Lobo, el rude boy más porteño
Hugo Lobo &Street Feeling Band / Con: Hugo Lobo (trompeta), Mariano Goldenstein (bajo), Juan Pedro Oholegey (teclado), Maneco Sáenz (guitarra), Marcelo Huck (batería), Santiago De Francisco (saxo tenor), Fernando Albareda (trombón) / El sábado, en Niceto / Nuestra opinión: muy bueno
"Cuando empezamos con esto, hace muchos años, se nos cagaban de risa. De la música que hacíamos, de cómo nos vestíamos. Por eso hoy les queremos agradecer a todos ustedes que estén acá, en esta fiesta, acompañándonos." No pareció haber ánimo de revancha en las palabras de Hugo Lobo. Dijo eso mirando de frente a la gente que llenó Niceto y bailó durante la hora y media de un muy buen show, el de presentación de Stay Rude!, el segundo disco solista del líder de Dancing Mood, ya definitivamente instalado como referente clave de la escena del ska y el rocksteady argentino. Y sonó justo y certero, más que vengativo.
La receta de Stay Rude! es clásica e innegociable: un apego decidido al género, con una banda energética y ajustada como plataforma para que cada músico tenga su momento de lucimiento personal en las improvisaciones. Es un repertorio bailable, pero con matices. A veces decididamente festivo, otros más melancólico, en algún tramo capturado por la densidad pegajosa del dub y siempre con los artistas relevantes del género nacido en la Jamaica de los 50 como faro indiscutible: de los fundacionales Skatalites al cubano Rico Rodríguez, homenajeado expresamente en el nuevo disco "Melody for Rico", que también sonó en Niceto. Hay mucho groove en la música de Lobo, se nota arriba y abajo del escenario. Auténtico rude boy nacional, Lobo incluyó un tema dedicado a rememorar su larga relación con una música que en la escena nacional tuvo su faceta mainstream e iniciática con Los Fabulosos Cadillacs. Y ahí estuvo Fernando Albareda, ex trombonista del grupo que lideran Vicentico y Sr. Flavio, codo a codo con Lobo, como para afirmar el parentesco y pendular en cada solo entre la inspiración y el apunte lúdico (de la cita de la liviana "Ob-La-Di, Ob-La-Da" de The Beatles por Albareda a la música de presentación de Los Tres Chiflados, incorporada con gracia por el trompetista en un par de momentos de un show intenso y caliente). Hay, además, un discurso recurrente que Lobo remarca en cada oportunidad que tiene: la reivindicación de su pertenencia de clase, esa extrapolación rioplatense de la ética de los rude boys jamaiquinos y británicos formados básicamente en la escuela de la calle, y su convicción de estar completamente al margen del ambiente rockero argentino.
Ya sobre el final del show en Niceto, cuando sonó "Monkey Man" -clásico del género que pasó por las manos de Toots & the Maytals, The Specials y Amy Winehouse la celebración alcanzó su clímax. En el ADN de esa canción hay una característica que la identifica, un ritmo y un mood persistentes. Persistencia, la palabra clave para pensar en Hugo Lobo.
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