Kermesse Redonda: el espíritu ricotero vive en una fiesta itinerante

“Está pasando lo que pasaba hace mucho tiempo, cuando tocábamos en los pubs”, dice Semilla Bucciarelli. El bajista habla de la Kermesse Redonda, la fiesta itinerante que desde el año pasado reúne a todos los ex miembros de los Redonditos de Ricota -menos al Indio Solari y Skay Beilinson- en un escenario, como una banda con mucho más de reencuentro familiar que de tributo. “Esto es mantener vivo el espíritu de Patricio Rey.”

La génesis de la Kermesse Redonda está en una propuesta que Bucciarelli y el saxofonista Sergio Dawi recibieron para tocar con su proyecto SemiDawi y luego sumaron al baterista Walter Sidotti y sus Comando Pickless para hacer algunos temas del repertorio redondo. “Dimos un show en Córdoba, otro en Mendoza, otro en Chaco y uno en Niceto Club con ese formato. Y luego pensamos, por lo que vimos, que tenía más sentido que la gente viviera del comienzo al final el estado de fiesta pagana que vivíamos en esa época de los Redondos”, cuenta el saxofonista.

Con la formación de la banda de Sidoti (el guitarrista Oscar Kamienomosky, el cantante Jorge Cabrera, el tecladista Fede García Vior), invitaron a dos viejos compañeros de viaje, Tito Fargo y el Piojo Ábalos, guitarrista y baterista de Los Redondos a mediados de los 80, y se pusieron de nombre Los Decoradores. Aunque Cabrera es el principal encargado del micrófono, hay un staff rotativo de vocalistas: en los distintos shows han pasado Manuel Quieto de La Mancha de Rolando, Pablo Pino de Cielo Razzo, Ale Kurz de El Bordo, El Soldado, Nahuel Briones y varios más. Y no se agota ahí la reunión: en algunas kermesses tocaron el Conejo Jolivet y Willy Crook, hay varios ex técnicos trabajando (el iluminador Horacio Piñeiro incluso sube a cantar “Ñam fri frufi fali fru”) y hasta está involucrado el responsable de la imagen del grupo. “Para las visuales contamos con el beneplácito para utilizar las de Rocambole. Como pasamos con el repertorio por casi todos los discos, fue una oportunidad de incorporarlo al Mono al escenario”, dice Dawi. Mientras con Skay, aseguran, “no hay vínculo”, el Indio apoya esta iniciativa de sus ex compañeros.

Tocaron en el Konex y sobre el final de 2017 metieron doblete sold out en Groove. Allí, en el espacio de Plaza Italia, mientras sonaban “Barbazul versus el amor letal” y “Mi perro dinamita”, algunos todavía estaban distraídos comprando artesanías, mates, bijouterie, remeras pintadas a mano, todo con la P y la R y con los demás componentes del imaginario ricotero. Por 50 pesos uno podía llevarse dos números para el sorteo de nueve serigrafías firmadas por Rocambole, porque lo de “kermesse” iba tan en serio como lo de “redonda”. Un cuadro de los Beatles con las leyendas “Oktubre” y “violencia es mentir” era la guinda de tan hermoso cambalache.

El sábado 26 de mayo, la Kermesse Redonda vuelve a Groove. El 7 de julio repite en Palermo y a finales de ese mes tendrá una edición en Córdoba. “Es saludable poder vivir una fiesta sin miedos, abandonándote con el otro en este mundo en el que siempre tenés que estar cuidándote el orto y peleándola”, dice Dawi, que define con precisión el espíritu de este reencuentro ricotero: “Uno, desde el escenario, también se siente parte del pogo”.

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