"La música es siempre el pasaporte"
Antes de sus actuaciones en la Argentina, con su original color de voz habla de sus viajes compositivos
Un poco español, por su crianza en Barcelona, otro poco francés, porque fue en tierra de galos donde se hizo adulto, Nilda Fernández puede ser un cantante polifacético, a pesar de que cualquiera podría reconocer al instante su tan particular voz, de un color entre masculino y femenino. Está en Francia, de vuelta de muchos periplos que duraron años entre Barcelona, Lyon, París, Quebec, Moscú y Génova. Está a punto de subirse otra vez a un avión, para volver a actuar en Buenos Aires, después de más de una década. Por acá estuvo un par de veces, en los noventa. Grabó con Mercedes Sosa una exquisita versión del tema "Mon amour" y se alojó en la misma habitación de hotel en la que Federico García Lorca pasó su estada en Buenos Aires (por eso el disco que Nilda le dedicó al poeta granadino se llamó Castelar 704 ).
Esta visita será durante el recreo que tome de la grabación de un nuevo álbum. Sin duda, el nomadismo en su vida también es musical no sólo por las mudanzas de un país a otro. "Yo diría más bien que todo es por curiosidad, por inquietud musical. A mí me parece que uno tiene delante de sí a la música. El año pasado hice un concierto con orquesta sinfónica, ahora trabajo en un disco con músicos de rock. El álbum Ti amo es algo totalmente distinto. También hice un disco con Tomatito y Lucho González. La música siempre te ofrece decorados diferentes y los cantantes tenemos que tener esa ambición de explorar para nuestra propia supervivencia mental y artística. Supongo que en los 15 días que esté en Argentina además de los shows que daré me encontraré con músicos. Hace un tiempo, en Uzbekistán, toqué con músicos de allá. Hicimos mi repertorio", reflexiona el artista.
-¿Cuándo fue que Daniel Fernández creó a Nilda? ¿Resultó una especie de álter ego?
-Seguramente hay una forma de esquizofrenia necesaria que puede ser a través de un nombre y que establece un puente entre la persona privada y el personaje público. El nombre me ayudó. Aunque, aparte de mi padre, todos en mi familia me llaman Nilda. Daniel es muy íntimo. Es el niño que salió de Barcelona con su mamá y su hermana. Cuando di la vuelta a mi nombre [Nilda surge de tomar primero la última sílaba de Daniel sin la e, "Nil", y luego la primera "da"] ni siquiera sabía que eso era un nombre que ya existía. Tampoco quería buscar algún tipo de ambigüedad. A mí me parecía algo original pero, bueno, no se inventa nunca nada, ¿no?
-¿Cantar en francés y en castellano es una manera de crear distintas personas o personajes?
-Hay dos cosas. Por un lado, los fonemas no son los mismos, por lo tanto la voz no se coloca en el mismo lugar. La otra es que uno, al hablar un idioma, se pone el traje de una cultura. Eso influye, sobre todo en mi caso, que me formé en dos culturas. Me eduqué en español.
-Haber vivido cinco años en Rusia también habrá influido. ¿Hay otros motivos que no sean sólo los artísticos para esas mudanzas?
-Digamos que mi pasaporte verdadero es la música. Con ése entro a todas partes. La canciones y mi voz. Pero también son pretextos. Cuando llegué enseguida me metí en la vida rusa en todos los niveles. Estaba abarcando una cosa muy amplia. Esa es la suerte de ser cantante y la aprovecho para aumentar mi conocimiento.
-¿Cuál es el reloj o el termómetro que indica el momento de hacer las valijas?
-La añoranza es uno. Por ejemplo, la muerte de Mercedes [Sosa] me dio un choque porque yo pensé que nos veríamos otra vez. Y me di cuenta de cómo había transcurrido el tiempo. También está la curiosidad de ver qué ha cambiado y que no. Cómo es la vida en Buenos Aires ahora. También el cariño de la gente que te escribe por Internet y te pregunta: "¿Cuándo volvés?". No hay derecho, no hay que dejar pasar tanto tiempo.
-¿Y cuál fue el límite luego de vivir en Moscú?
-A veces las grandes decisiones se toman por cuestiones muy sencillas, no por grandes revelaciones. En Moscú vivía en un piso muy bien ubicado. Un día la propietaria quiso venderlo, entonces me propuso que se lo comprara o que me buscara otra cosa. Busqué otras pero nada me gustó. Lo vi como un indicador de que tenía que marcharme. El tiempo en Moscú estaba relacionado con esto. No me empeñé. Recogí mis cosas, dejé algunas en casas de amigos y me fui.
-A comenzar una historia distinta.
-Eso. Y reanudar relaciones con el público francés, de la misma manera que ahora voy a hacerlo con el público argentino. La gente es muy cariñosa y te lo demuestra. No por mí sino por las canciones.
PARA AGENDAR
Nilda Fernández dará dos conciertos en Buenos Aires. Teatro: Sala Siranush, Armenia 1353. Mañana y el domingo, a las 20.30.
lanacionarTemas
Más leídas de Música
"Te amo así". Greeicy: el recuerdo de su famoso exnovio argentino, su amistad con Tini y su debut en el Gran Rex
A los 84 años. Murió Willy Quiroga, el emblemático cantante de Vox Dei
El fenómeno de La Delio Valdez. De la propuesta que hace bailar a gente de todas las edades a la “exploración creativa” que encontró la ex Bandana Ivonne Guzmán