Liza se destripa sobre el escenario
Liza Minnelli. Dirección musical y percusión: Michael Berkowitz. Piano: John Rodgers. Coreografía: Ron Lewis. El domingo, en el Luna Park. El jueves 26, a las 21.30, en el Orfeo, de Córdoba. Duración: 120 minutos aproximadamente.
Nuestra opinión: muy bueno
"Mi corazón está cantando por ustedes: por eso estoy de vuelta." Con frases como ésta y reiterados guiños a su situación física, Liza Minnelli explicó por qué está de nuevo sobre un escenario, luego de múltiples operaciones y problemas personales varios. Pero no hacen falta ni esas aclaraciones ni los mimos a Buenos Aires para darnos cuenta de por qué Liza está ahí arriba. Porque nació para estar en un escenario. Y aunque suene a frase remanida, es la pura verdad. Ella es sinónimo de espectáculo, de teatro, de canción.
¿Qué la hace tan especial? Es una gran actriz que canta magistralmente. Sabe muy bien que las canciones cuentan algo y en cada una de ellas encarna el espíritu de un personaje distinto o una situación determinada. Incluso muchos de esos temas pertenecen a comedias musicales; por lo tanto, son pedazos de obras teatrales, y la intérprete pinta el marco exacto para introducir al espectador en el relato cantado de sus criaturas.
El show que trajo a Buenos Aires es parte de Liza´s At The Palace , espectáculo que realizó hace poco tiempo en Nueva York. En un escenario despojado, la hija de Judy Garland y Vincente Minnelli transitó en forma incansable por 17 canciones, acompañada por una orquesta de 12 músicos. Aunque estaba anunciado que Billy Stritch estaría sentado al piano, no fue así y ocupó su lugar John Rodgers, que se volvió partener de la estrella en varios tramos del show.
La diva arrancó con "Teach Me Tonight" y "I Would Never Leave You", pero ya con la hilarante "If You Hadn´t But You Did" el público quedó satisfecho. Minutos después, puso el punto más testimonial y emotivo con "What Makes a Man a Man", una belleza escrita por Charles Aznavour sobre la historia de un muchacho gay.
A su vez, como era de esperar, les dio emotividad, gracia y sentimiento a varios temas de sus queridos John Kander y Fred Ebb que ya son clásicos suyos: "My Own Best Friend" (de Chicago ), "Maybe This Time" y "Cabaret" (de Cabaret ), "Liza With a Z" y "New York, New York".
El tributo a su madre quedó con sentimiento a flor de piel en "Mammy", y en "Alexander´s Ragtime Band", ese clásico del gran Irving Berlin, demuestra que no en vano es la gran estrella de la comedia musical.
Liza deja la vida en el escenario, se destripa y revela sinceridad en sus relaciones más estables: la canción y el público. Y puede que se le resbale una nota y que no sea la cantante más prolija, pero su potencia vocal y su visceralidad consiguen que uno, como espectador, diga sin sonrojarse: "Seguí que te banco a muerte, Liza".
Sobre el final, en el momento del bis, apareció en escena con Juan Carlos Copes, de la mano y visiblemente emocionado. "Esto es cumplir un sueño: estar en un escenario con él", dijo Liza. No bailó. Pero por lo menos cumplió su sueño. Es Liza. La dejamos.
lanacionar