Marilina Bertoldi juega en el escenario: cómo sus shows se transformaron en una experiencia sonora y visual en constante mutación

Si hay algo que Marilina Bertoldi disfruta es convertir sus shows en experiencias únicas. Desde hace tiempo viene perfeccionando el arte de sustentar su performance generando narrativas que le permitan jugar a ser y crear todas las versiones de sí misma que ella desee, así como también de sus canciones. Cada una de sus presentaciones en vivo trae una propuesta visual, estética y sonora que sumerge al público en distintos universos. Y las de este fin de semana en C. Complejo Art Media no fueron la excepción.

Un telón de nylon transparente y una radio que con cada cambio de dial sintonizaba distintos temas de Marilina fueron la previa a los primeros acordes de “Es Poderoso”, que representó un comienzo de show haciéndole honor a su nombre. Vestida con un traje gris de grandes dimensiones en homenaje a David Byrne -un referente en lo que respecta a hacer de los shows una experiencia performática- y con una puesta al estilo de los programas norteamericanos de TV de los sesenta, la artista dio inicio a la noche con temas de Mojigata, su último álbum.

Acompañada por una banda sólida y consolidada -el séquito de músicos formado por Eduardo Giardina (batería), Juan Segovia (bajo), Ivanna “Chipi” Rud (guitarra) y Luciana Torfano (guitarra)-, Marilina se permitió desplegar toda su actitud teatral con “Lá Lá”, su sencillo más reciente, en el cual dos asistentes aparecieron en escena y comenzaron a desplegar dos largas cintas de sus mangas, mientras ella se movía de un lado a otro como una marioneta. A eso le siguió un cambio a un clima más rockero, con un cover de “When I Hear my Name”, de los White Stripes y su clásico “Sexo con modelos”, con susurros y sumo protagonismo de guitarras.

El escenario se vació y Marilina se mudó a la escalera en la parte trasera del espacio, haciéndose lugar entre el público con el momento más íntimo del show y un formato acústico de “Remis” y “En mí”. Ya sean temas de los primeros o de los últimos discos, se le da muy bien el jugar y reinventar sus canciones en vivo, haciendo que aparezcan siempre nuevas versiones de las originales.

De vuelta en el escenario, ahora con un vestuario totalmente blanco y un fondo de cortinas transparentes, la artista se calzó su guitarra para subir aún más la dosis rockera y continuó haciendo repaso por temas de toda su discografía, tales como “La Casa de A”, “Cosas dulces” y “Claro ma”, soltando su lado más sensual y desatado. Con los solos de “Pucho” dejó ver también sus dotes con el instrumento, un terreno en el que puede ir y venir con total soltura. El complemento de la puesta de luces fue un elemento clave para generar diferentes climas y atmósferas a través de intermitencias y cambios de tonalidades.

Si bien Marilina interactúa más con el público a través de su actitud escénica que con palabras, la artista se tomó una pausa para confesarle su cariño a parte de su familia: “Quiero decir que estoy muy feliz porque acabo de ver a mi sobrino y también está mi amiga y hermana, Lula”. Lo cual fue seguido por el pedido de los presentes para que aparezcan y un: “Aguante las Bertoldi”. También se detuvo para expresar su emoción por volver a los escenarios pero confesando que es una carrera en la que está bueno tomarse un tiempo y “bajar un cambio”. Siguiendo ese tono confesional, expresó su gratitud al público y a sus compañeros: “Estoy muy agradecida con la banda que tengo, un aplauso para ellos. Esta canción la armamos juntos. Esto suena a esta banda”. Luego, las reversiones volvieron con “Amuleto” y “Fumar de Día”. Hacia el cierre, el grito al unísono de “El rock es de las pibas” por parte del público fue la introducción perfecta para el himno furioso de “O no?”, más un descontrolado final con “MDMA”.

Con un show de alto despliegue escénico y rockero, Marilina se sigue consolidando como una de las mayores representantes del género en la actualidad y como una frontwoman sólida que pretende seguir experimentando y transformando el “concierto de rock” en algo diferente.

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