A dos años de su muerte, un recorrido por lo más destacado de la discografía del ícono de la sensualidad, de las joyas pop a las odiseas profundas de funk, y más allá
Tenés que tenerlo
‘Dirty Mind’ - 1980
Para su tercer disco, y su primera obra maestra, Prince quería ser “más deliberadamente yo”, le dijo en esa época a Rolling Stone. Así que desnudó su sonido y, en la tapa del disco, se desnudó a sí mismo hasta quedar en calzoncillos. Grabado en su casa en Lake Minnetonka, en las afueras de Minneapolis (donde registraba varias canciones por noche), Dirty Mind se dirigía tanto a los fans de la new wave como a los funkeros. El sonido era maníaco y espacioso al mismo tiempo, y las canciones estaban plagadas de obsesiones sexuales. Prince cantaba eufóricamente acerca de temas tabú: un trío en “When You Were Mine”, el incesto en “Sister”, una orgía para todas las razas en “Uptown” y la autoevidente “Head”, en la que una novia virgen le practica sexo oral camino a su boda. Pero su utopía orgiástica era un lugar amable: ¿Esa novia virgen de “Head”? Se casó con ella. Y la fiesta acababa de empezar.
‘1999’ - 1982
Aunque 1999 aparece como un disco de Prince and the Revolution, esencialmente él grababa como un grupo de una sola persona. “Quería un movimiento en lugar de una banda”, dijo el guitarrista Dez Dickerson. Prince bailaba en la cima del mundo en “1999”, hacía alarde sexual de su vulnerabilidad en “Little Red Corvette”, pagaba su viaje con lágrimas en “Lady Cab Driver”, hacía que el rockabilly fuera moderno en “Delirious”, y perfeccionaba un sonido de máquina de ritmos que haría que éste fuera uno de los discos más influyentes de su época.
‘Purple Rain’ - 1984
Después de que 1999 le diera dos éxitos del Top 10, Prince quería más. Así que, para la banda de sonido de este éxito de taquilla semiautobiográfico, subió la guitarra y sacó dos hits que llegaron al Número Uno: primero, la danza misteriosa freudiana de “When Doves Cry”, y luego el rock de garage glam de “Let’s Go Crazy”. Purple Rain era su primer disco de grupo (el tema del título fue grabado en vivo en First Avenue, el club de su ciudad natal), y desde la prédica de góspel que abre el disco (“Estamos reunidos acá para atravesar esa cosa llamada vida”) hasta las bendiciones de “Purple Rain” al final, su fusión de espiritualismo y erotismo jamás sonó más fuerte ni más grande.
‘Sign o’ the Times’ - 1987
Un disco doble caleidoscópico en el que casi todas las canciones cambian de forma: “Hot Thing”, para mojarse la bombacha, se abre con vientos psicodélicos y melodías de sintetizadores; cartas de amor de garage rock como “I Could Never Take the Place of Your Man” lanzaban viajes de guitarras místicas. El despojado tema del título era un repaso de los titulares (el sida, las drogas, las pandillas) que llegó al puesto Número Tres; “U Got the Look” era una obra maestra de pop. Pero pequeñas gemas como el diálogo de un solo hombre en el góspel de “Forever in My Life” hicieron que su genio pareciera incansable. Uno de los mejores discos de los 80.
Material selecto
‘Parade’ - 1986
Prince contrató a un arreglador orquestal con formación jazzera para la banda de sonido de su segunda película, Under the Cherry Moon. Pero incluso los temas sin cuerdas mezclaban funk con amplitud cinematográfica. “Kiss” era puro crujido, y la balada del final, “Sometimes It Snows in April”, fue “compuesta en el momento”, según la guitarrista Wendy Melvoin.
‘The Black Album’ - 1988
Prince no sacó este disco en 1987, porque pensó que era “malvado”, pero también sabía que estos temazos de funk eran, como dice un título, “Superfunkycalifragisexy”. Incluso tocó algunos de ellos en vivo. Si sacás el triste monólogo de un proxeneta en “Bob George”, tenés un disco repleto de baile, música, sexo y, en “When 2 R in Love”, también un poco de romance.
‘Love Symbol’ - 1992
Lo que sería una “telenovela de rock” funcionó como un disco conceptual sobre un hombre cuyo nombre seguía siendo Prince, y que seguía siendo sexy. “Sexy M.F.” se inspiraba en “Hot Pants”, de James Brown; “The Morning Papers” era pop barroco con guitarras voladas; y “7” mezclaba “The Humpty Dance” con misticismo bíblico.
‘The Gold Experience’ - 1995
La balada “The Most Beautiful Girl in the World” fue su último gran éxito, pero estaba separándose de su sello, así que todo lo que no fuera su propia visión no importaba. “P. Control” fue su mejor incursión en el rap, “Shhh” era una excusa perfecta para una guitarra lenta lista para un estadio, y “Shy” era una fantasía noir que insertaba riffs de Sly Stone en el pop de L.A.
‘3121’ - 2006
La prueba de que podía encenderse cuando quisiera: “Black Sweat” era una nueva forma de empezar con el pie derecho. Y, si bien ahora quería que te dejaras la ropa puesta, las tres canciones del medio –“Incense and Candles”, “Love” y “Satisfied”– eran clásicos de Prince para la zona roja.
Para una inmersión
‘Controversy’ - 1981
Prince más tarde dijo que no estaba seguro de “en qué dirección quería ir” cuando empezó a trabajar en el sucesor de Dirty Mind. “Sexuality” y “Jack U Off” son obligatorias, pero todavía no había dejado la música disco atrás. El tema del título (“¿Soy negro o blanco? ¿Soy hétero o gay?”) mostraba lo bueno que era para provocar. .
‘Around the World in a Day’ - 1985
Esto fue un retiro después de la conquista del mundo de Purple Rain. Más allá de “Raspberry Beret” y “Pop Life”, era liviano, y su diálogo con Dios en “Temptation” fue su primer momento vergonzoso.
‘Lovesexy’ - 1988
El groove angular de “Alphabet St.” no afloja, pero los discursos de “Dios es amor” se interponen en el camino del sexo, lo cual, por primera vez, no es tan satisfactorio.
‘Diamonds and Pearls’ - 1991
Su primer disco con la New Power Generation mandó a la lasciva “Cream” al Número Uno y al elogio del amor de la balada del título al Número Tres. El resultado fue su disco más grande desde Purple Rain.
‘Musicology’ - 2004
Lanzado justo después de su aceptación en el Salón de la Fama del Rock and Roll, con un sonido fresco y esbelto. Los destacados incluyen “Musicology” (otra reinvención de James Brown) y “On the Couch”.
‘Art Official Age’ - 2014
El funk acuoso de “Breakfast Can Wait” era su canción más graciosa en muchos años. No más tortas con miel, gracias: “Creo que quiero otro pedazo de vos”.
‘HitnRun Phase Two’ - 2015
El movimiento Black Lives Matter inspiró “Baltimore”, su declaración política más aguda, y una sección de vientos hizo que pareciera que podía seguir haciendo esto para siempre. Si su archivo es así de bueno, quizás pueda.
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