La fiesta de Harry Styles en River: una ovación para Lionel Messi y el delirio constante de sus fans
Después de sorprender al público bien temprano, ni bien terminó el partido de Argentina, al salir al escenario a festejar, el ex One Direction dio un muy buen show seguido por un entusiasmo desbordante de su público
- 6 minutos de lectura'
En un día donde la emoción estuvo a flor de piel, con el país pendiente de la Selección Argentina en el mundial de fútbol de Qatar primero y con el desahogo por el triunfo después, Harry Styles desembarcó por segunda vez en Buenos Aires. En el estadio de River Plate y de la mano de su Love On Tour, el solista pop más influyente de la actualidad se dispuso no solo a mostrar su arte, sino a empezar (repite hoy) a bajar el telón de un gran año para la música en vivo, que marcó hitos como las diez fechas de Coldplay en el Monumental, llenos totales en espacios como el Movistar Arena, el Luna Park, el Campo de Polo y Vélez Sarsfield y festivales de música que se sumaron a la rica oferta de espectáculos: además de Lollapalooza, regresó el Quilmes Rock y debutó Primavera Sound.
Con ese aire de balance, la propuesta que el ex One Direction empezó a mostrar ni bien subió al escenario tuvo gusto a fiesta de fin de año. Antes, a las 15, las puertas de River se abrieron para que entraran los primeros fans, aquellos que durante meses esperaron en las adyacencias de la cancha, con carpas y postas armadas para cuidar sus lugares. A las 18, con el campo ya plagado, Harry sorprendió a todos al salir a escena con remera blanca para arengar al público que se encontraba en pleno festejo por el 2 a 1 a favor de La Scaloneta. A las 19, la DJ Anita B Queen le puso música a la espera y a las 20, la jamaiquina Koffee tomó la posta en su rol de telonera del tramo latinoamericano de la gira.
Suena “Rapsodia Bohemia” y el estadio estalla al saber que es el instante previo a la salida de Styles. Pero el público sorprende al cantar el clásico de Queen de comienzo a fin, como si estuviese tocando en vivo. Minutos más tarde, a las 21.15, aparece Harry de turquesa y blanco y las fans estallan en alaridos. “Music for a Sushi Restaurant”, “Golden” y “Adore You” marcan la tríada inicial. El fervor, lejos de bajar sigue in crescendo. El público es tan o más protagonista que Harry, que se dispone a armar el fan fest perfecto para seguir celebrando el Argentina 2-Australia 1.
“Buenas noches Buenos Aires. Mi nombre es Harry y es un placer estar aquí está noche.. estuve hace cuatro años (en el DirecTV Arena, en 2018) y ese es mi show favorito de todos…Hagamos ruido por el seleccionado argentino”, dispara el cantante la primera parte de su artillería discursiva que seguiría en ese sentido una y otra vez: agradecer al “mejor público del mundo”, pedir una fuerte ovación para Messi y volver a agradecer varias ocasiones más.
Harry despierta el tipo de fanatismo que se evidencia incontenible, que provoca gritos, ovaciones, alaridos y el conocimiento de cada palabra de cada una de sus canciones. Así, de los casi veinte temas de la lista prácticamente no hay ni uno que el inglés pueda cantar solo. Su sonrisa es amplia y sincera, sus movimientos no son los de un bailarín pero sí los de un solista que aprendió rápido a moverse en estructuras gigantes, por delante de la gran pantalla que está sobre sus espaldas, como telón de fondo y en la pasarela central que se mete unos cuantos metros en el campo delantero para poder compartir momentos y selfies con quienes allí se apiñan.
Para aquellos que fuimos hace muy poco al mismo estadio a ver a Coldplay, la comparación resulta inevitable. Estas chicas, en su enorme mayoría y chicos, que se desviven por Harry, probablemente sean hijos de quienes colmaron cada uno de los diez shows de la banda de Chris Martin. Y Styles, a diferencia del fan de Soda Stereo, carga con un dejo melancólico que tiende a aplanar el clima, a bajar la adrenalina.
Hay algo ochentoso en Styles y queda en evidencia en temas como “Daylight” y “Cinema”, dos piezas de soul blanco que nos recuerdan a Hall & Oates. A ellas le sigue “Keep Driving” primero y “She” después, que canta con guitarra en mano y con un dejo beatle. Un pasaje instrumental permite el lucimiento de los músicos y un solo de guitarra le da el protagonismo al violero, en cuya camisa de jean sobresale un parche con la bandera de Argentina y la inscripción de la Ruta 40.
Buena parte de las canciones del ex One Direction tienden a ser contemplativas, son anti-hits convertidos por el público en éxitos desmedidos. Allí está la respuesta a por qué la fiesta por momentos “hace más ruido” en el campo y en las tribunas que en el escenario. Él está contento y se le nota. Cuenta que la canción por venir es muy especial para él (”Matilda”) y luego suelta un pedido para sus fans: “Hoy es el cumpleaños de mi hermana. Digan feliz cumpleaños para ella. ¿En español o en inglés? ¿Español? Vamos, uno, dos, tres...” y el público responde.
Tras “Canyon Moon” llega esa declaración de principios de este joven inglés que es “Treat People With Kindness” (”Tratar a las personas con amabilidad”) y luego el momento nostálgico de la noche, si nos permiten el término: “What Makes You Beautiful”, que enciende a los fans hasta el paroxismo.
Como un guiño a Buenos Aires, suena Piazzolla al piano antes de seguir con lo pactado: “Late Night Talking” primero y “Watermelon Sugar” en la que probablemente sea la mejor combinación de la noche. “Sign of the Times”, “As It Was” y “Kiwi” son las últimas canciones de la noche, no sin antes y en el medio agradecer una vez más al público.
Con solo tres discos, Harry Styles, Fine Line y Harry’s House, es lógico que la lista de canciones no sobrepase las veinte (prácticamente el cincuenta por ciento de su repertorio). Tampoco se cuentan de a montones los típicos temas que uno esperaría escuchar en un show de estadio: himnos pop exagerados o temas que inviten al baile. Quizás por esto tenga aún más valor que este rockstar atípico haya “reventado” el estadio de River y que vuelva a hacerlo este domingo. Su carisma alcanza y, por ahora, su repertorio prescinde de canciones pre digeridas como las que cantó con One Direction.
Otras noticias de Harry Styles
Más leídas de Música
Buenos Aires Jazz. Artistas, fechas, sedes y todo lo que hay que saber del festival que comienza el jueves
Tenía 71 años. Murió Graciela Susana, la cantante que llevó el tango a Japón
"Intenté alegrarlo". Un pasaje de avión, un chofer que esperó 10 horas y la estrategia infructuosa de Stipe para distraer a Cobain
A los 84 años. Murió Willy Quiroga, el emblemático cantante de Vox Dei