Manseros, criollitos y santiagueños
El grupo folklórico vuelve a Buenos Aires
"¿Cómo anda Onofre?", saluda el cronista. "Aquí, guitarreando", dice don Onofre Paz, al otro lado del teléfono, desde Tucumán. A eso se dedica (y por esto no debe entenderse el guitarreo, sino el hecho de hacer música y ganarse la vida cantando) desde hace medio siglo, cuando creó un dúo con Leocadio Torres, que luego se convirtió en el cuarteto Los Manseros Santiagueños. Esa agrupación que todavía lidera y que cambió varias veces de integrantes -hace dos años y medio incluyó a su hijo Martín Paz- lleva más de un lustro sin actuar en Buenos Aires. Pero volverá, mañana, con un show en el teatro ND/Ateneo.
Experto en números, Paz dice que dejó su pago a los 17, que vivió 35 en Buenos Aires, que vive desde hace 9 en Tucumán y que tiene actualmente 46. Luego de un silencio largo porque el cronista no entiende el último número, se ríe de su broma y corrige: "No, ya tengo sesenta largos".
Ahora sí dan las cuentas. Es que Los Manseros, quienes hoy representan uno de los sonidos tradicionales de la música de Santiago del Estero, han visto nacer unos cuantos festivales del folklore. "Al de Cosquín llegamos con Santiago Ayala, el Chúcaro, cuando organizó una gira por las provincias con el ballet que tenía con Norma Viola. Y nos eligió a los Manseros (en esa época estaban con nosotros Carlos Carabajal y Carlos Leguizamón) para que los acompañáramos. Era más o menos por 1967. Desde entonces volvimos muchas veces. Claro que no todos los años porque las épocas fueron cambiando."
El folklore cambió. Para este músico la permanencia mucho depende del repertorio y la perseverancia. "Según mis compañeros, yo soy el que le di el estilo al conjunto, el rasgueo, la manera de cantar las chacareras, alegres y bien bailables. La gente se acostumbró a eso. Hay temas que hemos grabado hace 30 años y que hoy la juventud piensa que son temas nuevos."
-¿El público del grupo también se renovó?
-A la juventud le gusta mucho y a la gente de la tercera edad, también. "Monte quemado", uno de nuestros caballitos de batalla, no lo podemos dejar de cantar en los festivales. La gente lo sigue pidiendo. Y seguimos sacando discos. El año pasado fue Mejor que nunca y andamos tratando de ver si en julio o agosto grabamos el siguiente. Al que está publicado le puse Mejor que nunca por la nueva formación; por la inclusión de mi hijo Martín Paz, que entró al grupo hace dos años y medio. Cada disco que uno graba es como un hijo. Por eso, con la integración de Martín, cuando volvimos a ser cuatro, me sentí muy bien.
-El formato de cuarteto folklórico ya es tan clásico que puede ser una contra si no sabe diferenciarse de entrada, por repertorio, sonido o hasta por la manera de vestir pilchas gauchas.
- Nosotros miramos al paisano. Nuestro nombre y nuestra vestimenta tienen que ver con eso. El nombre del grupo está relacionado con el trabajo, porque el mansero es el chico que cuida la hacienda mansa. Y la vestimenta, con ese paisano que tiene, además de ropa de trabajo, su bombacha, botas y chaqueta para el fin de semana.
-¿Qué va a tener su próximo recital acá?
-Algo mezcladito. Esos temas que la gente pide, los de los últimos discos y los que estamos preparando.
Para agendar
Los Manseros Santiagueños presentarán el CD Mejor que nunca.Mañana, a las 21.
Teatro ND/Ateneo, Paraguay 918. Entradas desde $ 30.
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