J.Lo, con el Moon Person en la mano, “esta carrera siempre fue una obsesión para mí. Cuando la gente me decía: ‘Hacés demasiado, ¡sólo se puede hacer una cosa!’, yo siempre les decía: ‘¿Por qué no?’.” Y lo ha demostrado con su interpretación deslumbrante y épica de minutos antes. La ícono nuyorriqueña de 49 años subió al escenario el lunes a la noche con un brocado azul y oro, y lanzó no menos de una docena de éxitos, desde “Waiting for Tonight”, de 1999, hasta “Dinero”, de 2018, con una coreografía elegante y numerosos cambios de escenografía. A mitad de su medley, Lopez quedó sólo con un tapado de piel, bajo una nieve momentánea, evocando el himno a una separación durante las vacaciones de “All I Have”. Luego se desvaneció tras una pared de ladrillos, para que una réplica de un subte de la línea 6 de la ciudad de Nueva York la atravesara, con Lopez detrás, cantando el estribillo de “Jenny From the Block”. Y en algún momento, el invitado sorpresa Ja Rule reapareció después de un hiato post-Frye Festival para un cameo rápido. El alguna vez artista de Instagram, y novio de Lopez, Alex Rodríguez permaneció preparado, con los labios cerrados y la cámara de su Iphone lista, mientras la estrella hacía explotar su cola legendaria con una lycra dorada. Ni siquiera una graciosa presentación con voz suave de Shawn Mendes pudo contener el alboroto de sus fans, quienes la alentaron incluso durante el discurso de aceptación.
Mejor: Nicki Minaj vuelve al trono
Tocando desde una ubicación secreta (spoiler: era el Oculus, en el downtown neoyorquino, y estaba repleto de sus fans extremadamente entusiastas), Nicki Minaj apareció vestida de dorado, acompañada de bailarines también vestidos de dorado, frente a un trono imponente y dorado. Tocó un medley acelerado, que empezó con una brusca “Majesty”, renunciando a la estrofa de Eminem y eligiendo en cambio pasar a “Barbie Dreams”, al canción plagada de dardos (de buen corazón) y que circuló por todo el mundo cuando la lanzó junto con Queen, la semana pasada. Después empezó a cerrar la noche con una estrofa a cabella del primer tema del disco, “Ganja Burns”, antes de terminar con la colaboración con 6ix9ine -un single que actualmente está en el Número 5-, “FEFE”.
Peor: el tributo de Madonna a Aretha se descarrila
Homenajear a Aretha Franklin no es tarea fácil, pero el tributo de los VMAs fue un fracaso inequívoco. Los productores del show reclutaron a Madonna para que diera un discurso -potencialmente, un gran golpe- pero desafortunadamente, tuvo poco que ver con la reina del soul. La estrella empezó su parlamento diciendo que “Franklin cambió el curso de mi vida”; terminó señalando que “nada [de mi carrera] habría ocurrido sin nuestra Lady of Soul”. Entre medio, hubo una historia acerca de audiciones fracasadas, una afirmación de la rebeldía de Madonna, un chiste de “bitch I’m Madonna” y una imitación mala, y posiblemente ofensiva, del acento francés, pero apenas una mención al pasar de Aretha. No es necesario decir que a Twitter no le gustó demasiado.
Mejor: Logic toma posición
Logic no es sutil. Y, cuando querés dejar una idea en claro rápida y efectivamente con una única canción en una entrega de premios televisada en todo el país, eso es un talento. Se subió al escenario con una remera negra que decía “Fuck The Wall”, y acompañado de una fila de niños, algunos de los cuales fueron desplazados por las leyes inmigratorias de nuestro país, y así Logic (junto con Ryan Tedder) usó su interpretación de “One Day” para hacer una declaración audaz, poderosa y necesaria.
Mejor: ¿Quién dirige el mundo? Las mamás.
Seamos realistas: los VMAs del lunes fueron todo sobre las madres. Desde el principio del programa, la reciente madre Cardi B se divirtió simulando amamantar a su hija, Kulture -que resultó ser una estatuilla de Moon Person. (“Soy la emperatriz”, dijo Cardi con realismo). Jennifer Lopez luego le dedicó su premio Video Vanguard a sus mellizos, Max y Emme -“El futuro es más brillante que nada que yo haya logrado, gracias a ustedes”, les dijo a sus hijos en el público. Mientras tanto, Ariana Grande invitó a su madre Joan, a su abuela (a.k.a. Nonna) y a su prima al escenario para una versión audaz de “God Is a Woman”. Hacia el final de la noche, Camila Cabello sacó a su propia madre, Sinuhe Estrabao, de su asiento para que bailara el sensual tema de Maluma. No estamos llorando... ¡vos estás llorando!
Peor: Post Malone arruina la fiesta de Aerosmith
Empezó con una onda fábrica encantada, en la que un Post Malone adornado con neón paseaba por unos pasillos oscuros murmurando acerca de “shottas” y pastillas, y cosas de ese estilo. ¡Miedo! Las cosas no se pusieron más divertidas cuando un guitarrista con el ceño fruncido, que parecía una campera de Canada Goose, entró en escena. Pero lo más cursi estaba por venir: después de hacer un gesto con las manos a 21 Savage por un segundo, Posty se sumó a Aerosmith para unas versiones flojas de “Dream On” y “Toys in the Attic”.
Mejor: Travis Scott se gana su lugar en el número uno
La gente en general señala a Yeezus, el disco de Kanye West al que Travis Scott ayudó a dar forma, como el texto fundacional de Scott. Pero la interpretación de Scott en los VMAs estuvo más cerca de las primeras giras de West: la ópera espacial de la gira Glow in the Dark, de 2007. Scott empezó el set en la cabina de mando de una nave espacial para “Stargazing” -acompañado por flashes que probablemente indujeran la epilepsia- antes de cederle el escenario a James Blake para una versión sombría de “Stop Trying to be God”. Terminó fuerte, con una versión solista de su resonante colaboración con Drake (y más), “Sicko Mode”.
Peor: Un Radio City lleno de bostezos
¿Los productores de los VMAs estaban desesperados por lograr planos de reacciones como para un año entero de GIFs? Hubo demasiados planos del público... y demasiados planos de un público aburrido. Un hastiado Migos, Nicki Minaj aplaudiendo amablemente a Shawn Mendes, Pete Davidson y Ariana Grande disfrutando de la compañía de cada uno, Camila Cabello sentada pacientemente a lo largo de la presentación del Mejor Video con Mensaje, Kylie Jenner y Travis Scott viendo a Jennifer Lopez como si estuvieran en su casa mirando los VMAs en la tele, Joey Kramer pareciendo un Son of Anarchy mientras cantaban los Backstreet Boys. ¿Al menos Bobby Brown parecía contento de estar ahí?
Mejor: Maluma enciende su encanto natural
¿Sabías que la cantidad de visitas sumadas que tiene Maluma en YouTube es igual a un séptimo de la población de la Tierra? Tras su interpretación en los premios del lunes, el poder del cantante colombiano no es un misterio: es prácticamente el tipo más hot del pop (y lo sabe). Razón por la cual a la cantante cubano-americana Camila Cabello se la vio más feliz que en ningún otro momento de la noche cuando Maluma se subió al escenario y se pavoneó cerca de ella, invitándola a pararse y moverse como si fuera de La Habana. Aunque Cabello probablemente no hubiera abandonado a su acompañante, que era su mamá. Durante un momento, Maluma, Cabello y su madre Sinhue compartieron un groove dulce y familiar, uniendo a Colombia y Cuba en perfecta armonía.
Peor: el superdúo de comedia de Hart/Haddish de algún modo logra fracasar
Haddish y Hart tuvieron el ingrato trabajo de sacar de quicio a un público de baja energía. Esto fue aún más difícil por el hecho de que además tenían que promocionar a los VMAs -“esta es la noche más importante de la música”, declaró Hart, aunque eso es objetivamente falso- y otras empresas de MTV, como Jersey Shore. “Jersey Shore está de regreso, y más grande que nunca, lo cual tiene sentido: si no recibís tratamiento, la cosa se pone más grande todos los años”, dijo Haddish. “¡Ese es un chiste sobre el herpes!”, agregó Hart. Cuando tenés que explicar tu comedia, no es una buena señal.
Mejor: la inspiración divina de Ariana
Ariana Grande , cuyo Sweetener es uno de los mejores discos de pop del año, transformó el Radio City en una Capilla Sixtina sagrada/profana durante una versión de su sensual “God Is a Woman”. Entre la coreografía inspirada en La última cena y la letra de teología sexy, la interpretación de Grande evocó a la Madonna clásica en una noche en la que la aparición de la propia Madonna dejó a los espectadores atónitos, y ofreció uno de los pocos momentos preciosos del programa del lunes que evocaron la época en la que MTV todavía podía shockear y/o entusiasmar.
Peor: Panic! At the Disco trata de apurar algo bueno
Brendon Urie de Panic! At the Disco es típicamente un dominador de las canciones y los escenarios, pero el lunes se quedó sin aire, rebotando de pasillo en pasillo como un maratonista, tratando de animar a un público deslucido. Es un milagro que lo haya hecho sin desarmar su peinado ni su abrigo con hojas doradas, pero le costó recobrar el aliento durante la canción. Hizo un gran Ave Maria con el falsete del final, pero no fue suficiente para encender al público.
Mejor: Shawn Mendes sostiene la bandera del rock
Una estrella pop adolescente que se transforma en un rockero puede ser una jugada vergonzante, pero Shawn Mendes lo logra. Mendes, con un look estilo Springsteen, con musculosa y Telecaster, tocó “In My Blood”, un himno genuinamente bueno que podría estar bien en Only By the Night, de Kings of Leon. Mendes compuso la canción tras un ataque de ansiedad, y esa vulnerabilidad se mostró en su interpretación en vivo. Pero también estuvo firme, corriendo de un lado a otro del escenario, y conjurando una tensión musical, llamando la atención de Ariana Grande, Pete Davidson y Camila Cabello y su mamá, a todos los cuales se los vio rockeando. El show terminó con una lluvia artificial, que pareció un poco absurda, pero fue admirable ver a una ex estrella de las redes sociales de 20 años interpretando un género que no está de moda y saliendo victorioso.
Mejor: Marshmello, el arruinafotos humano
La enorme cabeza blanca de Marshmello, con su sonrisa tonta y satírica, fue un placer cada vez que apareció, ya fuera que echara un vistazo de G-Eazy y Shay Mitchell o que rockeara gentilmente al ritmo de Jesse Reyez. Fue exactamente para un premio (perdió Mejor Baile contra Avicii), y se lo vio menos como un misterio enmascarado en la línea de Slipknot o Deadmau5 que como un pinchazo alegre a la burbuja de la fama.
Peor: La farsa de los premios en general
La otra noche MTV pasó un show increíble, nostálgico, repleto de hits al estilo Las Vegas de Jennifer Lopez, con apariciones de invitados y un discurso emocionante. Casi todo el mundo está de acuerdo en que estuvo genial. Entonces, ¿para qué tenemos que simular que ella es una artista de los videos musicales que merecía un premio por “Video Vanguard” más que Missy Elliott o Lady Gaga o Devo o Metallica o Prince o cualquiera de los otros artistas que no lo han recibido? ¿Por qué tuvimos que ver discursos de aceptación y rutinas cómicas flojas y el Push Artist Stage? ¡Que vuelva MTV Icon!
Suzy Exposito, Brendan Klinkenberg, Christopher R. Weingarten, Simon Vozick-Levinson, Elias Leight, Patrick Doyle y Hank Shteamer
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