Lali, Barbi, Cazzu: las chicas empoderadas de Lollapalooza
Bien producida, con coreografías intensas y un set a prueba de fallos, Lali desembarcó en el Main Stage 2 a las 14 45 y, durante una hora, la embajadora intergeneracional del pop local cautivó a la mayor parte del festival con sus hits más bailables. "OMG" inauguró el show, que continuó casi sin cortes entre canción y canción con "A bailar", "Histeria" y "Soy". En estos hits de sus discos anteriores de pop más puro, Espósito dejó en claro que es una "triple amenaza": perfeccionó su técnica vocal a lo largo de los años; no tiene nada que envidiarle a las bailarinas que la acompañan; y su gracia como intérprete convierte un show híper ensayado en un evento espontáneo y desacartonado. Conectada con cada detalle, Lali siguió con las canciones de influencia más latina y urbana de Brava, su último disco, como "Besarte mucho", en la que coquetea tanto con el bolero como con el rap, y como los reggaetones "Somos amantes" y "Sin querer".
Después de un separador, Lali volvió al escenario con su fase más electropop: "Boomerang", "Soy mi religión", convertida en un remix dance, "Soy tu asesina" y "Bésame". Luego de varios minutos de pocas palabras, dirigidas a arengar al público, Lali dedicó un momento a presentar "Tu revolución". "Nos olvidamos que el otro es igual que nosotros. Ojalá vivamos cada vez mejor y no cada vez peor", dijo antes de que el escenario se tiñera de luces verdes. Al terminar, dirigió el micrófono al público, lleno de chicas adolescentes que cantaban: "Aborto legal en el hospital". Aunque parecía que el cierre iba a ser con el pop trapeado "Tu novia", la artista siguió imparable, frente al calor y las exigencias coreográficas, con dos colaboraciones recientes. El estreno nacional de "Lindo pero bruto", el single junto a Thalía, fue una de las más coreadas y el momento estelar para los dotes humorísticos de Lali, que surfea entre todas sus facetas con transparencia y naturalidad. Lo último que el Lolla vio de la performer fue "Caliente", la canción junto a la drag queen brasileña Pabllo Vittar, que continuó sonando mientras la protagonista se retiraba bailando del Main Stage 2.
Las primeras chicas del domingo
El sol de las 12 30 no parecía el ámbito habitual de Naomi Preizler y su tapado de confeti plateado cuando se presentó sobre el Perry’s, en el comienzo del tercer y último día de la sexta edición de Lollapalooza Argentina . Con una peluca fucsia y un body gris que la cubría por completo, la modelo internacional que dejó todo para ser cantante en Buenos Aires presentó las canciones de su disco Strass, de 2017. Preizler arrancó con "Brilla", acompañada por cuatro bailarinas cancheras pero un poco descoordinadas, una baterista, una DJ y un guitarrista. Siguiendo la coreografía con algo de desgano y arrastrando las palabras, estableció el pop-trash como su estilo. La cantante continuó con "Nueva generación", a la que introdujo arengando a quienes "tienen ganas de romper los moldes".
El cover de "Paper Planes", de M.I.A. que deriva en otra cosa parece ser la presentación de principios de Preizler. "Decile a tus viejos que se dejen de joder y te acompañen", "inmigrantes somos todos", "te bardean si cobrás, si te violan y abortás", son algunos de los versos que dejan en claro que Naomi se hace cargo del poder político de su voz dentro del clima de época. Por momentos, las ideas que trata de transmitir se pierden entre los bajos, como su venganza al mundo del modelaje, "The New Face", o "Obsesión", a la que adelantó como una deconstrucción del amor romántico. Tink, la freestyler y host de Batalla de gallos, se lució como invitada improvisando versos feministas que arengaban la participación de mujeres en el rap. Luego, Naomi siguió con "Tan común" ("el rol de los varones en la lucha tiene que ser este"), y la cerró refiriéndose a la poca importancia del dinero, el éxito y los seguidores de Instagram. La primera media hora de su show la terminó acompañada del rapero Under MC, mientras dos de sus bailarinas copaban el escenario y se llevaban el protagonismo a fuerza de twerking. No es arbitraria la invitación de dos raperos para una artista a la que le importan las palabras, pero algunas de estas ideas pasan inadvertidas en la desprolijidad performática de Naomi Preizler.
Mientras tanto, a las 13 se subía al Main Stage 1 Barbi Recanati. La guitarrista y cantante que lideró Utopians durante más de diez años disolvió la banda en 2017 luego de, en un gesto paradigmático, desvincular a su guitarrista por denuncias de acoso a menores de edad. El año pasado volvió con su proyecto solista, en el que la acompañan dos miembros de su ex banda, y lanzó el EP Teoría Espacial. Recanati arrancó desplegando su rock-punk virtuoso con la canción que le da nombre a su nuevo trabajo y en la que repite: "Todo lo que nos pasó no puede ser peor, no puede ser mejor". Sin visuales que la acompañen, con pocas palabras, y ninguna parafernalia, Barbi dijo su nombre frente al público del Lollapalooza, antes de continuar con sus nuevas canciones de ira y desapego ("que tengas una buena vida, la mía me la quedo yo", cantó en el escenario principal del festival). La canción final se la dedicó a "todas las pibas, los pibes y los que no son ni pibas, ni pibes", antes de concluir: "no voten a Macri". "¿O no lo ves? Se va a caer, se va a caer", cantó Recanati en "A la luz". La rockera que marca agenda en un ámbito invisibilizador para las mujeres se retiró del Main 1 sin saludar ni agregar nada más que su fuerza arriba del escenario y las letras de sus canciones.
Cazzu
La número uno del trap nacional, Cazzu, abrió la noche del Perry’s delante de visuales color rosa y rodeada de sus bailarinas que por momentos parecían imitar a ninjas. Los adolescentes se agolparon frente al escenario destinado al género urbano, a medida que iba oscureciendo, y ya estaban coreando para "Ay, papi", uno de los primeros temas de la jujeña y en el que le cedió el micrófono a la Joaqui. Lo que siguió fue "Maldades" y "Hello Bitche$", un himno a sus amigas en el que arengó al público a sabérselo de memoria y repetirlo "como el padre nuestro". Las chicas recubiertas en glitter arengaron en "Toda" y en "Loca", las dos colaboraciones que más alto rankearon del repertorio de Cazzu, y en las que la trapera se destaca por la doble capacidad que no muchos tienen en el género: no sólo rapea con ritmo, sino que puede cantar. "¿Cuántos conocieron el trap argentino con esta canción?", preguntó luego de "Loca", y mientras tanto los traperos del momento se subían al escenario para su último hit compartido, "Tumbando el club". Duki, Neo Pistea y Khea fueron algunos de los que coparon el escenario y dejaron al público a los saltos para "Mi cubana", la colaboración que Cazzu llevó adelante sola, y para su hit final: "Chapiadora". Su celebración del éxito y la plata que la puso en la cima del trap fue uno de los momentos más coreados. "Las que cuentan money son las que no lloran", cierra la canción. "No se olviden de eso", le gritó a las chicas adolescentes que rodearon el Perry’s antes de dejar el escenario. Como se había definido ella misma unos minutos antes: Cazzu es una gangsta.
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