El grupo toca apenas dos meses después de haber llenado Ferro; además, Piti promete cerrar el año “con un show multitudinario”
Después de haber marcado un hito con su presencia en Ferro (fue la primera banda argentina que debutó en un gran estadio de fútbol desde Callejeros con Excursionistas en 2004), Las Pastillas del Abuelo parece dispuesto ahora contradecir esa misma historia que contribuye a reescribir. Es que, a diferencia de lo que estilan hacer los artistas luego de convocar multitudes en un mismo show, LPDA salió inmediatamente después de gira por Latinoamérica (también por el sur argentino) y ahora vuelve a tocar en Buenos Aires apenas dos meses después de aquella noche histórica en Ferro.
"Queremos aprovechar esta cresta de la ola", explica Piti Fernández, la voz de las Pastillas, acerca de esta decisión que va a contrapelo de lo que se estiló históricamente en el rock criollo: guardarse tras un gran show; un poco para cuidarse y otro tanto -vale decirlo- para especular. "Creo que la única vez que nos guardamos un tiempo largo fue, justamente, antes del show en Ferro. Ahora preferimos hamacarnos en ese impulso y seguir para adelante", agrega Piti poco antes de volver al Luna Park por vez número 14 en su historia, lo cual sucederá este sábado 2 de julio. "Otro de los motivos fue las ganas de devolverles el favor a Los Caligaris, con quienes hicimos un buen intercambio en México, uno de los países de esta gira que también hicimos por Chile y Perú, y que luego seguirá por Paraguay. El Luna Park, después de haber tocado tantas veces, ya es nuestra casa y agradezco al cielo que así sea".
Las Pastillas tiene planeado shows por el interior por lo menos hasta octubre, siempre con el propósito de seguir presentando Paradojas, su último disco, del que además acaban de estrenar un nuevo video (el del corte "Rompecabezas de amor"). En el mapa aparece, como más inmediato, un doblete en Meeks de Temperley para el 14 y 15 de julio, aunque luego seguirán por el resto del conurbano, La Plata, Mar del Plata, Tandil, Entre Ríos, Córdoba y Mendoza, entre otros.
Además de seguir tocando, los planes posteriores de LPDA incluyen la producción de una futura puesta en el Teatro Ciego, donde ya habían estado en 2014 presentando su obra conceptual El barrio en sus puños (que actualmente se sigue realizando, aunque con el disco sonando en sistema sourround). Como en aquella ocasión, nuevamente el grupo trabaja mano a mano con el pintoresco y querible taxista-poeta Beto Sueiro. Y así, como a la pasada, Piti deslizó: "Seguramente cerraremos el año con un show multitudinario".