La "verdad histórica" del Zorzal Criollo
Hoy termina el congreso gardeliano
¿Es necesario un congreso internacional de una semana de duración para saber "quién es Carlos Gardel"?
Sin duda, el Centro de Estudios Gardelianos, creado el último año, da pruebas suficientes para el desarrollo de una serie de jornadas que concluirán hoy, con la intención de exponer la "verdad histórica" y desestimar diversos comentarios en torno de la vida del Zorzal Criollo.
Su presunta estada en una cárcel del sur argentino o las dudas acerca de su nacionalidad que dividen a argentinos y uruguayos son por estos días materia de debate. "El Centro de Estudios Gardelianos fue creado con el fin de llenar un vacío que entendemos que hay respecto de la defensa del patrimonio cultural argentino. En este caso, Carlos Gardel", dice Enrique Espina Rawson, presidente de esta institución sin fines de lucro. "¿Qué hay que defender? -continúa el estudioso-. Hay polémicas generadas de forma mediática respecto de su nacionalidad y de diversas circunstancias de su vida. Gardel no es uruguayo ni francés sino argentino por la sencilla razón de que se nacionalizó en 1923. Decimos que es ciudadano argentino y que como cantor argentino se presentó en el mundo. Existe una declaración suya que los uruguayos toman al pie de la letra -dijo haber nacido en Tacuarembó, aunque no existe documentación que lo acredite-. Todo se puede discutir porque para eso venimos a este congreso, pero lo que no tenga documentación carecerá de fundamento."
Tras la muerte de Gardel se conocieron el testamento -hasta entonces guardado en una caja de seguridad del Banco de Boston-, su nombre verdadero, Charles Romuald Gardes, la fecha y el lugar de su nacimiento. Con la investigación que de allí se desprende se descubre en Toulouse su certificado de bautismo y en el Hospital de la Greve su partida de nacimiento.
"El juez argentino acepta esos documentos como válidos -explica Espina Rawson-. Además, cuando se abre la sucesión en el Uruguay un juez cita a herederos, pero nadie se presenta. Lo que se pierde ante la evidencia se gana por los rumores o los malentendidos. Por eso hay que atenerse a los hechos. Incluso nosotros hemos pedido el examen de ADN para determinar la compatibilidad genética con su madre (Berta Gardés). Queremos rescatar la herencia cultural que nos dejó Gardel como un patrimonio argentino. Nos atenemos exclusivamente a la verdad, no a actos de fe. Porque la historia no se cambia con eso ni con medidas voluntaristas o porque el Congreso uruguayo declare a Tacuarembó la cuna del tango."
Las jornadas tomaron temperatura cuando representantes del Uruguay realizaron su exposición en el congreso. "Se pretendió negar la autenticidad del testamento de Gardel ameritado por la Justicia", asegura Espina Rawson.
El tema volvió a ser noticia meses atrás, cuando la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados del Uruguay recomendó que se realizara un examen de ADN a los restos del coronel Carlos Escayola y a María Lelia Oliva, sepultados en Tacuarembó, quienes según versiones habrían entregado al niño a la francesa Berta Gardés. El motivo habría sido evitar la condena moral. El coronel y Leila Oliva eran cuñados.
Por otra parte, la incorporación semanas atrás de la voz de Gardel al Programa Memoria del Mundo de la Unesco fue una iniciativa del gobierno uruguayo.
Continúan las polémicas
La polémica sobre la nacionalidad protagoniza el congreso gardeliano, aunque hay mucho más para decir. Durante la última semana el temario incluyó la relación de Gardel con la lírica; la voz y la personalidad del cantor; qué se dijo y se escribió después de su muerte; los peritajes de su testamento, y los análisis fisonómicos de Gardel y de su madre. Además, algunas exposiciones intentaron rebatir las teorías sobre la detención del cantor en una cárcel patagónica. "En Ushuaia se muestra la celda donde estuvo Gardel. Por eso nos dirigimos al gobernador de Tierra del Fuego para que nos diga qué registros tienen. Son todas leyendas negras."
Otro de los temas que se analizan es la legislación que obligó a Gardel a ocultar su verdadera nacionalidad: "Tuvo que embarrar la cancha para que no lo sindicaran como un desertor de la guerra y del servicio militar francés".
El congreso cuenta con el auspicio de las secretarías de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de la Nación, la Dirección de Música del gobierno porteño y la Casa Museo Carlos Gardel. Quienes deseen asistir a los debates pueden ir al local La esquina Carlos Gardel (Anchorena y Pje. Carlos Gardel) hoy, de 14 a 18. La entrada es libre y gratuita.
lanacionar