En 1989 cae el Muro de Berlín, el Ayatola Jomeini condena a muerte al escritor Salman Rushdie por su libro Los versos satánicos y la "Lambada" se transforma en el hit del verano. La canción, interpretada por el grupo Kaoma, creado por dos productores franceses y con la voz de la ignota cantante brasileña Loalwa Braz, vende cuatro millones de discos en todo el mundo. De golpe, ese desconocido ritmo del nordeste brasileño con una danza sensual y exótica, está en boca de todos.
El tema en cuestión se basaba en la versión de la lambada "Chorando Se Foi", grabada originalmente por la brasileña Marcia Ferrerira. Los productores franceses Jean Karakos y Olivier Lorsac escucharon esa pegadiza melodía durante un viaje a Porto Seguro (Brasil) y vieron la mina de oro de la canción. Le cambiaron el título, usando la denominación genérica de lambada y la registraron en Francia bajo el nombre de un autor ficticio llamado Chico de Oliveira (seudónimo que escondía a Olivier Lorsac). Con el apoyo de la televisión francesa y la compañía CBS, el tema tuvo un impacto global. Hasta se filmaron dos películas -Lambada y El baile prohibido- tomando como base el único tema popular del disco Worldbeat de Kaoma.
La mano mágica de un argentino
El dúo de productores franceses pensaba sacarle el jugo al fenómeno. Durante el viaje al nordeste brasileño donde habían descubierto este género popular y urbano, surgido a mediados de los años setenta en la zona de Belém (Estado del Pará), Karakos y Lorsac decidieron comprar los derechos de unas 400 lambadas por unos 200 mil dólares. Con ese patrimonio musical adquirido volvieron a Francia y registraron el nombre de lambada en el Instituto de la Propiedad. "Uno de estos productores franceses siempre andaba a la pesca de algún tema que la pegara en verano", recuerda ahora el bandoneonista argentino Juan José Mossalini.
El músico, radicado en París, fue reclutado a través de un amigo en común para grabar el demo de la famosa canción. "Encontraron el grupo de una cantante brasileña que estaba buscando laburo en Paris y la conectaron. Como les hacía falta otro color musical me llamaron para poner el bandoneón. No había guita, ni partitura, ni nada. Yo improvise el tema y así quedó finalmente en la canción. Terminé y me olvidé. Nadie se esperaba el impacto que tuvo", cuenta Mossalini.
Unos meses después el bandoneonista estaba pescando durante unas vacaciones en Mallorca cuando se le pone al lado un yate. "Había una fiesta arriba del barco y cuando tiran el ancla escuchó el sonido del bandoneón. 'Ese soy yo', pensé y me acordé lo que había grabado meses antes. Después vino todo el suceso", rememora. A pesar que la popular introducción con el bandoneón fue su creación y marcó la tónica original de la "Lambada", Mossalini no cobró un porcentual por su participación dentro del tema. Sí reconoce que recibió una pequeña compensación y "una cena, nada más". Incluso recuerda que lo llevaron a tocar a Inglaterra. "No les quedó otra, porque ellos estaban acostumbrados a hacer el playback de la música y tenían una mujer que hacía que tocaba un bandoneón de plástico. Pero en Inglaterra no podían tocar así y me contrataron para tres conciertos", responde desde Francia.
La expansión global del género, que mezcla ritmos del norte brasileño como el carimbó, el zouk africano y el merengue antillano, se despertó con el grupo Kaoma y su único éxito, "Lambada". La canción ocupa los primeros lugares en Francia, España, Alemania, penetra en la cultura asiática y rápidamente se expande a Estados Unidos donde ocupa el puesto número uno en el Billboard Latin Musica Chart.
En Brasil, la lambada genera una moda pasajera y en cada disco de ese año se incluye una canción con ese ritmo. Hasta ese momento, la lambada (nombre que se le adjudica a un dj de Belém) no había salido de su zona de influencia, desde la región del Amazonas hasta ciudades como Recife, Fortaleza y Salvador de Bahía. Recién a mediados de los ochenta, la lambada se escuchaba en las discotecas de Río de Janeiro y San Pablo.
Acusaciones de plagios y fin del boom
La dupla de productores Karakos y Lorsac explotaron la marca "Lambada" hasta que, un año después, los hermanos Gonzalo y Ulises Hermosa del grupo boliviano Los Kjarkas, acusaron de plagio al conjunto francés Kaoma y pidieron una indemnización de un millón de dólares por la utilización de su canción "Llorando se fue".. De hecho la versión de "Chorando Se Foi", de Marcia Frerreria, era una traducción brasileña de la saya boliviana compuesta por Los Kjarkas muchos años antes, en 1981.
La melodía de "Llorando se fue", una nostálgica canción andina que describía una historia de amor, había nacido en los ensayos del conjunto. Ulises tocaba el motivo del tema en los instrumentos de vientos hasta que un día Gonzalo decidió ponerle letra para completar material del quinto disco del grupo, Canto a la mujer de mi pueblo. Antes que se conociera el fraude de Kaoma, (que había usado la misma melodía y la letra del tema original de Los Kjarkas, pero le había cambiado el ritmo de saya por lambada), Los Kjarkas ya eran uno de los grupos más conocidos y populares de Bolivia. También, desde los setenta, su fama se extendía por toda América Latina, Europa y Japón.
El grupo francés cayó en desgracia tras conocerse el plagio y desapareció de la industria. En 2017, la cantante brasileña Loawla Braz, que se hizo popular por ser la voz de "Lambada" y grabó apenas cuatro discos más (el último, en 2011), apareció muerta en un vehículo incendiado en Saquarema, a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro. Un ex empleado y su cómplice entraron a la posada donde Braz vivía y la mataron
El efecto lambada
Uno de los éxitos de la lambada no solo radicó en la música original de Los Kjarkas, sino en la coreografía del baile, sensual y exótico, que quedó plasmado en el video de la canción. Allí participaba una pareja de niños, Chico y Roberta, que imitaban el baile de los adultos y que en su momento despertó cierta polémica.
Chico (Washington Oliveira) tenía 10 años cuando grabó el video. Roberta (Roberta de Brito) tenía 12. Tras su inesperado ascenso a la fama por el video formaron un dueto que tuvo relativo éxito en su país hasta que la fiebre por el hit terminó. Actualmente Chico tiene 37 años, trabaja en marketing y es pastor en una iglesia evangélica. Roberta tiene 39, vive en Brasilia y tiene su propia clínica veterinaria.
Muy distinto fue el destino de Los Kjarkas. La justicia reconoció el plagio de Kaoma y el caso generó un nuevo interés por la composición original del grupo boliviano, que tiene versiones en cuarenta idiomas.
En 2011, Jennifer López le pidió permiso al grupo para usar un sampler de la melodía de "Llorando se fue" en "Get on the floor", que tuvo más de 300 millones de reproducciones en Youtube. Mientras que en 2017 la cantante Silvia Perez Cruz sacó del olvido la versión en portugués de "Chorando se foi", en su elogiado disco Vestida de nit. A comparación del hit de verano de Kaoma, la canción de Los Kjarkas que "inspiró" el éxito mundial de fines de los ochenta sigue siendo un clásico y cada tanto regresa a los primeros planos.
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