Los 3000 avistamientos que reportó Fabio Zerpa, el rescate de la marina de Estados Unidos de restos “no humanos” y... Andrés Calamaro
En su primer disco solista, Hotel Calamaro, el exintegrante de Los Abuelos de la Nada tejió una alianza con Zerpa que se extendería hasta los últimos días del famoso “cazador de ovnis”
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“Fabio Zerpa tiene razón, hay marcianos entre la gente”, cantaba Andrés Calamaro en el primer tema de su álbum debut como solista, editado en 1984, Hotel Calamaro.
Sin dudas, aquellos versos resuenan con mayor fuerza estas últimas semanas, luego de que el expiloto de la marina norteamericano y exoficial de inteligencia David Grusch declarara en el Capitolio que Estados Unidos había rescatado restos biológicos no humanos de objetos voladores no identificados (ovni), que mantiene ocultos en lugares estratégicos.
Por si fuera poco, a esas declaraciones se sumaron las del director de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés), Clarence William Nelson, quien de visita reciente en nuestro país aseguró en una ronda de prensa: “He visto y he hablado con los pilotos de la Armada, allá por 2004. Ustedes mismos vieron esos videos que fueron públicos y tomados por los pilotos. Yo hablé con todos y con la gente del Pentágono. Tenemos nuestros sensores que recogen información y tenemos una docena de científicos muy prominentes que están deliberando en este momento, y a finales de este verano (boreal) van a informar al respecto. Así que voy a esperar hasta ese informe. Personalmente creo que, en el Universo, hay vida afuera”. Así las cosas, todo parece indicar que, efectivamente, Fabio Zerpa tenía razón.
Para aquellos que no lo conocieron, Zerpa fue profesor de historia y actor de nacionalidad uruguayo que luego de emigrar a la Argentina en 1951, el 17 de noviembre 1959 vio un plato volador mientras viajaba en un avión militar. La experiencia marcó un antes y un después en su carrera, y a partir de entonces dedicó gran parte de su vida al estudio de la Ufología, disciplina que estudia los ovnis u objetos voladores no identificados. Luego de algunos años de investigación, a mediados de la década de 1960 comenzó a dar sus primeras conferencias. En 1966 creó el programa radial Más allá de la cuarta dimensión y años después fundó la revista Cuarta Dimensión, dedicada a la investigación de ese fenómeno. Desde entonces, reportó más de 3000 avistamientos y contactos con ovnis.
Pero volvamos al tema de Calamaro. En una entrevista publicada en 2017 por la revista Rolling Stone, el Salmón recordaba los días en que registró la canción: “Éramos adolescentes con Gringui [Augusto Elpidio Herrera, más conocido como Gringui Herrera, ex guitarrista de Los Abuelos de la Nada] cuando la grabamos por primera vez con Mario Breuer en Estudios del Jardín. La preparábamos con piano y guitarra, los arreglos los pensábamos en el colectivo y grabábamos juntos: bajo y batería, teclado y guitarra, voces. Algunos años después grabamos la versión de Hotel Calamaro [con la producción de Charly García, que también tocó en varios temas]. Estábamos manejando la ironía porque la situación para ensayar y fumar porros era delicada en aquellos años. Supongo que no soy el único que a veces se siente rodeado de marcianos. Alejandro Lerner me aconsejó grabarla como balada, no sé si la letra sirve para una buena balada. pero creo que... ¡tenía razón! Hay cincuenta maneras distintas de grabar una canción o un disco. Para Hotel Calamaro llamamos a Fabio Zerpa que vino al estudio a grabar el monólogo del final de la canción”, recordó.
De esta manera, en su primer disco solista, Calamaro se alejaba del sonido de Los Abuelos de la Nada en busca de un estilo más pop en sus canciones, como “Otro amor en Avellaneda”, “Radio actividad radial” y “No me pidas que no sea un inconsciente”, que lograron cierta repercusión en las radios argentinas entre 1984 y 1985 y de alguna manera alumbraron el camino que seguiría más adelante.
El título hace referencia al histórico disco Morrison Hotel, el quinto álbum de estudio de la banda de rock norteamericano The Doors, publicado el 9 de febrero de 1970, bajo el sello Elektra, y sin dudas fue un homenaje hacia su admirado Jim Morrison.
Consultado sobre las circunstancias que lo llevaron a la grabación de aquel primer disco como solista, Calamaro también contó: “Ya tenía algunas máquinas en casa y había grabado música para Tango Salsa (de Robertino Granados) con Mario Breuer en Panda, durante 1982 y 1983. Además, con Gringui (Herrera) y Mario ya habíamos grabado canciones nuestras en estudio en 1980. Y se juntaron el hambre con las ganas de comer”.
Además de Charly García, el ábum contó con la participación de Willy Iturri, Alfredo Toth y Pablo Guyot, que eran su banda de entonces, además de un par de solos de David Lebón, casi un seleccionado del rock nacional de la época, desde GIT hasta Oveja Negra, pasando por Charly, Gringui, Bazterrica, David Lebón y la participación de Fabio Zerpa.
“A Fabio (Zerpa) lo entrevisté para pedirle permiso de usar su nombre (para un título) en su oficina de Belgrano y quedamos en grabar algo en la canción. Cuando vino al estudio estaba el Vasco Bazterrica, en Panda. Con los Oveja Negra (Willy Campins, Oski Amante y Aníbal Forcada) éramos amigos ya y con Gringui (Herrera) mejores amigos, siempre vamos a tocar juntos”, señalaba Andrés Calamaro en 2013, en una entrevista con Página 12.
Así las cosas, Fabio Zerpa hizo su aporte a la historia del rock argentino con un texto que él mismo leyó al final de aquella canción, tan vigente en estos días: “Sí, quizá los marcianos sean como los humanos, donde hay buenos y hay malos. Pero yo estoy seguro que los extraterrestres deben venir en son de paz. Por eso le pedimos que traigan amor, mucho amor, a esta civilización tan necesitada de paz”.
De esta manera, la canción acrecentó su popularidad entre el público rockero, según el mismo admitió en una entrevista con Clarín, en 2017: “Fue vital para las nuevas generaciones que no me conocían. Un hermoso homenaje en vida. Con esa melodía me recibieron en distintos lugares del mundo. Andrés me regaló la canción y yo a él le traje mucha suerte. Sería bueno que quede claro que los extraterrestres no son raros como en la ciencia ficción. Tienen cabeza, hombros, un torso, dos brazos, dos piernas. Son iguales que nosotros. Por eso Andrés Calamaro está en lo cierto cuando en la canción dice que los marcianos se encuentran entre la gente. Eso quiere decir que tranquilamente podemos confundirnos con ellos”, sostuvo.
Para más datos, en 2009 el ufólogo publicó su autobiografía bajo el título Fabio Zerpa tiene razón y la presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires, con prólogo de Andrés Calamaro, que le dedicó estas líneas: “Por primera vez, Zerpa revela la cara oculta que resultó su lucha por defender sus creencias e investigaciones sobre los fenómenos extraterrestres ante un mundo incrédulo y escéptico. Los testimonios de compañeros de su paso por el cine y la TV como Mirtha Legrand, China Zorrilla, Pipo Mancera, Juan Carlos Mesa, entre otras personalidades, aportan anécdotas hasta ese momento desconocidas por el gran público”, señaló el Salmón sobre el experto en ovnis más famoso de la Argentina, uno de los fundadores de Onife (Organización Nacional de Investigación de Fenómenos Espaciales) y el responsable de la realización del primer simposio de investigación de vida extraterrestre en el país.
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