La Bresh, la exitosa fiesta que conecta a más de 60 mil personas por sábado y atrae a famosos e influencers
Como un capítulo de Black Mirror pero con final feliz y sin ningún tipo de drama existencial subyacente. Escuchar y bailar el mismo tema en simultáneo con famosos (desde acotres hasta el hijo del presidente de La Nación) sin salir de tu casa y mirando una pantalla es algo que sucede desde hace tres sábados. Las ediciones virtuales de la Bresh se convirtieron en uno de los eventos más populares de Argentina en tiempos de cuarentena por coronavirus y aislamiento social.
Aprovechando el boom de las transmisiones en vivo por Instagram, los organizadores de la fiesta que nació en 2016 y se instaló como un evento itinerante con base en Niceto decidieron lanzarse al formato. "La idea surgió desde antes de que se declare la cuarentena, porque ya se habían dejado de hacer eventos", explica Juane, productor y DJ de la Bresh en vivo, que en su formato presencial ha tenido ediciones a lo largo de todo el país y también en Uruguay y Ecuador. "Decidimos ir de lleno, primero tuvimos que definir el día y cómo lo íbamos a comunicar, no sin antes asegurarnos de lograr la perfección técnica de audio y video que creíamos necesaria".
Así, este sábado, la Bresh virtual tendrá desde la medianoche su cuarta edición, luego de que la semana pasada la transmisión tocara picos de 64 mil personas conectadas en simultáneo y sumara, en total, más de 200 mil "asistentes". Desde Ofelia Fernández y Dyhzy (el alter ego del hijo de Alberto Fernández) a Wos, Ángela Torres, Gimena Accardi y Nico Vázquez, decenas de famosos e influencers se suman a lo largo de las siete horas de fiesta y dejan mensajes que se pueden ver en vivo. "En un principio era una gran incógnita", cuenta Juane respecto de las expectativas previas. "El primer flyer lo compartieron 35 mil personas, que para Instagram es una locura. Cada edición es una sorpresa".
Tan simple como una persona pasando música desde la medianoche hasta las siete de la mañana y tan complicado como mantener a la gente conectada sin demasiados artilugios de producción. "Si bien en las fiestas en boliches los DJ teníamos una actitud muy activa bailando, cantando e interactuando con la gente, ahora frente una cámara tenemos que ser extra teatrales y honestos para que la energía que proyectás atraviese el celular y llegue al otro lado", explica Broder, el DJ encargado de musicalizar la Bresh virtual con la ayuda de Ruidito.
"Hay que contagiar las ganas de sacarse el pijama y bailar", agrega. Para lograrlo, la fórmula es, en sus propias palabras, "poner toda la carne al asador". Y así, durante toda la noche suenan desde el reggaetón y el trap más actuales (Bad Bunny y Duki) hasta cumbias clásicas de fines de los 90 y temas de Chayanne y Robbie Williams. Algunos filtros específicos, un sol sonriente para "Salió el sol", de Don Omar, y un Shrek bailarín que se para en la mesa de control, son algunas de las herramientas utilizadas para evitar la monotonía de la transmisión.
El indicador de cantidad de visitas de Instagram funciona como un medidor de rating minuto a minuto. Así, Broder puede medir la efectividad de cualquier canción. "Es muy tangible el efecto que desencadena una buena canción y el que desata una canción mala", explica. "Si bien tratamos de que esto no nos marque el camino a la hora de elegir canciones de un set, es un cambio fuerte respecto a lo que sucedía antes en la pista en donde quizás no era tan evidente". La proyección transmedia del evento, además, se puede medir también en otras redes sociales y apps. Todos los sábados desde que lanzó la modalidad virtual, la palabra "Bresh" se volvió tendencia en Twitter y la playlist oficial de la fiesta, con el título "Hitazo tras hitazo", ofrece música en continuado por cerca de 30 horas y ya cuenta con más de 45 mil "Me gusta" en Spotify.
Si en tiempos de aislamiento la potencial viralización de contenido se volvió aún más relevante para las marcas, el de la Bresh funciona como un claro caso de éxito. No sólo se ha vuelto tema de conversación en redes sociales y ha sumado celebridades e influencers, como clara muestra de engagement, sino que hasta ha dado lugar a contenidos extras. Al mismo tiempo que se transmite la fiesta, Lizzardo Ponce y Santiago Maratea dan forma desde sus cuentas personales a lo que llamaron "El baño de la Bresh", una suerte de recreación en paralelo de lo que sería el baño virtual y que llega a sumar también sus pares de miles de visitas en simultáneo.
La cuarta edición de la "Bresh en casa" será este sábado 25 también a partir de las 23 y hasta las tres de la mañana. Sin más precisiones para no arruinar el factor sorpresa, Juane anticipa que habrá novedades "que los fans podrán ver apenas empiece la transmisión". Y aunque parezca exagerado, el objetivo de entretener a un público que no puede disfrutar de la noche fuera de sus hogares tiene algo de vocación de servicio. "Nos llena de orgullo ver que valió la pena el esfuerzo y generar una comunidad a lo largo de estos años, pero también por darnos cuenta de que ahí había algo que la gente quería consumir, que necesitaba y que no lo estaba teniendo. Y ahora lo tiene todos los sábados. Es algo que espera mucha gente y hace que por un rato te olvides del contexto en el que estamos".
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