Cómo escuchar tango en bares notables

Tres propuestas por fuera del circuito festivalero concentrado en las salas y teatros brillan por su austeridad y emotiva identificación con lo porteño. El tango nació hace más de un siglo en lugares parecidos a estos bares notables que se mantienen en pie como parte del ritual cotidiano de la mesa de café. Tres artistas surgidos al calor de la nueva escena tanguera de la última década encontrarán en espacios como el Café San Bernardo en Villa Crespo, el Bar Progreso en Barracas y el Bar Celta en San Nicolás su contacto directo con el público local y el aficionado, como cuando en la época dorada de los cuarenta las orquestas tocaban en los cafetines.

Cañón. El grupo liderado por Julio Coviello, ex bandoneonista de la Orquesta Fernández Fierro, donde ingresó a los 18 años, presenta su nuevo proyecto en trío junto a Mariano Bustos en contrabajo y Nicolás Di Lorenzo en piano. Estrenarán composiciones propias y nuevos arreglos de perlitas clásicas del género. Los tres vienen tocando juntos desde 2009 con su proyecto anterior en cuarteto y están empezando a grabar un disco en la Universidad de Lanús que relanza su sello discográfico. Con el cuarteto, Julio Coviello ya despuntaba en bares de barrio como el Musetta. Ahora junto al trío recuperará ese ritual en el Café San Bernardo de Villa Crespo. "Para nosotros el bar es el lugar de encuentro de la música en primera persona. Es la posibilidad que el público y los músicos compartan algo que se convierte en familiar o intimo. No es tanto esto del escenario y el artista lejos, sino toda esa cocina donde vez al público interactuando. Me gusta que en los bares notables no haya que retirar entradas con anticipación. Es algo más fluido que en un concierto. Esa cosa improvisada y eso de ir y estar cerca está bueno. No es que tenés que pensar quinces días antes de comprar la entrada. Es miércoles a la noche, hay tres músicos que están cerca y vas. Es impactante tener tan cerca el sonido. Casi que la transpiración moja al público". En el grupo subyace una potencia y un espiritu sónico que tiene la carga de los power tríos rockeros. "Nunca tuve una banda de rock pero es esa mixtura de haber escuchado y compartir ciertas vivencias rockeras hacen que utilicemos ciertos efectos de sonido en los ritmos del tango. Me gusta la idea del power trío tanguero". (Hoy, a las 21. Av.Corrientes 5436).

Eliana Sosa. A pesar de su juventud, la cantante es una veterana del circuito del tango. Pasó por las orquestas La Vidú, desarrolló una solvente carrera solista y actualmente integra la Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires que dirige Javier Arias. En el festival se presentará en el bar El Progreso con Juan Pablo Gallardo en el piano y Roberto Decarre en trompeta, y también parte del elenco que interpretará la operita María de Buenos Aires en el Teatro Colón. Con su nueva formación, donde aparece la trompeta como original instrumento –Buenos Aires Negro en su momento y actualmente el Sexteto Fantasma la incorporaron con naturalidad a su sonido– la cantante empezó a circular por milongas y reductos más intimistas. "Para mí el tango tiene que estar en todos lados. Que esté en un bar es como accesible y es como pasaba antes. El tango sonaba en todos lados y era donde se gestaba. Me gusta la idea de que el festival se disperse por todos lados y que la gente pueda circular". Dentro del repertorio el singular trío interpreta clásicos como "El abrojito", "Buscándote", el vals "Un momento" (un clásico dentro del repertorio de Sosa), "Que falta que me haces", "El pescante" y algunas piezas folklóricas. "Con el tiempo también vamos sumando tangos nuevos y tratamos de incorporar clásicos con un nuevo aire. De hecho el tema del sonido de la trompeta ya le da un nuevo aire a la formación sin que deje de tener la esencia tanguera. Ya estuvimos en milongas y la gente se bailó todo porque la trompeta es a tiempo. El que quiere bailar lo puede bailar". (Viernes 26, a las 20.30, Bar El Progreso, Av. Montes de Oca 1702).

Negro Falótico. Cantor exquisito, sin estridencias y auténticamente barrial, el Negro Falótico, originario de Zárate, es uno de esos tesoros escondidos de la interpretación, aunque en el ambiente tanguero es bien junado. Su disco debut, Hace tiempo, con el quinteto de Aníbal Corniglio, ya había sorprendido gratamente. Pero siempre es una oportunidad para descubrir su arte desde el fraseo y la intimidad que provocan sus versiones de tangos clásicos. Y no hay mejor ámbito para escucharlo que en un bar. "En los bares pasan las cosas del tango verdadero en vez de las superproducciones para turistas –asegura el cantor–. En los bares está lo cotidiano, el que conversa, el que se toma un vaso de vino, el que cuenta sus cosas, la juntada de amigos, o alguna mina que pasa. Lo real del tango esta ahí. Muchos de los tangos que respiramos hoy son de cosas que pasan en los bares y en la ciudad". Es la primera vez que el cantor estará en el Bar Celta, pero le gustó la propuesta. "Yo generalmente voy al Varela Varelita a tomar un vermouth o al Banderín. Por las noches en cambio paso por el Cusca Risun a la vuelta del bar de Roberto. La gente que iba a Sanata empezó a caer ahí. Hay conciertos todos los días. Caen guitarristas que acompañan a los cantores y van cayendo músicos. Estás un rato y te cantás un tema". En esos bares, el Negro Falótico se siente un poco más porteño, sin embargo, reivindica su origen cada vez que puede. "A este concierto le puse A Zárate que es un tema de Armando Pontier y es un tributo a todos los maestros del tango que salieron de mi lugar. Vamos a hacer un recorrido por el repertorio de todos los cantores y la gente que salió de Zárate, entre ellos, los hermanos Verón y Hector Insúa el primer cantor del tango que fue a Japón con Juan Canaro. Y después, por supuesto, vamos a incluir temas de Homero y Virgilio Exposito, de un disco que estoy haciendo. Son todos temas de los próceres del tango". (Mañana, a las 21. Bar Celta, Sarmiento 1701)

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