José Palazzo, promotor de shows y productor del festival Cosquín Rock, se refiere a la salud de Charly García en calidad de amigo; la polémica desatada tras los dichos de Fabi Cantilo y Fernando Samalea y la palabra de la hermana del ídolo, Josi García Moreno
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En octubre suele haber novedades de Charly García. Es el mes de su cumpleaños y todos los 23, cuando llega un nuevo aniversario de su nacimiento, el entrañable autor de clásicos como “Yendo de la cama al living” y “No soy un extraño” se dispone a celebrarlo con amigos, con aliados y con su familia. Esta vez, las “novedades” se adelantaron: Fabiana Cantilo habló del ídolo en una extensa entrevista con LA NACION en la que repasó muchos temas, pero la sola mención de que no podía visitar a Charly caló hondo, despertó un gran debate público, llevó a músicos muy cercanos y ligados a él, como Fernando Samalea y Pipo Cipolatti (también en diálogo con este medio) a expresar su opinión y hasta alimentó la creación de una cuenta anónima en Instagram y de un hashtag, #FreeCharly.
“No me lo dejan ver y ya dejé de insistir. Fito (Páez) está en contacto con la situación. No sé si no me quieren. Es raro todo. Ojalá pueda reencontrarme. Es triste”, comentó Fabiana Cantilo en la entrevista que este medio publicó el 23 de septiembre y que funcionó como inesperado disparador para que músicos y fans se expresaran. “Lamentablemente, somos demasiados los músicos amigos de Charly a los cuales se nos impide verlo”, escribió Fernando Samalea en Facebook. El baterista y bandoneonista, músico vinculado a Charly intermitentemente desde mediados de los 80, desde aquella celebrada formación de su banda de acompañamiento Las Ligas, había sido entrevistado por LA NACION el 12 de septiembre y había dejado un dato que en ese momento pasó inadvertido. “Con Charly toqué la batería en los últimos discos, Random y el próximo que todavía no aparece, pero también otros instrumentos. La banda, para los 70 años, con (Alfredo) Toth, (Pablo) Guyot, Hilda (Lizarazu) y Rosario (Ortega) fue algo hermoso”.
Dos ventanas imaginarias se abren a partir de esas palabras de uno de los grandes aliados que Charly García ha tenido en las últimas cuatro décadas. Por un lado el recuerdo de esa larga jornada bellísima en la que miles de fanáticos participaron de la serie de conciertos gratuitos que homenajearon al autor de “Yendo de la cama al living”. El hombre del bigote bicolor cumplía 70 años y, como no podía ser de otra forma, aunque no estuviera anunciado subió sorpresivamente al escenario para tocar con sus músicos, entre los que también se encontraban Fito Páez y el “Zorrito” Fabián Quintiero, e interpretar una vez más en directo -y hasta aquí por última vez- clásicos adheridos a nuestro cancionero popular como “Cerca de la revolución”, “Promesas sobre el bidet”, “Raros peinados nuevos”, “Demoliendo hoteles” y, como bis, “Canción para mi muerte”.
La segunda ventana que se abre de par en par a partir de las palabras de Samalea viaja directo al presente. O al futuro. Cuenta que grabó para el nuevo disco, que como el mismo Charly se encargó de contar en varias ocasiones se llamaría La lógica del escorpión. Algunas fuentes consultadas por este medio indican que el álbum tiene ya un largo proceso de grabación de prácticamente cuatro años, con retoques varios. Pero no extraña a quienes siguen de cerca la trayectoria del autor de La hija de la lágrima. Historias similares esconden las grabaciones de Kill Gil (2010) y Random (2017). Según pudo saber LA NACION, el álbum ya está listo pero aun no ha sido entregado a la discográfica, Sony Music. De todos modos resta algo tan o más importante y es la firma de un contrato para que la obra pueda ser editada. El acuerdo con el sello es “disco por disco”, según señaló una fuente confiable consultada por este medio, por lo que Charly o un apoderado del artista debería sellar el vínculo primero para que luego La lógica del escorpión vea la luz.
El testimonio de José Palazzo
“El entorno de García está integrado por Mecha, Tato, los médicos y los familiares de Charly”, cuenta José Palazzo, el productor de Cosquín Rock y responsable de buena parte de los shows que Charly dio en la última larga década. “Desde que dejó de tocar lo veo como un amigo cuando vengo a Buenos Aires”, señala el promotor cordobés en diálogo con LA NACION. “Tengo contacto directo con Mecha y con Tato, que es su asistente. Charly está en una situación de salud compleja. No soy médico ni puedo emitir partes, pero está con posibilidades de ir al estudio de vez en cuando, que es lo que hace. Pero no es el entorno sino en gran medida Charly, que no está con tantas ganas de recibir visitas”.
José Palazzo, quien este fin de semana organizó dos shows de Don Osvaldo en Montevideo, cuenta que es una de las personas que tiene “línea directa con Mecha”, como también la tiene Fito Páez. “Sin sonar pedante, no recibí muchos llamados de Fabi Cantilo para visitarlo. Tampoco sé si Charly iba a querer juntarse con ella en su casa. Charly no está en un momento de querer socializar. Fabi quiso expresar que no es fácil ir a verlo, pero de ahí a decir que está en aislamiento, en una prisión, es un disparate. Sin pertenecer a quienes se hacen cargo de él de lunes a lunes, me considero amigo y, dependiendo de la agenda, cuando estoy en Buenos Aires paso a saludarlo”.
Sobre el tema recurrente de quiénes pueden visitarlo y quiénes no, Palazzo corre del centro de la escena a Mecha Iñigo y ubica allí al propio García. “En muchos de los casos el que dice que no es Charly. Él dice ‘mejor no’ y sabemos que cuando dice que no, es no. Que los fans se queden tranquilos. Está recibiendo un tratamiento médico que corresponde, tiene asistencia las veinticuatro horas de personas que lo quieren y de profesionales”.
Como todos los que lo rodean y como su enorme legión de seguidores, el productor cordobés no descarta la posibilidad de que Charly vuelva a subir a un escenario. “No descarto nada. Está en su casa, va al estudio, no con la asiduidad de antes, pero va y es un ámbito al que le gusta ir. Como amigo, cuando lo veo hablamos un rato, hacemos planes que nunca se van a cumplir y esas cosas”.
La palabra de Josi García Moreno, hermana de Charly García
Consultados por LA NACION, los familiares de Charly no quisieron hacer declaraciones luego de la nota que Josi García Moreno le brindó a Clarín. Visiblemente molestos por los dichos de Fabi Cantilo y otros artistas, expusieron su visión y se mostraron unidos detrás del testimonio de Josi, la hermana menor de Charly. Tanto la pareja del músico, Mercedes “Mecha” Iñigo, como su hijo Miguel y sus hermanos y sobrinos, optaron por no hacer más declaraciones. Lo mismo sucedió con los músicos consultados, como Hilda Lizarazu, Pedro Aznar y Nito Mestre, entre otros.
“Charly está con tratamiento y con kinesiólogo todos los días. No quiero hablar de eso porque me parece que él tiene derecho a contar lo que quiera contar. Yo lo voy a ver, le aviso a Migue que estoy ahí, sube dos pisos y tomamos la leche todos juntos. Estamos ahí, cuidándolo y acompañándolo para que se recupere”, comenta Josi García Moreno en la entrevista publicada por Clarín. Luego, expone parte del enojo que le provocó a la familia las recientes declaraciones y la suerte de debate que se abrió en los medios, con comentarios incluso de artistas no tan cercanos al autor de “Rasguña las piedra”, como Nacha Guevara. “Lo molesto es que digan que somos un entorno. ¡Somos la familia y estamos acompañándolo! También es molesto que ciertas personas salieron a decir cosas, y ya Charly llamó a algunos y tuvo su intercambio de palabras. Cualquiera que haya ido a los cumpleaños o a verlo últimamente, como David Lebón, Fito Páez, Hilda (Lizarazu), León (Gieco) o los Ortega (Palito, Julieta y Rosario), saben que estamos y que no estamos preocupados sino que estamos ocupados, ocupándonos de ayudarlo”.
Conocida es la historia de desencuentros entre los García Moreno. Tanto Josi como Daniel, hermanos de Charly, estuvieron décadas distanciados del artista. También su hijo Miguel se peleó y se distanció de él. Tras la última internación y el apoyo de Palito Ortega, quien cobijó en 2009 a Charly en una quinta de su propiedad, en Luján, la familia se reencontró y reparó los lazos afectivos con el músico.
“Mecha también ayudó para que nos volvamos a ver, y yo terminé viéndolo bastante, después de muchos años. Estuve en cada visita de los médicos, cada internación y cada cumpleaños. Incluso el mío lo pasé en lo de Charly mirando el Mundial. Estoy para lo que haga falta”, suma Josi en la misma entrevista.
Los últimos años de Charly
Para sus 70 años y como mencionamos antes, Charly fue homenajeado en el CCK con una serie de shows. Después del que él brindó con sus músicos, se dirigió al hotel Faena para seguir la fiesta, ya en forma privada. Allí dio muchísimos shows ocasionales y para pocos, algunos míticos, como el que hizo en 2018 en ocasión de presentar el capítulo dedicado a él de la serie Bios, de National Geographic. Pero lo que se observó en 2021 en el CCK y de lo que algunos se “desayunaron” este año, es que Charly se traslada en silla de ruedas. Tras la rotura de caderas provocada por una caída, Charly inició un tratamiento de kinesiología y tiempo después volvió a caerse. Actualmente el músico sigue rehabilitándose pero hay que tener en cuenta no solo su edad sino también cómo trató -o descuidó- su cuerpo durante décadas. Claro que esto no le impide tocar en su casa y visitar periódicamente estudios de grabación.
Tras las celebraciones por sus 70 años, al año siguiente hizo una de sus habituales reuniones cerradas con zapada incluida. Fue en la sala Bebop, con motivo de su cumpleaños número 71. Allí llegó cerca de las diez de la noche, vestido de negro, con camisa animal print y las uñas en rojo furioso. Tocó clásicos como “Adela en el Carrousel”, “No voy en tren”, “Yendo de la cama al living” y charló con los amigos invitados.
La relación entre Charly y Mecha
Como se dijo, Mercedes Iñigo es la pareja y mano derecha de Charly. Para algunos es la que “filtra” quiénes pueden ver al artista; para otros, la persona que lo acompaña desde que su salud se transformó en el tema principal de su vida. LA NACION intentó comunicarse con ella, pero al cierre de esta edición no obtuvo respuestas.
Charly y Mecha se conocen desde hace 17 años. Ella tenía 19 años y era VJ (presentadora) de MTV; él, claro está, un rockstar consagrado de cincuenta y pico. Se conocieron antes de la internación que funcionó como último aviso y desde entonces no se separaron. Ella estuvo a su lado en los días en que Charly se mantuvo en la quinta de Palito Ortega, recobrando fuerzas, revinculándose con su familia y proyectando un nuevo capítulo sobre los escenarios. Como el que dio sorpresivamente en marzo de 2009 frente a la Basílica de Luján; o el hoy mítico “concierto subacuático” de Vélez, de octubre de ese año y en medio de un pequeño tour que dejó sentado su milagroso retorno.
“¿Te sentís un poco responsable de su recuperación?”, le preguntaron a Mecha en 2011, en una entrevista de la revista ¡Hola! “No sé, tendría que decirlo él. Hubo un grupo que estuvo muy cerca. Junto a Palito y a otras personas formamos una estructura alrededor y ya se sabía que eso lo ayudaba, le hacía bien. Era como si él pensara: ‘Con esta gente voy para adelante’. Y se armó un círculo que él ya lo tiene muy adentro. Pero Charly es el más importante en este proceso porque se puso las pilas, y por más que uno le diga: ‘Hacé, hacé’, él es el que hace o no hace. Y por suerte siempre hizo”, respondió Iñigo.
La salud y los accidentes hogareños
En febrero del año pasado, Charly García debió ser internado tras un accidente doméstico que le provocó una serie de quemaduras en su cuerpo. “Su pronóstico es reservado. Continuará con el mismo tratamiento terapéutico”, indicaba el comunicado difundido en su momento, donde también se hacía referencia a que “requirió múltiples curaciones del equipo de cirugía plástica y ha presentado complicaciones clínicas propias del caso, que ha ido superando”. La quemadura en una de sus piernas era extensa y la internación duró un mes.
Charly García reapareció en los medios tiempo después, luego de varios meses de un autollamado a silencio. Su vuelta frente a un micrófono (aunque no se trató de un recital) fue en el programa ¿Qué me contás?, por El Destape Radio, con la conducción de Taty Almeida y Charly Pisoni. Allí contó que estaba “rodeado de gente linda”, habló de su carrera y se despidió entonando una canción. Con su picardía habitual, aseguró que se trataba de un estreno aunque, en realidad, era “Te recuerdo invierno”, que aparece en el álbum en vivo Estaba en llamas cuando me acosté (1995).
En agosto de este año, el artista fue trasladado por su familia al Instituto IADT para que se le realizaran estudios, luego de que presentara un cuadro febril. Los profesionales decidieron internarlo para seguir de cerca su evolución y, cuatro días después, la cuenta oficial de Charly en Instagram subió una imagen del ídolo ya nuevamente en su hogar. “¡Ya en casa! Gracias a todos por preocuparse. SNM (Say No More)”, señalaba el posteo.
“Yo lo quiero un montón, fuimos mejores amigos. A veces pienso que me encantaría verlo, otras creo que mejor no. Tengo miedo de que no podamos reírnos como antes. Teníamos muchos códigos entre los dos”, contó Pipo Cipolatti la semana última en una extensa entrevista con LA NACION. Como la de Fabi Cantilo o la de otros músicos que compartieron shows, camarines, estudios de grabación, discos y momentos memorables, la opinión de Cipolatti es legítima. También lo es la preocupación de los fans y de la prensa en general. Al margen de comparaciones odiosas como la del presente de Charly con los últimos días de Diego Maradona, situaciones como las vividas en estos días se destraban rápidamente con información.
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