Laura Pausini en la edad de la madurez
La cantante italiana actuará en GEBA la semana próxima, como parte de su gira americana Primavera anticipada Tour
Una voz agradable y pausada, de esas que contienen matices de serenidad y cierta reflexión, se escucha del otro lado del teléfono. Laura Pausini se muestra dispuesta a la charla y responde cada pregunta en perfecto castellano, en el que se percibe el acento ibérico con el que aprendió a hablar este idioma que no es el suyo. Aunque esto no parece ser un impedimento, puesto que canta y habla en varios idiomas: seguramente sus seguidores ya han escuchado sus melodías entonadas en inglés, en francés, en portugués, también en castellano y, desde luego, en italiano, su lengua materna. En entrevista telefónica con LA NACION, previa a su viaje a Los Angeles, donde se presentará esta noche, en la primera actuación de su gira Primavera anticipada tour, Pausini expresó que está "muy entusiasmada" por visitar nuevamente la Argentina –también hará fechas en Perú, Chile, Brasil y México–. "Todos queremos tocar en América latina porque es sabido que tiene uno de los públicos más cálidos del mundo", dice.
El objetivo de esta gira es presentar su último disco, Primavera anticipada, cuyo corte (y el tema que lleva el mismo nombre), grabó a dúo con James Blunt. Para ella, el nombre del disco incluye una estación que representa la serenidad y la paz interior. "Esto es algo que yo sinceramente no había vivido hasta el momento de escribir esta canción, y el disco entero está lleno de estaciones, que representan los tipos de estados del alma, por eso va cambiando la interpretación de las melodías y el contenido de las letras", detalla.
"Primavera anticipada", Laura Pausini junto a James Blunt
–¿Con qué tienen que ver las temáticas que te inspiraron?
–Siempre con las cosas que he vivido, con mis experiencias. Antes eran contadas por una persona más ingenua, pero ahora son las de alguien de 35 años. Gracias a los viajes que he hecho y a la gente que he conocido, he descubierto muchas cosas de mí; sobre todo aprendí a ser más abierta, al poder comparar mi cultura con otras y me he dado cuenta de que mi país es un poco más conservador.
Es inevitable preguntarle por la sensación que le dejaron los premios que alcanzó en su carrera, esa que comenzó en 1993 cuando ganó el Festival de San Remo, que sumó 80 discos de platino y dos premios Grammy; la misma trayectoria que acumuló la venta de 35 millones de discos en todo el mundo y que la mantuvo 34 semanas en el top diez de los discos más vendidos en Italia. "Creo que en todas las disciplinas hay mucho de suerte. También está el talento, claro, pero mucha gente lo tiene. Creo que una vez que la suerte llega a tu vida eres un tonto si no la aprovechas, en el sentido de la riqueza cultural y del aprendizaje", reflexiona.
–¿Cómo vivís los premios?
–Es una responsabilidad. Significan que has trabajado, y que para llegar al próximo, es necesario seguir trabajando y mejorar.
–¿Cómo ha sido tu evolución desde 1993 hasta ahora?
–He nacido tímida y simple, en un pueblito del campo, y no he tenido sueños grandilocuentes. Si he podido ser un poco más segura, más extrovertida, más arriesgada, se lo debo a mi trabajo. Aunque por suerte soy muy curiosa (se ríe).
La cantante pop recuerda que la primera vez que le ofrecieron viajar a América tuvo mucho miedo y dijo que no, pero su familia la convenció para hacerlo. "Ahí me di cuenta de que empezaba otra parte de mi vida y pude descubrir muchas cosas de mí y ampliar mi formación. Hace 18 años que grabé mi primer disco (Laura Pausini), y yo era como hoy son las nenas de doce.
–¿Hay algún género musical que te gustaría explorar?
–En los últimos años comencé a dejarme influenciar y a querer desarrollar ritmos como el swing o el jazz, y pienso en un futuro muy cercano a eso. En noviembre grabaré un disco en vivo en español, y lo haré en vuestro continente, que tendrá tres canciones nuevas que voy a presentar en Buenos Aires.
–¿Con qué músicos disfrutaste compartir escenario?
–Especialmente, con Michael Bublé (grabó junto a él la canción "You’ll Never Find Another Love like Mine"). Es el estilo al que quiero acercarme, el swing.
–En términos de aprendizaje, ¿qué te queda del vivo y del estudio?
–En el proceso de grabación sabes dónde quieres ir, pero también que hay muchas maneras de hacerlo. Es la fase más interesante por el aprendizaje que implica. Cuando lo cantas en vivo ves si la selección de las canciones fue la indicada y cuáles son las que gustan más en cada país.
–¿Hay aspectos en el manejo de tu voz que quisieras modificar?
–Aprendo mucho cuando hago dúos y canto con alguien que no es de mi estilo, por ejemplo, con Bublé o con Gilberto Gil, porque utilizan la técnica vocal de otra manera. Mi manera de cantar es diferente a los primeros discos; siento que era más rígida. Es necesario cantar sin parar, escuchar otros géneros y no tener miedo de probar y que salgan otros registros nuevos y que la voz madure. Puede ayudarte a decir otras cosas y que las palabras tengan un significado más fuerte.
–¿Percibís que tu voz es distinta en los diferentes idiomas?
–Totalmente. En el italiano y español la voz no me sale diferente, no la tengo que pensar mucho. En francés y portugués hay diferentes colores vocales, letras que no se pronuncian igual... los rangos vocales son distintos y se van dando también por los sonidos que la voz debe encontrar.
–Si vamos a un plano más personal, ¿cómo es tu vida cotidiana?
–Me levanto muy tarde. Es que a pesar de tener 35 años, me acuesto a las tres o cuatro de la mañana. Mi madre siempre me dice que no es posible que un adulto tenga mis horarios (risas). Voy mucho a visitar a mis padres a su casa, porque allí tengo mi estudio de grabación. Comprendo todo eso que me dice mi madre... ¡Pero a la mañana no puedo hacer nada! Comienzo a vivir como a las cinco de la tarde. Al menos mi capacidad creativa empieza a esa hora.
–En el librito que acompaña el disco decís "no pido más de lo que tengo"...
–Es una frase que tiene mucha responsabilidad, y puede ser ciertamente pesada, porque tiene mucha melancolía. Significa que me doy cuenta de que lo que tengo es tantísimo... y que en cierto modo estoy lista para morir así, porque mi vida está completa a nivel artístico y laboral. Pero no he cumplido ningún sueño a nivel personal. Esa frase me recuerda que aun no estoy casada, ni tengo hijos.
La vocalista suena conmovida cuando habla de sus afectos y de aquellos aspectos de su vida que aun no pudo completar. "Estoy convencida –confiesa– de que pronto encontraré el equilibrio que me permita tener una familia y seguir haciendo esto que amo."
Para agendar
Primavera anticipada Tour, de Laura Pausini.
GEBA , Dorrego y Freire. Viernes 2 de octubre, a las 21.30. Desde 120 pesos.
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