Lali en el Luna Park: el gran show de la chica carismática y candente que salió de Parque Patricios para convertirse en estrella
La cantante y actriz brindó este jueves la primera de sus dos presentaciones previstas en el microestadio porteño, en el marco de su gira Disciplina Tour
- 3 minutos de lectura'
“¿Acaso están listos para el mejor show de sus fuckin’ vidas?”, pasaron apenas dos temas del show y Lali Espósito saluda a su público con una pregunta que es invitación, advertencia, afirmación y profecía autocumplida. Porque sí, probablemente sean varias las personas que, dos horas más tarde, se vayan del Luna Park con la certeza de haber presenciado el mejor show de sus vidas.
Porque para eso trabaja Lali, con una entrega total que va de la risa al llanto y del llanto al baile. Su propuesta se convierte en despliegue de inmensidad pop que puede no seguir una línea de continuidad porque el pop no necesita justificarse, necesita ser y punto. Por eso puede comenzar con la estética de sodomización industrial de “Disciplina” en la puesta en escena y tocar el tema recién en la segunda mitad del show que comenzó con “Eclipse” y “Asesina”, luego de que ella bajara desde una estructura colgante que la dejó en medio del escenario y tiempo después la tendría sobrevolando el público del campo para cantarle de cerca a la platea.
Con más de cinco cambios de vestuario que sirvieron como transiciones que marcaron los cambios de escena, Lali se paseó por un repertorio que incluyó gran cantidad de temas de Libra (su disco de 2020 que por la pandemia no pudo presentar en vivo), repasó viejos hits y también de los nuevos, todos entregados y recibidos con igual intensidad. “Histeria” e “Irresistible” recuperaron sus incursiones pseudo disco con el perchero lleno de ropa sobre el escenario como gesto de metadiscurso glam, enseguida “Ego” la tuvo en plan balada Disney, y poco tiempo después Mau y Ricky se sumaron a la celebración en “No puedo olvidarte”.
Entre medio de cada tema, los comentarios de Lali terminaron de pintar su personalidad escénica. Una diva autóctona que se pasea cómoda por el stardom argentino gracias a sus localismos de clase media. Una naturalidad que la vuelve terrenal, alcanzable y amigable que se come las eses pero se calza un vestuario de vinilo para ser una femme fatal implacable. “¿Estás cagado en plata, mi amor?” le bromea a alguien del público que le arroja su celular para que ella se saque una selfie y se lo devuelva. Y acto seguido levantar una bandera LGBTIQ+ para pedir que se celebre el mes del orgullo, pero desear, más que un feliz mes “una feliz vida”, y entonces comerse el escenario con “Caliente”.
Después del momento íntimo con “No estoy sola”, “Disciplina” retomó la estética de metales, grises y cadenas en las pantallas para que Lali se plante como dominatrix. A partir de ahí, el escenario se volvió pista de baile con intensidades de música dance en “Es ahora”, “Único” y “A bailar”. Barra de tragos, todo su equipo arriba del escenario y los músicos fuera de sus posiciones para que el baile sea de todos.
Sobre los bises, “Laligera”, el más pedido por el público, mostró a la Lali capaz de procesar la bailanta y reírse de sí misma sin perder sensualidad. La misma que poco antes le había cantado al perfume Channel N°5 aspirando las eses en el gesto que la pinta de cuerpo entero: la chica carismática y candente que salió de Parque Patricios para absorber todas las luces sin olvidarse del barrio. En el medio todo lo que es el pop, elitista y popular, como tiene que ser. Sin dar explicaciones y riéndose en la autoconciencia. Un juego que Lali, acá en Argentina, parece jugar mejor que nadie.
Otras noticias de Lali Espósito
Más leídas de Música
“Había otro como yo”. Un grabador Geloso, una amistad de casi 60 años y el secreto para retomar cada tanto los clásicos de Pedro y Pablo
"Un fenómeno de verdad". Nació en el conurbano, se exportó a Europa y hoy tendrá su “Lolla” en el Autódromo
Esperado debut en el Colón. El pianista Hyuk Lee, sobre la fábrica de estrellas clásicas de Corea: “Ganar es la consecuencia natural del trabajo”
Carlos Bisso, el enigmático. El éxito con Conexión N°5, la leyenda del guante negro y un disco oculto durante medio siglo