MGMT: "Ironizamos sobre la realidad para sobrevivir y unir a la gente"
Diez años después del lanzamiento de su psicodélico disco debut, Oracular Spectacular, que los ubicó en la escena del indie mundial, MGMT vuelve al ruedo con Little Dark Age Tour, la gira de su cuarto álbum de estudio que los traerá a la Argentina el domingo próximo dentro del line up del Personal Fest 2018 .
Luego de una pausa de cinco años -y reseñas muy malas de parte de la crítica y su audiencia de su tercera obra homónima- y en sus treinta, Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden hablan de un nuevo renacer creativo. "Teníamos ganas de salir de gira y tener material nuevo para tocar una y otra vez en vivo. Todavía nos divertimos haciéndolo y es la primera vez que sumamos producción, diseño de escenario y desarrollo de visuales, que suman bastante al show", dice Goldwasser.
En una entrevista con LA NACION desde los camarines del Somerset House en Londres, previo a uno de sus shows de la gira actual, los músicos explican que la composición del disco, que contó con artistas como Ariel Pink, Connan Mockasin y el productor de las hermanas Knowles, Patrick Wimberly, fue escrito en medio del año electoral norteamericano, previo a la presidencia de Donald Trump. De ahí esa aura de mayor madurez y oscuridad que encierra todo el álbum.
-Se nota un gran cambio en el sonido de Little Dark Age respecto de los discos anteriores...
Goldwasser: -Así es, es el resultado de nosotros sintiéndonos más cómodos en el estudio. Los arreglos son mucho más simples y la mezcla no suena tan fuerte como en los anteriores. El sonido está contenido, suena un poco más adulto y esto viene a partir de estar conforme con su simplicidad y con la aceptación de que no hace falta que tenga mil capas y efectos encima.
VanWyngarden: -Tiene sentido que este disco suene más ochentoso porque, para el disco, volvimos a nuestras raíces de cuando nos conocimos en la universidad y hacíamos covers de Talking Heads, Cindy Lauper, Depeche Mode y Nine Inch Nails. En los primeros dos discos hay una influencia de los 60 y 70 en los dos primeros álbumes, más glam y psicodélicos, y el tercero fue totalmente electrónico, con una apuesta mucho más grande en la producción. Disfrutamos mucho experimentar con cada disco y Little Dark Age se siente como un resumen de ellos. Es juguetón, pero a la vez oscuro y un toque electrónico.
-A la vez, las letras también se volvieron más oscuras...
Goldwasser: -Es una reacción a los tiempos que corren. Las cosas ya estaban jodidas en el mundo antes, pero estamos llegando a un nivel casi psicótico y, si se pone un poco peor la situación, va a estallar todo por los aires. Las letras ironizan sobre todas estas cuestiones, en parte para poder lidiar con ellas y, a la vez, para unir a la gente. Aunque sepamos que la situación es horrible, es la única manera que encontramos para salir vivos.
VanWyngarden: -"Time to Pretend" tampoco es una letra feliz. Siempre unimos un sonido absurdamente feliz con letras un toque siniestras. Los primeros discos son bastante escapistas. El primero tiene una vibra fantástica y naíf y el segundo es más ensimismado y antiindustria. En cambio, el tercero ya está más intoxicado, con la noción siempre presente de que nos íbamos transformando en computadoras. Ahora estamos en nuestros treintas y LDA refleja este sentimiento de no poder vivir más escapando de la realidad. Aunque nos mostremos evasivos en temas como "Tslamp" ("tiempo dedicado a mirar el teléfono"), las últimas elecciones presidenciales nos influyeron mucho en la composición.
-Después de las duras críticas a su disco anterior, este ya cuenta con muy buenas reseñas
Goldwasser: -La verdad es que no miramos mucho eso... Al inicio, Oracular... tampoco tuvo una gran repercusión entre la prensa y la crítica, aunque sí entre el público. Lo mismo con el segundo y el tercero, que directamente lo odiaron todos, prensa y audiencia, aunque luego algunos se dieron cuenta de lo que intentábamos hacer y de que fue pura experimentación. No queremos que la crítica nos afecte, porque sí lo hace; entonces, no le prestamos mucha atención.
VanWyngarden: -Al terminar este cuarto álbum, me dio la sensación de que, desde que nos conocimos y empezamos a hacer música, estuvimos en una crisis de identidad perpetua. Cada vez que vamos al estudio a grabar un disco nuevo nos desafiamos para hacer algo nuevo. Recién ahora tenemos la confianza suficiente y sabemos que MGMT no es una única cosa. Somos multifacéticos y nos tomó mucho tiempo darnos cuenta.
-Y acompañan esta versatilidad desde sus videos.
VanWyngarden: -Nos gusta hacer cosas un poco subversivas e inesperadas. Por eso, en el videoclip de "Me & Michael", anunciamos que estábamos de vuelta, un poco ironizando sobre el poco éxito del disco anterior y jugando a ser una farsa que le plagiamos el tema a un cantante filipino de YouTube. También jugamos con el título de la canción e invitamos a Michael Buscemi como protagonista.
-Esta será su quinta visita a la Argentina. ¿Qué recuerdan de las anteriores?
VanWyngarden: -La verdad es que no recuerdo nada. Solo que siempre vamos para allá al cierre de la gira y que aprovechamos para quedarnos un tiempo porque nos encanta y la pasamos muy bien. Probablemente sea por eso que no nos acordamos de nada.
Goldwasser: -Lo único que recuerdo fue que la última vez que estuvimos en tu país (en el Personal Fest de 2014) cerramos la gira ahí e hicimos una fiesta loquísima y estábamos felices de no viajar más, al menos por un año y medio, y dos semanas más tarde me mudé de Nueva York a Los Ángeles.
-Connan Mockasin tocará el mismo día que ustedes. ¿Sabían?
VanWyngarden: -Es un gran amigo y seguramente nos crucemos de escenario para tocar "When You Die". Connan y Ariel Pink, que coescribió el tema con nosotros, viven ahí nomás del estudio donde grabamos en Venice, y pasaron y los hicimos parte de la canción. Nos gusta este disco porque tiene un espíritu colaborativo que es raro en nosotros, que tendemos a aislarnos para componer. Por eso Little Dark Age nos marcó. Hicimos varias cosas de otra manera y nos sumó mucho su visión. La necesitábamos.
-¿Qué creen que sumaron a su propuesta?
Goldwasser: -Son compositores y músicos brillantes, pero además hubo un cambio de actitud nuestra. Cuando éramos chicos e inexpertos, sentíamos que cada cosa que hacíamos debía provenir 100% de nosotros. Éramos más posesivos y protectores de nuestra obra y la influencia de Patrick Wimberly (productor del disco y exintegrante de la banda Chairlift) fue necesaria, además de muy divertido poder estar en el estudio trabajando hasta las cuatro de la mañana con amigos.
-¿Qué música están escuchando en este momento?
Goldwasser: -Molly Nilsson, una sueca que es una genia y nuestra telonera en varios shows en Europa, Cola Boyy y Better Person, con su synth pop triste y melódico.
VanWyngarden: -A mí me agarró una regresión con el techno de los noventa. Me gusta mucho la escena de Detroit.