La noche de los tributos
Los premios de la industria musical se caracterizaron más por los homenajes rendidos en la ceremonia que por las premiaciones
¿Qué va a ser de nosotros sin B. B. King, sin David Bowie, sin Lemmy Kilmister? Un año atrás no hubiésemos tenido respuesta, pero la ceremonia de anteanoche de los premios Grammy nos dio una bastante satisfactoria. Sin ellos perdemos una porción valiosa de la historia de la música popular de la segunda mitad del siglo XX. Del blues, del rock-pop y del heavy metal, para ser exactos. Y aunque en la 58a entrega de estos galardones, llevada acabo en el Staples Center de Los Angeles, cada uno de ellos tuvo su merecido homenaje, la conclusión es lapidaria: correcta Lady Gaga en su tributo "contra reloj" al Duque Blanco; más cálidos Gary Clark Jr., Chris Stapletton y Bonnie Raitt interpretando "The Thrill is Gone", para rendirle tributo a B. B. King, y Hollywood Vampires (Alice Cooper, Joe Perry y Johnny Depp), más cerca de la versión de banda tributo de pub que de Mötorhead a la hora de interpretar el clásico de Lemmy "Ace of Spades". ¿La conclusión? Los originales son únicos e irrepetibles y más aún al haberse ganado nuestra admiración.
Taylor Swift, Bruno Mars-Mark Ronson, Kendrick Lamar, Alabama Shakes y Ed Sheeran fueron los ganadores de la velada.
Si partimos de lo numérico, hay que decir que Kendrick Lamar picó en punta: se llevó cinco premios, pero no logró salir del caparazón del hip-hop. Con 11, era el que más nominaciones acreditaba y quien más se había acercado al récord de 12 de Michael Jackson.
Lo mejor de Lamar no estuvo en los premios, pero sí en la ceremonia. Su set de dos temas fue, por lejos, lo mejor que se vio en un show. En las antípodas habría que situar a la entrañable Adele, quien tuvo un percance técnico (acusó a un micrófono ubicado en el piano) que la distrajo e, incluso, provocó una clara desafinación. Retornando a Lamar (ganador en rap en álbum, actuación, canción y colaboración, más videoclip junto a Taylor Swift), salió a escena esposado y encadenado, luciendo golpeado y con los músicos que lo secundaron instalados en una escenografía compuesta por varias celdas. En lo musical hizo lo que quiso: en "The Blacker the Berry" rapeó sobre una base musical más próxima al jazz, con una fuerte presencia de la percusión y la cadencia africana, al tiempo que repetía una y otra vez: "Soy un africano americano". Luego remató la faena con su hit "Alright" y un mapa de África como cierre escenográfico con la palabra "Compton" en el centro: el suburbio de Los Ángeles que lo vio nacer.
Cantante mimada
To Pimp a Butterfly, el álbum de Lamar, no pudo con 1989, de Taylor Swift. La ex estrella de la música country confirmó que sigue siendo la más mimada de la industria musical norteamericana. También se llevó otro premio de peso: mejor álbum de pop vocal. El tercer gramófono lo compartió con Lamar, en videoclip y por su tema "Bad Blood".
Ed Sheeran es el otro nombre de peso que desbancó al rapero. Ganó en canción del año por "Thinking Out Loud" (y en actuación solista pop). Si "Alright", de Lamar, triunfaba, hubiera sido la primera vez que un rap se coronaba en esa categoría. Esto produjo algunas críticas casi instantáneas, en sintonía con las recibidas por los premios Oscar por la falta de nominaciones para los artistas negros.
Pegadiza e irresistible, la canción de Mark Ronson y Bruno Mars "Uptown Funk" se alzó con el premio a la mejor grabación del año. El tándem también ganó en la categoría mejor actuación pop dúo o grupo.
El aire fresco y esperanzador, siempre necesario a la hora de creer que no todo está perdido y que este tipo de premios aún guarda un rincón para aquellos que no rompen récords y recaudan millones pero sí hacen buena música, corrió por cuenta de Alabama Shakes. La banda liderada por la imponente voz de Brittany Howard se lució en directo y se llevó a casa cuatro premios: canción, actuación, álbum de música alternativa (Sound and Color) y mejor ingeniería de sonido. Para nosotros, hay dos buenas noticias más con respecto al grupo: su disco se editará próximamente en el país y ellos vendrán a Lollapalooza. Además de tocar en el festival, también harán un show individual en Niceto (17 de marzo).
Sobria, la conducción del rapero y actor LL Cool J volvió a conformar tanto a la audiencia del Staples Center como a la otra, todavía mayor: la de los televidentes. Es su quinto año consecutivo en la labor, y aquí la Academia de la Grabación pareció enviar un mensaje: cuando las cosas salen bien, conviene no innovar.
Tras virar del pop que la vio nacer al Great American Songbook, el cancionero de standards norteamericanos que la recibió con los brazos abiertos y lo hizo, nada menos, que de la mano de Tony Bennett, anteanoche Lady Gaga se jugó otra parada difícil: volvió a apostar todos sus porotos en la gran ruleta de la industria musical, pero esta vez no se llevó ni el premio mayor ni todos los aplausos. Su homenaje a David Bowie cumplió desde lo estético y lo formal. Ya en el inicio, llegó a la ceremonia vestida por Marc Jacobs y con el pelo "incendiado" en un look inspirado en Ziggy Stardust . Luego, en el escenario y acompañada por una banda dirigida por el ex Chic Nile Rodgers, interpretó en plan popurrí "Space Oddity", "Let's Dance", "Heroes", "Rebel Rebel". Fue el único tributo de la noche en este formato. Eligió intercalar canciones en un intento de transportarnos en un puñado de minutos al vasto universo de Bowie, y al finalizar dejó gusto a poco. Pareció más una estrategia para liquidar el asunto en menos de 10 minutos que un recurso logrado.
Además de B. B. King y Lemmy Kilmister, también fueron homenajeados Michael Jackson, a 35 años de su primer Grammy; Maurice White (Earth, Wind & Fire), y Glenn Frey (Eagles). Lionel Richie, distinguido como persona del año, observó desde la platea cómo John Legend, Demi Lovato, Luke Bryan, Meghan Trainor y Tyrese Gibson interpretaban, de a uno por vez, sus clásicos "Easy", "Hello", "Penny Lover", "You Are" y "Brick House".
Los ganadores principales
Grabación del año
"Uptown Funk" (Mark Ronson y Bruno Mars)
Álbum del año
1989, Taylor Swift
Canción del año
"Thinking Out Loud" (Ed Sheeran)
Mejor actuación solista pop
"Thinking Out Loud" (Ed Sheeran)
Mejor actuación pop dúo o grupo
"Uptown Funk" (Mark Ronson con Bruno Mars )
Artista revelación
Meghan Trainor
Mejor álbum rock
Drones, Muse
Mejor canción rock
"Don’t Wanna Fight", Alabama Shakes
Mejor actuación rock
"Don’t Wanna Fight", Alabama Shakes
Mejor álbum pop vocal tradicional
The Silver Lining: The Songs of Jerome Kern, Tony Bennet y Bill Charlap
Mejor álbum pop vocal
1989, Taylor Swift
Mejor álbum teatro musical
Hamilton
Mejor álbum tropical latino
Son De Panamá, Rubén Blades y Roberto Delgado
Mejor actuación R&B
"Earned It", de Fifty Shades Of Grey (The Weeknd)
Mejor álbum R&B
Black Messiah, D’Angelo)
Mejor álbum música alternativa
Sound and Color, Alabama Shakes
Mejor álbum dance-electrónica
Skrillex and Diplo Present Jack Ü, Jack Ü
Mejor canción dance-electrónica
"Where Are Ü Now" (Skrillex, Diplo y Justin Bieber )
Mejor álbum pop latino
A quien quiera escuchar, Ricky Martin
Mejor álbum rock latino alternativo
Hasta la raíz, Natalia Lafourcade
Mejor álbum rap
To Pimp a Butterfly, Kendrick Lamar
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