Mex Urtizberea llega a La Trastienda con su nuevo disco

Si hay algo que caracteriza a Mua, el disco que Mex Urtizberea editó el año pasado, es su heterogeneidad. Con producción de Rafael Arcaute (Spinetta, Illya Kuryaki & the Valderramas, Calle 13) y Celeste Cid, Gustavo Cordera, Andrés Ciro Martínez y Adriana Varela como invitados, refleja acabadamente la gran cantidad de influencias de Mex, criado en un hogar donde la música diversa era moneda corriente. "Eso fue una suerte, porque por eso yo escucho de todo, desde los Rolling Stones hasta María Elena Walsh -que le gustaba mucho a mi vieja-, pasando por Luis Alberto Spinetta. Mi papá era fan de las big bands de jazz, pero también había en casa discos de bossa nova, de Armando Manzanero y de los Beatles. Durante mi adolescencia me copé con la progresiva: Yes, Emerson, Lake & Palmer, esas cosas... Y fui parte de M.I.A. (Músicos Independientes Asociados), con Lito Vitale, que era un grupo dedicado a obras conceptuales larguísimas, con doscientas partes, muy de la época. Creo que lo fundamental no es tanto el estilo de música que uno hace, sino la pasión verdadera con la que lo encara. Eso me lo enseñó el Donvi Vitale, mi gran maestro. De él aprendí a trabajar con respeto y dedicación, a no hacer cosas por hacerlas y nada más. Y me enseñó a tocar el piano y a componer sin tocar. El tipo nunca puso ni siquiera un dedo en el piano durante las clases".

Los temas de Mua serán el eje del show que Mex presentará esta noche en La Trastienda (Balcarce 460), acompañado por su banda actual -Paco Leiva en piano y guitarra, Hernán Segret en bajo, Juan Ingaramo en batería, Francisco Salgado en trombón, Leo de Francisco en trompeta), pero el espectáculo, dirigido por Daniel Casablanca (Los Macocos, Toc Toc), tendrá también una impronta teatral que el conductor del ciclo televisivo Pura química (programa emitido por ESPN 2 de 18 a 20 que ya va por su séptima temporaada) ideó junto con Pedro Saborido. "Pedro es un gran amigo -señala Urtizberea-. Hablamos mucho de nuestras cosas. Y yo tenía ganas de armar una historia alrededor del disco para tocarlo en vivo. Nos salió un cuentito lindo, muy romántico sobre loas dificultades que por lo general debe sortear un artista: los problemas con los sellos discográficos, los sueños que tenés y no se cumplen del todo... De alguna manera me río de mí mismo. Creo que mucha gente pude sentirse identificada con todo eso".

–Contás que escuchaste música muy variada. ¿Te quedás con algo guardado especialmente, algún artista que para vos sea ineludible?

–Pienso ahora en Hermeto Pascoal, que tiene un montón de melodías hermosas, pero con armonías y rítmicas complejas. Su música tiene ese toque festivo que me encanta. Hermeto me marcó mucho como músico, es un modelo a seguir. Luis Alberto Spinetta también. Es un artista que representa lo que uno anhela: tener un conducta, ser fiel a sí mismo.

–Has trabajado en radio, televisión, cine, como músico... ¿Qué faceta es la que preferís, o en la que estás más seguro?

–Me divierte hacer de todo e incluso probar con cosas que nunca hice. Lo que tengo claro siempre es lo que quiero contar, hacia dónde quiero ir. Después quizás no conozco algunas técnicas. Escribí unos guiones de cine con la ayuda de Lucrecia Martel. Quedó ahí, pero quién sabe. Nunca había pensado en hacer televisión hasta que hice un programa. Salté del Parakultural a la tele por Alfredo Casero, que me llevó a tocar el piano. Y me vio Roberto Cenderelli, que era el responsable del canal, y me pidió que me quede. Yo vivía de la docencia y soñaba con tocar en Europa. Era fanático del jazz que editaba el sello ECM y me gustaba todo ese mundo. Pero terminó pasando otra cosa: aprendí a hacer televisión, hice Magazine For Fai y acá estoy. Con el humor siempre presente, que es algo familiar: tanto mi viejo como mis tíos eran grandes contadores de anécdotas, muy humorísticas, muy mordaces. De ellos también aprendí mucho.

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