Marilina Bertoldi: "Si vas a hacer arte, hay que dejar todo ahí"
Luego de su nominación a los Grammy latinos y alzarse con un premio Gardel plantea la necesidad de volver a "ideologizar" el rock
Marilina Bertoldi cerrará mañana un ciclo de su promisoria carrera con la despedida de su disco Sexo con modelos, con un show especial en Ciudad Cultural Konex. Un álbum que el año pasado la llevó a integrar la lista de nominados al mejor disco de rock en los premios Grammy Latinos, junto a artistas, como mínimo, veinte años mayores que ella: Luis Alberto Spinetta, Los Fabulosos Cadillacs, Massacre y Andrea Álvarez. Representante de una nueva generación de rockeros locales, en aquella ocasión remarcaba: "Para mí está empezando una nueva era dorada del rock argentino. El tema es que no todos estamos presentes en el mainstream, pero en el under hay mucha gente dando vueltas, bandas que musicalmente están aportando algo muy novedoso, que nunca existió".
Un año más tarde, Bertoldi cuenta que antes de grabar Sexo con modelos (que no se alzó con aquel Grammy, pero sí con el Gardel 2017 a Mejor disco artista femenina), sentía que el rock se había vuelto muy complaciente, que buscaba agradar, que nadie estaba rompiendo nada y que el rock, al fin de cuentas, siempre se trato de eso, de romper. "Lo mismo me pasaba con los nombres de los discos, todos eran repoéticos, inclusive los míos, todo era bello y el arte no necesariamente tiene que ser bello, el arte puede ser feo y molesto. Sexo con modelos me pareció una frase fea, grotesca, estúpida en algún punto. Es una frase obvia, las conexiones de lo que dice son claras, pero a la vez no se entiende qué quiero decir: ¿cómo sexo con modelos? ¿qué es esto?"
-¿Qué significa entonces?
-Es una frase superbanal de lo que para mí es un concepto de éxito hoy en día, que es lo que nos tratan de poner en la cabeza y que tiene que ver con cuando uno tiene un vínculo de placer únicamente, de goce, con algo que representa para todos... eso es el éxito. Representado del modo más menemista y noventoso: sexo con modelos. Lo quiero ya, dámelo, que me dé placer y que me vean teniendo placer. Ese fue el concepto que guió al disco.
Marilina tiene 29 años, pero su nombre comenzó a circular por la escena en 2010, cuando después de subir a YouTube una de sus canciones y ver cómo los seguidores aumentaban día a día, decidió armar finalmente una banda, Connor Questa, con la que grabó su primer álbum un año más tarde. "Nunca me gustó cantar en público, incluso hoy en día me cuesta cuando hay reuniones de amigos y te dicen «cantate una», no me gusta. Mi hermana Lula fue la persona que siempre me insistió para que cantara públicamente y si no hubiera sido por ella, yo seguiría cantando encerrada en mi habitación".
Lula, su hermana mayor, no es otra que Lula Bertoldi, cantante y guitarrista de Eruca Sativa, uno de los grupos de su generación que hoy llena estadios. "Desde chicas siempre jugamos a tocar, escuchábamos música juntas, pero nunca participamos de un mismo proyecto. Fue una decisión que ni la tuvimos que plantear, sino que cada una lo entendió por su cuenta, en un punto porque somos artistas muy distintas. Tenemos gustos muy diferentes y cosas muy distintas para decir. Siento que ella es una persona, en la vida y en la música, muy optimista. Y yo estoy muy lejos de eso. Ella es la alegría y yo soy la de vamos a pensar lo que estamos haciendo porque se va todo al carajo. Lo bueno es que al ser tan diferentes, encastramos perfecto".
-¿Creés que en el último tiempo cambió algo en cuanto a la complaciencia del rock?
-Sí, mejoró mucho. Cuando yo empecé a tocar, Charly García salió a decir algo en una nota y todos lo putearon, pero tenía mucha razón. "En esta época lo que le fatla al rock es idelogía", dijo y estuvo buenísimo, porque era real. Vos ibas a ver a una banda y sonaba tremenda, pero lo que estaban diciendo no se entendía mucho. Quizá yo era parte de un público que necesitaba una ideología, pero bueno, creo que ahora lo que está pasando es justamente eso y encuentro ideología en todos los grupos de rock. Hoy hay muy buenos artistas, gente que dedica su vida a esto, que son arte caminando. Y eso es lo mejor que le podía pasar al rock. Si vas a hacer arte, hay que dejar todo ahí, no sólo un show que suene bien, emocionemos e inspiremos.
-Y en ese aspecto, ¿cómo creés que encajan en todo esto las denuncias de abuso y acoso que involucraron a varios músicos de tu generación y a otros mayores también?
-Estamos viviendo muchos cambios y movimientos muy fuertes. Creo que eso se siente, que todo el tiempo las cosas están cambiando y que se muevan las cosas es muy necesario, para poder construir todo otra vez. Lo que está pasando es necesario, es un momento muy duro, donde incluso a los que defendemos y creemos que esto es positivo, nos toca muy de cerca, porque en algunos casos es gente muy cercana la que fue acusada. Lo que me parece importante de este movimiento, más allá de atacar obviamente a las cosas más densas, los femicidios y los abusos, que son terribles, también es poder reestructurar las cosas pequeñas que hacen que el hombre y la mujer no tengan las mismas oportunidades. Es importante entender de una buena vez que el feminismo habla de igualdad de oportunidades, no habla de la mujer sobre el hombre.
No más sexo con modelos
"No me gustan las despedidas pero está bueno anunciar que este disco se termina, que ya está", dice Marilina acerca del show de mañana, en Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131, desde las 19, donde cerrará el ciclo abierto con su álbum Sexo con modelos. "El disco me puso un poco en la mira y siento que muchos están esperando a ver qué va a hacer ahora. Me gustan los cambios y cuando advierto que se vienen, los quiero hacer ya. Me parece que el siguiente paso es lo que más me va a definir un lugar artísticamente y tengo muy en claro donde quiero ir. Por eso quiero dar ese paso, quiero estar ahí, no quiero estar donde estoy ahora".