Lo que suena: Millones, el nuevo álbum de Ainda, testigo de una época y de una generación
Ainda. Álbum: Millones. Canciones: "Millones", "El equilibrio", "Ganas de extrañarte", "Primavera", "Lado B", "Tú", "Siempre volvemos a amar", "Un día más", "Imán", "Maremagnum", "Romance ajeno", "Arriba y abajo" y "Milhoes". Edición: Independiente. Nuestra opinión: bueno.
Esmeralda Escalante y Yago Escrivá tienen buena química hasta para la sesión fotográfica que servirá para el arte de tapa de su nuevo álbum en sociedad. Él la juega de maniquí y ella le pone el estado de ánimo al momento del día, o de la semana. De la euforia a la apatía, quizás con alguna bipolaridad en el medio. Millones, el disco en cuestión que publican como Ainda no tiene esos extremos contrastantes, es más bien homogéneo y sereno, pero retrata estados de ánimo y, sobre todo, se construye a partir de una estética que, quizá, en el cierre de una década y en el comienzo de otra, es un excelente caso testigo del indie pop de una época y de una generación.
De hecho, Esmeralda y Yago también están en la medianera biológica entre una década y la siguiente. Y tal vez Millones sea la reafirmación de un camino (o especialmente una estética sonora) que comenzó a ser evidente con el disco anterior, Animal. Sin duda se alejan cada vez más de aquel 2012 en que comenzaron un poco de casualidad y otro tanto por causalidad, como Ainda Dúo, con una versión del clásico "Recuerdos de Ypacaraí". En sus comienzos todo era más acústico y con voces que transmitían una gran claridad y simpleza.
Los años trajeron sofisticación, tímbrica vintage muy bien procesada y resignificada para estos tiempos y un trabajo vocal que toma forma en distintas capas. Como ese barniz que embellece la madera aunque le ponga un manto a sus atributos originales.
Durante una entrevista con LA NACION del último año, Yago recordaba los comienzos juntos, y aquel video de "Recuerdos de Ypacaraí" como algo fundacional: "Lo que se ve en el video es el primer gen de Ainda. Era la primera vez que cantábamos juntos. Fue un momento mágico. Se sentía la conexión entre nosotros. El video lo capta de forma increíble". Y Esmeralda daba cuenta de la distancia con aquel primer paso: "Tengo ganas de decirle a esa Esmeralda '¿Qué le pasa señora?, relájese para cantar'. Siete años es un montón. Siento que somos otras personas".
Las voces cambiaron. Todo es parte de una evolución. Entre el tono pastel y el terciopelo, Aida refina disco a disco su propuesta. Se escucha en las canciones y en la manera de ponerlas en un álbum, con las variadas influencias. Desde la drexleriana "Primavera" (incluso en la grabación participó Jorge Drexler) a las escenografías de las "superficies de placer" que se cuelan en "Lado B" y "Tú". Y con el toque personal que, además, es parte de un mosaico sonoro de un tiempo. De este tiempo. Esa especie de conexión que se puede dar con la música de Bandalos Chinos, Zoe Gotusso o la mexicana Ximena Sariñana. Acaso el aporte de Adan Jodorowsky, Pablo Giménez, Nicolas Btesh y Juan Ignacio Serrano (como coproductores del álbum) tenga que ver con parte de esto.
En cierto sentido, Millones puede ser entendido como la exploración de aquel dúo "folk" hacia adentro y hacia afuera, y como una continuación del discurso que iniciaron con Animal. Incluso se podrían establecer links entre canciones de ambos discos.
El tema que da título al disco (que lo abre y luego lo cierra con una versión en portugués) dice: "Una verdad, no se bien qué hacer entre tantos millones de problemas y de canciones". Pero es una licencia poética que no debe ser leída como una autorreferencia. Ainda está reflejado en cuatro discos de estudio y una marcha que siempre va hacia adelante.