El baile de la policía secreta: a 40 años del primer show benéfico de Amnesty
La historia de los festivales benéficos tiene algunos hitos, como el Concierto por Bangladesh de 1971, impulsado por George Harrison , o los Live AID de los ochenta y el Live 8 del este siglo. En este tipo de hitos también habría que incluir los organizados por Amnesty Internacional, en tanto la promoción de derechos humanos muchas veces deba ser considerada una "causa humanitaria". En general, aunque no mediara ninguna catástrofe por la que reaccionar solidariamente, las campañas de Amnesty siempre fueron por la concientización. La serie de conciertos que se realizaron en gira mundial a finales de los ochenta fueron una de las mayores demostraciones de estas campañas, pero no las únicas ni, mucho menos, las primeras.
La fundación Amnesty, dedicada a denunciar la violación de los derechos humanos, había sido creada en el Reino Unido a principios de la década del sesenta. Quince años después, desde las oficinas de Amnesty se decidió convocar a artistas famosos para impulsar la concientización. Los discos que llegaron hasta nuestro país en la década del ochenta con el nombre de El baile de la policía secreta, con música grabada en vivo por artistas como Eric Clapton, Sting y Phil Collins, fueron el resultado de esas campañas. El nombre original –que este año cumple cuatro décadas– surgió en 1979 como The Secret Policeman 's Ball. Aunque era una denominación absolutamente informal.
Si esto lo pudiéramos ver como una película, habría que advertir que hubo una precuela. En 1976, la gente de Amnesty convocó a comediantes de Monty Python para una serie de actuaciones inusuales en una sala del West End londinense. La idea inicial no fue una función sino tres,en días consecutivos y en un horario para nada habitual según lo que acostumbraba el público teatrero londinense: 11.30 p.m.
A Poke In The Eye (With A Sharp Stick) fue el nombre del espectáculo que luego se transformó en una película: Pleasure At Her Majesty's. El Majesty era el teatro en cuestión donde se organizaron estas veladas, producidas por John Cleese, Martin Lewis y Peter Walker, para el 1, 2 y 3 de abril de 1976. Para esa primera tanda bastó un aviso publicitario en la revista satírica Private Eye para que el público al que se apuntaba se enterara y agotara las entradas en apenas cuatro días.
La de 1977 fue en una sola función, en un horario más habitual para la cartelera teatral, las 20, y en otra sala. Pero no tuvo tanto éxito. Dos años después, en los sets actorales se podía ver a Peter Cook, Michael Palin, Terry Jones y un proto Mr. Bean (Rowan Atkinson tallaba por esos años al personaje que lo haría mundialmente famoso) con sus gesticulaciones tan características. También subían al escenario el guitarrista John Williams, para interpretar obras clásicas y el The Who Pete Townshend, que dejó una versión, sólo de voz y guitarra, de "Pinball Wizard".
La velada de 1979, The Secret Policeman's Ball, fue la más exitosa de la primera tanda y la que se impuso para darle nombre a toda la saga. Se realizó una película estrenada al año siguiente y se publicaron dos discos, con los temas que cantó Townshend. Incluso, se publicó en vinilo el set de nueve minutos de Peter Cook, que hacía referencia a la candente trama judicial-política con dos personajes de ese tiempo (el juez Joseph Cantley y el político Jeremy Thorpe, acusado de conspiración).
Envalentonados con el éxito del show del 79 y la posibilidad de hacer teatro, un especial de televisión y película, Lewis, Martin y Cleese redoblaron la apuesta: convocaron a nuevos comediantes y, sobre todo, a músicos ya consagrados, como Eric Clapton, Sting , Phil Collins , Jeff Beck, Donovan y Bob Geldof (un año antes de hacerse mundialmente conocido por su papel en la película The Wall , de Pink Floyd).
El espectáculo se llamo The Secret Policeman's Other Ball y el disco se publicó con esa amplia gama de músicos como The Secret Policeman’s concert. Dejó versiones memorables.
En el lado A del vinilo, el encargado de abrir el álbum fue Sting, que interpretó sólo con su guitarra dos clásicos de The Police, "Roxane" y "Message In A Bottle" y dejo sendas versiones canónicas de cómo interpretar estos súperhits de manera acústica.
Luego, un dueto de guitarristas entre Eric Clapton y Jeff Beck, con temas muy diferentes entre sí. Fueron de la balada "Cause We've Ended as Lovers" a dos blues eléctricos y veloces, "Farther Up the Road" y "Crossroads". Para terminar esa cara del disco, Bob Geldof, con una intensa pero no muy temperada versión de "I Don’t Like Mondays", el hit de su carrera.
La apertura del lado B quedó reservada para Phil Collins con uno de sus éxitos del comienzo de su carrera solista, "In The Air Tonight", y una joya de su debut discográfico en solitario, aunque nunca fue un tema de difusión: "The Roof Is Leaking". Sin la estridencia de la batería que surgía en la versión oficial de "In The Air Tonight", Collins fue en la misma línea de Sting: ofreció un set acústico donde su voz apenas estuvo acompañada por un piano, una guitarra y eventualmente un banjo (en el estribillo de "The Roof...").
Luego Donovan, que en esos años era considerado el "Bob Dylan escocés", interpretó "The Universal Soldier" y "Catch The Wind". En el final del disco, otra vez Sting, encargado de cerrar el concierto con un grupo denominado The Secret Police Band. Interpretaron el tema de Dylan "I Shall Be Released". En la versión del VHS también aparecían Tom Robinson y Pete Townshend, del espectáculo del 79.
Otras noticias de Sting
Más leídas de Música
“Había otro como yo”. Un grabador Geloso, una amistad de casi 60 años y el secreto para retomar cada tanto los clásicos de Pedro y Pablo
"Un fenómeno de verdad". Nació en el conurbano, se exportó a Europa y hoy tendrá su “Lolla” en el Autódromo
Esperado debut en el Colón. El pianista Hyuk Lee, sobre la fábrica de estrellas clásicas de Corea: “Ganar es la consecuencia natural del trabajo”
Carlos Bisso, el enigmático. El éxito con Conexión N°5, la leyenda del guante negro y un disco oculto durante medio siglo