LA NACION participó de la grabación del programa que se emitirá este miércoles; la amistad fue la consigna de este capítulo, matizada con charlas, música e invitados especiales como Palito Ortega, Patricia Sosa, Lito Vitale, Gillespi, Javier Malosetti y Kevin Johansen, entre otros
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El living de la casa de Mex Urtizberea es como un colectivo en hora pico de regreso a casa. Una vez al mes, cuando en esa casona de Caballito se graba el programa mensual ¡FA!, para llegar desde la puerta de entrada hasta el patio hay que atravesar una marea de gente, como quien trata de llegar al fondo del bondi un viernes a la tarde, en busca de sosiego, frente a una vidriera de rostros cansados. Claro que aquí, excepto por el gentío, la situación es diferente. Es invierno y la tarde ya es noche. La luna llena domina el firmamento y la gente sonríe. Sonríe por el hecho de participar con cierta exclusividad del programa de Mex. Sonríe por haberse encontrado allí con otra gente que hace tiempo que no ve. Sonríe porque el vino es rico y las bandejas traen bocadillos sabrosos. Sonríe como reflejo pospandémico por el solo hecho de encontrarse. Y al anfitrión -hoy viste con un saco naranja que no puede pasar inadvertido y un preciso peinado de estilista- todo eso le encanta.
“Por favor, que nadie se queme”, dice alguien frente a uno de los majestuosos fogones que coronan la pileta. “Huye la luz, se esconde el sol, pero siempre ha de brillar, la antorcha que en su fuego da el calor de la amistad”, dice otro que, por un instante, se pone melancólico. Demasiado, porque no es momento para canciones de despedida (”Auld Lang Syne”) Esto recién comienza.
¿Y qué mejor que el tema al que le dedica este programa para confirmar que a Mex todo esto le encanta? La amistad es la consigna que se debatirá minutos después, frente a un puñado de esos invitados sentados a la mesa, y que se tocará en cada una de las canciones elegidas para el mini recital que vendrá más tarde, en el patio.
“Estos encuentros tienen que ver con mi maestro Donvi [Vitale] pero, sobre todo, con mi propia casa. Porque mi papá [el periodista Raúl Urtizberea] era crítico de teatro en la década del cincuenta y del sesenta. Traía a casa obras de teatro. En una tarima se montaba un escenario. Por mi casa pasaron Federico Luppi y Ulises Dumont. Y como mi viejo trabajaba en la tele siempre hubo mucho movimiento en casa. Todo esto es bastante natural para mi. Muchos me preguntan si no me da cosa que invadan mi casa. A mí me divierte. Me gusta que tenga esa vida, que sea como un centro cultural. Uno provoca hacer cosas para sorprender y normalmente sucede, aunque no se sabe por dónde irá. Viene gente famosa. ¿Estará a gusto? ¿La pasará bien? ¿Resultará? En eso pensás. Pero cuando llegan creo que existe el pacto de pasarla bien y la necesidad de charlar. Cosas que suceden en este presente. Creo que es una necesidad que tenemos y por eso lo hacemos. Una necesidad de humanidad. Tomar algo, hablar diversos temas, hacer música. Estoy contento y resulta bárbaro. Nos lleva un mes hacer cada ¡FA! Nos cuesta un montón, pero cada vez estamos más cancheros”, dice Mex a LA NACION.
“Fa” Es la onomatopeya de la sorpresa. No la del desconcierto sino de aquello que llega por encima de lo esperado. Porque, en definitiva, de este ciclo mensual, quienes lo hacen esperan algo y necesitan que salga como lo esperan. Para eso tienen un guion que construyeron durante casi un mes. Y si hay un plus, mucho mejor. Dicen que siempre lo hay.
Para este capítulo que se estrenará el miércoles 20 de julio, el Día del amigo, aparece una lista de invitados. Lito Vitale, Kevin Johansen, Javier Malosetti, Patricia Sosa, Gillespi, Dario Sztajnszrajber, Soledad Barruti, Rep y Feli Colina, entre otros. Hay un invitado sorpresa ¿viene o no viene? Viene. Es Palito Ortega. Pero también hay otros que son enciclopedias vivas de la música: El “Zurdo” Enrique Roizner. Porque no olvidemos que Palito trajo a Sinatra a la Argentina y que Roizner fue el baterista que lo acompañó.
En la mesa de Mex se habla de la amistad. Ortega tiene mil anécdotas que involucran a los más diversos personajes, desde Carlos Gardel, Irineo Leguisamo y Luis Sandrini hasta anónimos fans cuyanos. También aparece Charly García en la charla. Ortega dice que estuvo junto a él en el momento que tenía que estar. Fue el peor momento de Charly y la etapa de recuperación, cuando lo llevó a vivir a su casa. Darío Sztajnszrajber, que suele poner la filosofía al alcance de todos, propone tópicos referidos a la amistad. Uno de los que surge de la mesa es la reciprocidad. Quizá no haya que esperar mucha reciprocidad de Charly García. Palito lo cuenta casi con elegante resignación, pero también comparte una anécdota que sorprende cuando recuerda esas noches que, cerca de las tres de la mañana, Charly lo despertaba para ir a estudio (el que ortega tiene en su casa). Su deseo era tocar el piano. “Nunca escuché tanta música clásica en mi vida”, dice Ortega. Y Vitale lo cruza con un comentario certero: “Quizá Charly te estaba haciendo su ofrenda”.
Palito recuerda el día que apareció disfrazado –y nadie lo reconoció- en el programa de Roberto Galán, Si lo sabe, cante. Patricia Sosa dice que lleva 46 años de pareja y que hay temas que habla con amigas, no con su pareja. Y Rep no habla, pero dibuja y con el dedo índice toma prestadas unas gotas de su copa de vino para terminar su trabajo sobre el papel.
Afuera estará la música, con la banda de Mex y con los invitados. Feli Colina cantará “Buscando un símbolo de paz”. Patricia Sosa la romperá con “Rutas argentinas”, en compañía de Gillespi. Kevin Johansen compartirá su originalísima versión argenta de “We Can Work It Out”. Malosetti le pondrá un tono blusero y un sonido demoledor al final de la noche. Y Ortega, encargado de abrir el set con dos temas de su autoría (“Sabor a nada”, con banda y “Canción para un amigo”, solo con su guitarra) volverá para el bis con ansias de rocanrol.
Mex dice que las canciones siempre van en relación a la consigna de cada programa y que ya tiene temas en torno a los que girarán las emisiones de los próximos meses, que se verán por el Canal de YouTube de Relatores y se escuchan por Radio Nacional Rock, 93.7. Ya hubo consignas como los 40 años de Malvinas, en abril, o las revoluciones, en el mes de la Revolución de Mayo. Ahora la amistad, por el Día del amigo, que se celebra el 20 de julio. “Para agosto la consigna será la radio, por los Locos de la azotea”, dice Mex. Porque el 27 de agosto de 1920 se realizó la primera transmisión radial, desde la terraza del Teatro Coliseo. En septiembre el tema girará en torno a los estudiantes. El programa de octubre estará dedicado al medio ambiente. En noviembre será “el vino”. Los martes previos al estreno suelen ser los días de las grabaciones. “El martes es un día que, en general, pueden todos –apunta Mex-, porque hay muchos artistas y hay menos funciones ese día”.
La grabación está por culminar. Cuando lleguen los últimos acordes, quienes están detrás de cámara redoblarán sus sonrisas de satisfacción. Porque Mex no está solo en este proyecto que ideó con Pedro Saborido, Fabiana Segovia y Nicolás Tolcachier. Este martes, en sus roles están Tolcachier que hace la dirección general y Fabiana Segovia a cargo de la producción ejecutiva. Giselle Repetto es la productora al frente de un equipo técnico. Ignacio Tabares y Sebastián Pianezzi en realización, cámara y edición. También está la banda: Hernán Segret (bajo y dirección), Paco Leiva (guitarra), Nicolás Méndez (batería) y Leonel De Francisco (trompeta), además de Mex, que se sienta al piano. “Trato de que todo resulte fácil. Que las cosas sean simples. Los músicos hablan bastante antes de grabar por eso hay una red y eso es lo que permite pasarla bien. Y está saliendo divino”.
La música y la amistad
Termina la grabación y Lito Vitale, sentado detrás de su piano recuerda que conoció al anfitrión de la noche cuando Mex era alumno de su padre, Donvi. “Al principio, Raúl, el padre de Mex, era alumno de piano de mi papá y un día vinieron los dos a mi casa. Nos hicimos muy amigos. Mex participó en M.I.A. Siempre estábamos juntos –recuerda el pianista-. Ellos vivían en San Isidro y nosotros en Villa Adelina”. Y también recuerda cómo su padre gestaba esos encuentros musicales que en algo se parecen a los de Mex. Primero con el colectivo de músicos M.I.A.; más tarde con reuniones que tenían como finalidad galardonar a músicos. Donvi y Esther Soto hacían tertulias en su casa de San Telmo, donde el premio consistía en darle a un artista una especie de pase de posta. Y el premio se llamó El Goyete. Y el Goyete de Oscar Alemán fue a manos de Luis Salinas. El Goyete de Juan L. Ortiz a Alberto Muñoz y el de Eduardo Mateo a Hugo Fattoruso.
“Y acá, en ¡FA! -dice Viltale-, la gente viene porque está Mex y la convocatoria es hermosa, para pasar un momento de reencuentro con gente interesante”.
La música siempre es un vínculo fuerte entre artistas. Javier Malosetti y Mex se conocieron hace treinta años. El bajista estaba presentando su nuevo trío un día que cayeron a verlo Mex y Alfredo Casero. De esa noche surgió la banda que luego armaron juntos: La Halibour Fiberglass Sereneiders. Mex hace radio y ¡Fa! Malosetti está grabando un nuevo disco con su banda, La Colonia, y prepara con este grupo y la orquesta de Avellaneda un concierto sinfónico. Pero tienen tiempo para cruzarse en situaciones como esta. “Me copa su impronta –dice el bajista-. Hoy vengo por la música y por la amistad porque la música termina siendo el vehículo. Creo que es eso lo que nos une.”