Anitta: el abuso que la marcó, el video en el que predijo su exitosa carrera y su lugar en el formamento del pop global
Es la cantante brasileña más popular fuera de su país; tiene millones de seguidores y gracias a sus álbumes en tres idiomas se instala como una de las grandes figuras del pop actual; en junio regresará a Buenos Aires
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¿Qué puede tener más repercusión en la vida de una cantante internacionalmente famosa, su última actuación en un festival importante, su paso por los Latin Grammy o el traje de baño que comparte en sus redes? La microbikini “verdeamarela” de la brasileña Anitta fue un verdadero furor. Una cosa va de la mano de la otra, especialmente cuando la música es más lo que se ve que lo que se escucha. Hoy existe un camino de ida y de vuelta entre ser cantante e influencer, según donde se empiece el recorrido. Y lo cierto es que Anitta es capaz de marcar tendencia con la diminuta prenda que lleva los colores de su país. Aunque todo comenzó con la música.
Tras participar del multitudinario show gratuito de Madonna en Río de Janeiro y a poco menos de dos meses del show que dará el 24 de junio en el teatro Vorterix de Buenos Aires, vale la pena un repaso de la vida de esta carioca de 31 años que hoy es la artista más popular del Brasil fuera de su país. Si ese sería el punto final (hasta el día de hoy, claro está) de esta historia, habría que decir que 2019 fue un año bisagra en su carrera. Llevaba seis desde el lanzamiento de su primer álbum y comenzaba, a partir de ese momento, a hacerse acreedora de esos galardones para los que no se fabrican estatuillas. Por ejemplo: en los tres años siguientes, Anitta llego a ser la primera artista brasileña en conquistar el puesto número uno en la lista Top 50 de Spotify por una de sus canciones, liderar una lista de Billboard y ganar categorías de MTV Video Music Awards y American Music Awards.
Como suele suceder, las colaboraciones que había comenzado a hacer en 2019 multiplicaron su campo de acción. Con Madonna, Sofía Reyes, Rita Ora, Luis Fonsi, Ozuna, Black Eyed Peas...
Para llegar hasta allí, hubo un camino que comenzó una niña de ocho años que iba a la iglesia de Santa Luzia de su barrio. Sus abuelos, Pedro y Glorete, insistieron para que ingresara al coro. Este primer pequeño paso, más el estudio de danza y de inglés, la ayudaron para perfilarse como la artista que es hoy. El resto tuvo bastante que ver con la vida de muchos jóvenes que durante los últimos 20 años se hicieron famosos. Para 2009, Anitta subía videos a YouTube. En 2012 hizo su primera aparición televisiva en un programa de talentos que interpretaban covers, a veces, en situaciones adversas. “Hola soy Anitta y canto funk carioca”, así se presentaba antes de meterse en una jarra gigante de cerveza de la marca auspiciante del programa. Mientras cantaban iban arrojando sobre su cabeza distintos ingredientes que se usan para preparar la cerveza: lúpulo, agua, trigo, malta.
Quién no hay tenido algún papelón en su vida. Lo importante para Anitta fue que desde entonces no ha dado puntadas sin hilo. Ese mismo año publicó el primer single, “Meiga e abusada”, de su primer trabajo discográfico. Para finales de esa década lanzó un álbum, Kisses, en tres idiomas que domina muy bien: portugués, inglés y español. Luego de esa edición lanzó otros dos, también de “formato” trilingüe: Versions of Me (2022) y el reciente Funk Generation (2024), publicado el 26 de abril pasado.
El personaje que la empoderó
Anitta nació como Larissa de Macedo Machado el 30 de marzo de 1993, en Río de Janeiro, pero ya cuando era una adolescente adoptó el apodo con el que se haría famosa. Se dice que está inspirado en una serie televisiva de O Globo, Presença de Anita, como una manera de alcanzar aquello que no podría siendo Larissa.
Y fue ella misma quien lo explicó a través de una situación trágica. Más que un apodo, Anitta sería su personaje. En 2020 Netflix lanzó la docuserie Anitta: de Honório para el mundo. Honório Gurgel es el barrio donde nació. En un tramo del documental se concentra en una situación de la adolescencia, cuando tenía apenas 14 años y estaba de novia con un muchacho algunos años mayor. “Hola a todo el mundo. Nunca conté esto públicamente. Siempre he entablado relaciones que eran violentas, en cierto modo. Cuando tenía 14 años conocí a una persona. Le tenía miedo, era autoritario conmigo. Hablaba de manera autoritaria. Yo era diferente cuando era adolescente, no era la persona que soy ahora. Estaba muy enojado, estresado y me aterraba cómo reaccionaba cuando estaba estresado”, explicó. Un día, uno de esos en los que estaba enojado, Anitta trató de encontrar la manera de calmarlo: “Terminé preguntándole si quería ir a un lugar para estar solo nosotros dos. En ese momento su ira desapareció repentinamente y me preguntó si estaba segura, le dije que sí. Pero hoy tengo plena certeza que solo acepté porque estaba aterrada. Cuando llegué me di cuenta de que era un error hacer eso por miedo y le dije que no quería más, pero no me hizo caso. No me dijo nada, solo siguió haciendo lo que quería hacer. Cuando terminó fue por una cerveza y me quedé mirando la cama manchada de sangre”.
Una transformación
Años pasaron para que pudiera entender que no era responsable de esa situación: “Hace poco tiempo dejé de culparme por lo que pasó. Apenas hace poco dejé de pensar que lo había provocado y siempre tuve miedo de lo que diría la gente. Si pasó por eso, ¿cómo puede ser hoy tan atrevida sexualmente? ¿Tan abierta a todas esas cosas? No lo sé (...). Transformé lo que sucedió en ese entonces en algo que me ayudó a salir victoriosa, a estar en una mejor posición. (...) Para todos los que estén preguntándose cómo nació Anitta, así es como nació. Por mi deseo y mi necesidad de ser una mujer valiente, una mujer que nadie pueda lastimar jamás, que nadie pueda hacer llorar, cuyos sentimientos nadie pueda herir y que pueda superar cualquier situación. Así fue cómo creé a ese personaje”.
Es llamativo que el tema que se transformó en el mascarón de proa de los inicios de su carrera haya sido “Meiga e abusada” (dulce y abusada). Si bien no es la autora de la canción - la escribieron Jefferson Almeida Dos Santos Junior y Claudia Regina Araujo Teles- Anitta la puso en su propia voz. La letra dice: “Estás haciendo todo lo que te digo, creyendo que luego me vas a tener. Pero en el fondo yo solo estoy jugando contigo. Poderosa, soy casi un ángel. Hipnotizando, ya te gané. En este juego vamos a ver quién va a ganar.”
Hace cinco años, cuando Anitta pasó por la Argentina para dar un show en el teatro Gran Rex y actuar en los Premios Gardel, conversó con LA NACIÓN. Sobre el mensaje que en general da la música urbana de América Latina en sus canciones y la visión que presenta de la mujer, explicó: “Las costumbres latinas son muy machistas y claramente esto se refleja en la música, porque la gente canta lo que vive. De todas formas, creo que mujeres corajudas y empoderadas y que tienen la fuerza de pasar este mensaje, tienen la fuerza de aguantar las luchas que vienen cuando decides tener actitud e ir en contra de estas costumbres tan arraigadas en el mundo. Eso va a cambiar si hay más mujeres unidas, enviando este tipo de mensajes y aguantando las cosas negativas que se vienen como consecuencia de esto. Así todo empieza a cambiar”.
Y sobre su generación, dijo: “Es inclusiva y también tiene mucha rapidez. Como si viviéramos con ansiedad todo el tiempo. Esto puede ser bueno y ayuda en muchas cosas, especialmente con lo que tiene que ver con la velocidad de las informaciones y tal, pero también puede ser negativo si te dejas afectar por toda esta presión”.
Anitta internacionalizó su modo pop de entender sus raíces, las hizo aptas para todo público, a fuerza de objetivos claros, de sensualidad sin exuberancia -en comparación con otras cantantes que llegan al estrellato- y, en definitiva, de esa gracia carioca que es tan difícil de reproducir. Supo, incluso, valerse de lo arquetípico, como cuando grabó “Girl from Rio”, sobre la música del mayor clásico del Brasil, “Garota de Ipanema”, pero con otra letra.
Persevera y triunfarás. En la docuserie de Netflix, Anitta dejó muchas pistas sobre lo que se proponía. Y lo consiguió. Hay un registro de 2012 que dejó grabado en un celular cuando iba a los Estados Unidos, en el principio de su carrera, para grabar en Las Vegas el video de “Meiga e abusada”. En ese momento decía que iba a ser muy famosa y que ganaría mucho dinero. Diez años después, ponía en la balanza todo lo que eso implicaba. “ A veces es muy triste, sientes que nunca sabes quién está de tu lado y por qué. Nunca sabes si realmente eres amable o si tu chiste fue verdaderamente gracioso, si tu cabello realmente está bien. Nunca lo sé, excepto, cuando estoy con mi familia”.
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