Mariano Otero
El músico presenta un sonido más rockero en Rojo, su último trabajo discográfico
Presentacion del disco Rojo , del bajista Mariano Otero / Músicos: Ramiro Flores, en saxo soprano y teclados; Hernán Jacinto, en teclados; Miguel Tarzia y Patricio Carpossi, en guitarras; Alejandro Lopez, en bateria, y Mariela Perticari, en voz, como invitada / Nuevas funciones: Hoy y todos los martes de este mes, a las 21. 30 / Lugar: Boris club de jazz, Gorriti 5568.
Nuestra opinión: bueno
Una propuesta que, definitivamente, lo acerca al rock. El camino de Mariano Otero alcanzó una nueva etapa con la presentación de su disco Rojo, en Boris. Lejos quedaron aquellos proyectos de recrear en su música aquel espíritu mingusiano que lo llevaron a armar una de las orquestas más potentes de la escena local; hoy, este bajista orientó sus pasos por un sendero más relacionado con la intensidad del rock y algunos de sus arquetipos.
Otero mostró con Rojo su calidad como compositor. Temas como el que le da nombre al disco o "Gordini" o "Led", un obvio tributo a Led Zeppelin, dejaron en evidencia no sólo esa inquietud de búsqueda colectiva, sino también su gusto por las improvisaciones, clara señal de su pasado jazzístico. En efecto, la música del artista sigue teniendo un fuerte énfasis en el espíritu colectivo como lo mostró a lo largo del show, en el que la rica sección rítmica formada por Jacinto, en teclados; Carpossi y Tarzia, en guitarras; Otero, en el bajo, y López, en batería, fueron desarrollando diferentes climas. El grupo armado desde el bajo de Otero y con un López que generó un empuje necesario frente a las funciones más pasivas de los guitarristas y el tecladista lograron una mixtura sonora original.
Esa variedad de matices, precisamente, surgieron de Carpossi y Tarzia, pero apoyados por Jacinto, que trabajó casi exclusivamente en la edificación de atmósferas, y un Flores, que sonó contenido tanto en el soprano como en sus teclados.
Además de las composiciones originales, la presentación tuvo algunas perlas como "Pétalo de sal", de Páez (presente en el concierto), "Redemption Song", de Marley, y "Something", de Harrison. En su afán de arreglador realizó estas versiones en tonalidades diferentes a las originales, con una mirada por cierto moderna en lo armónico.
A diferencia de otras expresiones que van del jazz al rock, la propuesta de Otero pareció carecer de un hilo conceptual; en verdad, el concierto saltó de temas de su último disco con algunas versiones que, posiblemente, le quitaron contundencia. A una composición como "Snob", un tema con dos ideas yuxtapuestas y con una lectura orquestada del sexteto, le siguió una versión algo anodina de la obra de Páez. Eso sí, en la canción de Otero hubo una interesante edificación del clima.
"Gordini" es una balada sostenida por una melodía de tono casi introspectivo, en la cual Jacinto y Flores refrescaron el motivo original con diferentes aproximaciones.
Cerraron el show con "Led", un tributo a la gran banda inglesa de esplendor en la década del setenta. El motivo original es un riff que va estrechándose, poco a poco, con "Kashmir", una de las composiciones que hizo famoso aquel cuarteto. Si bien basado en una construcción rítmica poderosa, este tema sonó liviano, con un arreglo psicodélico seguido de un solo y un fraseo que embelleció la canción.
Otero Sexteto mostró en su debut que el espíritu de la composición sigue surgiendo a través de diferentes géneros, esta vez, en el rock.