La salida del fin de semana: Dancing Mood o el mood del dancing
Para una atípica noche de invierno con más de 20 grados, la pulsión del ska puede ser un buen aperitivo de sábado
A veces hay que estar de humor para bailar. No cualquier estado de ánimo permite que nos dejemos llevar por esa pulsión musical que nos invita a mover el cuerpo. Es por eso que de ahí a pensar en el baile como un estado anímico en sí mismo puede haber un largo trecho. Pero así fue como hace 17 años, a instancias de Hugo Lobo un grupo de músicos decidió echar mano al nombre de una vieja canción y subir al escenario como Dancing Mood, (ese humor para bailar, ese estado de ánimo que provoca el baile). Y fue al ritmo del ska, fusionado con el jazz y el reggae, en una formación de big band.
Influidos por bandas como The Skatalites, allá por el año 2000 Lobo y sus socios salieron a la aventura de tocar, en medio de la peor crisis argentina de la últimas décadas, siendo una decena y media de músicos y no morir en el intento. No quedarse a mitad de camino.
Con quince atriles (la mayoría son instrumentos de viento) la orquesta comenzó a hacerse conocida dentro de un circuito rockero aunque su propuesta estética no tenía exactamente que ver con el rock; pero, en todo caso, si con un público de cabezas abiertas y desprejuiciadas que siempre ligaron al rock con géneros como el reggae y el ska.
Desde 2001 (ese año editaron su primer disco, 20 minutos), Dancing Mood ya tiene en su haber ocho producciones. La última, de 2015, es Ska Explosion. Cerca de cumplir la mayoría de edad, la orquesta se presenta en un ciclo de Niceto Club denominado Clásico. Y en cierto modo, Dancing Mood va de camino a ser un clásico del ska del Río de la Plata, con un público que no es para llenar estadios pero sí muy fiel. Para una atípica noche de invierno con más de 20 grados la pulsión del ska puede ser un buen aperitivo para seguir la noche en otras latitudes de la ciudad. El show es a las 21 ("puntal"), un excelente plan para comenzar el "mood" de sábado por la noche.