La tristeza por ver llover en soledad, sin la compañía de su amada y la más romántica de las canciones de Armando Manzanero
Luego de recibir la paga de sus tres empleos como músico, “El Rey del Romanticismo” visitó un restaurante de la ciudad de México, aunque nadie pudo acompañarlo; aquella soledad acentuada por la lluvia lo llevó a componer una de las más grandes canciones de su extenso repertorio
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“Esta tarde vi llover, vi gente correr / Y no estabas tú / La otra noche vi brillar un lucero azul / Y no estabas tú /La otra tarde vi que un ave enamorada /Daba besos a su amor ilusionada /Y no estabas / Esta tarde vi llover, vi gente correr / Y no estabas tú / El otoño vi llegar, al mar oí cantar / Y no estabas tú / Yo no sé cuánto me quieres /Si me extrañas o me engañas /Solo sé que vi llover, vi gente correr / Y no estabas tú”, apuntó el compositor mexicano Armando Manzanero allá por 1967 sentado a la mesa de un restaurante, y aquellos primeros versos pronto se convertirían en una de las canciones más recordadas de todo su repertorio, junto a otros clásicos como “Adoro”, “Contigo aprendí” o “Somos novios”, entre más de cuatrocientas composiciones de su autoría que lo posicionaron como un ícono de la balada romántica en español. Una obra musical de un preciosismo tal que hasta un músico como Bill Evans llegó a incluirla en su repertorio.
Corría una tarde de octubre en Ciudad de México y Armando Manzanero se dirigía al Cabaret de La Fuente, un centro de espectáculos ubicado en Insurgentes Sur 890, en diagonal con avenida San Antonio. Por aquellos años, Manzanero trabajaba en una editorial, hacía arreglos musicales a pedido y por las noches tocaba sus canciones en un club. Estaba entusiasmado, porque ese mismo día le habían pagado su sueldo en estos últimos empleos. Cuando llegó a su destino, se reunió con la cantante puertorriqueña Carmita Jiménez, con quien venía trabajando en una serie de composiciones. Ahí ella también le pagó por su colaboración.
“Tenía dinero, mucha pachocha”, comentó en una entrevista televisiva en el Canal 2 de su país. Enseguida buscó un teléfono y llamó a su casa para invitar a su familia a comer, pero la respuesta no tardó en llegar del otro lado de la línea: “Ya se fue la señora María Elena, llevó a los niños al cine”, le dijeron. Luego llamó a un colega de aquel entonces, el músico Alfonso García, pero su secretaria le respondió que tampoco se encontraba: “Don Alfonso fue a comer con José Alfredo Jiménez porque le fue a renovar su contrato, y cuando comen no regresan pronto”. Sin perder su entusiasmo hizo una llamada más a la casa de su madre, que inmediatamente le advirtió: “Si quieres venir, trae un par de huevos fritos. No cociné porque tu padre salió a dar clases de guitarra y no viene a comer”.
Tras la imposibilidad de reunirse con alguien cercano, Manzanero decidió comer solo. Cruzó en dirección al Doral, un restaurante emblemático que gozaba de popularidad y se sentó junto a la ventana. Si bien transcurría el mes de octubre de 1967 y no era época de lluvias, enseguida comenzó a llover mientras todo el mundo corría a resguardarse del chubasco.
Al ver aquella escena que se desarrollaba frente a sus ojos, esbozó las primeras líneas de lo que más tarde se convertiría en uno de los sencillos más celebrados de su repertorio: ‘Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú’”.
“Ver llover es muy bello, es hermoso, pero cuando ves llover y estás sentado con alguien, estás tomando un café o comiendo, la lluvia sabe diferente a cuando estás solo. ‘Esta tarde vi llover’ es un estado de soledad absoluto y total. ¿Cuánta gente existe que llega a un país y tiene una magnífica tarjeta de crédito, muchos dólares, pero no tiene con quien estar?”, reflexionaba Manzanero en aquella entrevista.
Con el transcurso de los años, “Esta tarde vi llover” se convirtió en uno de las canciones más recordadas entre más de cuatrocientas composiciones propias que lo impulsaron como un ícono de la balada romántica en habla hispana, composición que a su vez fue interpretada por decenas de prestigiosos artistas como Roberto Carlos, Julieta Venegas, Pablo Milanés, Tony Bennett, Fito Páez, Alejandro Sanz, Isabel Pantoja, incluso Café Tacuba, que también alcanzó el primer puesto en la lista de las 50 canciones latinas en el ranking de Billboard, que abarcó obras desde 1920 hasta 2015.
Nacido en Mérida, Yucatán, sin dudas el maestro Manzanero es uno de los grandes compositores de lengua española que se destacó también como cantautor, músico y productor musical, mayormente conocido como el “Rey del Romanticismo”. Inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes a la edad de ocho años y para cuando contaba 16 ya era reconocido como un virtuoso del piano. A los 22 años fue nombrado director musical de CBS Internacional en Ciudad de México y durante las décadas de 1950 y 1960 compuso temas por encargo para grandes figuras de la música latinoamericana como Los Panchos, Olga Guillot, José Alfredo Jiménez, Raphael y Pedro Vargas, además de Elvis Presley, Andrea Bocelli, Libertad Lamarque, Luis Fonsi, Tito Rodríguez, Roberto Carlos, Andrés Calamaro, Cristian Castro, Paulina Rubio, Ricardo Montaner, Miguel Bosé, David Bisbal y Luis Miguel, entre tantísimos otros.
Tras su muerte, acontecida la madrugada del lunes 28 diciembre de 2020 luego de contagiarse de Covid-19, varias celebridades se pronunciaron para lamentar su partida. La Sociedad de Autores y Compositores de México que él presidía convocó a través de las redes sociales a homenajearlo con una de sus canciones emblemáticas y se invitó a todos los mexicanos a despedir a la leyenda musical cantando “Esta tarde vi llover”, aquella famosa canción compuesta en 1967.
“Hoy, a las 20 horas, abre tu ventana y canta en homenaje a Armando Manzanero. Podemos crear el coro a distancia más grande del mundo para que se escuche hasta el infinito y acompañe al maestro en su viaje”, rezaba la convocatoria, como una sentida despedida el día de su partida, y sin dudas plasmó la expresión de un estado de ánimo universal.
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