Joyce DiDonato: "La música española es la que está más cerca de mi corazón"
La mezzosoprano estadounidense abrirá mañana en el Teatro Colón la temporada del Mozarteum Argentino con un programa que combina zarzuela y bel canto; las pasiones musicales de una estrella
De Viena a Buenos Aires. Non stop. La mezzo Joyce DiDonato actuó hace tres días en la Wiener Staatsoper y lo hará mañana en el Teatro Colón. Está acostumbrada a esas corridas. Después de todo, es una de las cantantes más querida y solicitadas del mundo. Una auténtica estrella. Lo notable en todo caso es que no repita los programas de las actuaciones sino más bien, por el contrario, que cada actuación le sirva para dar curso a una inusual avidez musical. Es una cantante feliz y total.
En Viena, hizo el ciclo Venezia de Reynaldo Hahn y Cinq mélodies "de Venise" de Gabriel Fauré. "Lo primero que quiero decirle es que cantar música francesa me gusta más que cualquier otra cosa -dice DiDonato-. Y en esos dos ciclos que hice en Viena encuentro las bases del asunto veneciano del recital. El de Fauré evoca fuertemente ciertas características místicas de Venecia, mientras que en el de Hahn está presente el sentimiento, el romance, y el amor un poco torcido y tortuoso de los venecianos."
DiDonato explica todo igual que como canta: con plenitud. Nada le es ajeno y lo hace evidente. Se siente igualmente cómoda en la ópera, el recital y la canción de cámara que, justamente este año, le hizo ganar un Grammy por su disco Joyce & Tony, el registro de una actuación en el Wigmore Hall con Antonio Pappano.
Así como en Viena había franceses, en Buenos Aires habrá también españoles. Mañana y el martes, a las 20, DiDonato abrirá la temporada del Mozarteum Argentino acompañada por el pianista Craig Terry, con un programa que incluye "De España vengo", de la zarzuela El niño judío de Pablo Luna; Tres tonadillas, de Enrique Granados; Shéhérezade, de Maurice Ravel, y arias de Giuseppe Giordani, Pergolesi, Salvador Rosa, Handel y Rossini.
-¿Su inclinación por los compositores españoles deriva de un cansancio del repertorio más previsible o encuentra algo particular en ellos?
-Voy a confesarle que una de las grabaciones mías que más me gustan es ¡Pasión!, en la que canto muchísima música de varios compositores españoles verdaderamente grandes. Hace ya mucho que la música de Granados, de Falla y Turina me interpela de manera muy singular, muy íntima. Son compositores en los que encuentro un temperamento afín, que están muy cerca de mi corazón. Por eso trato de incluirlos en los programas de mis recitales cada vez que puedo, y trato de poder seguido. Hay una perfecta unidad entre la belleza de las piezas y la pasión inmediata, directa, que late en los textos y los aspectos melódicos.
-¿Qué diferencias encuentra en la escritura para voz en los compositores de España, Italia y Francia?
-Me objetivo es encontrar siempre una aproximación, un matiz belcantista común a todos ellos, porque estoy convencida de que eso tiene una importancia vital para cualquier cantante. Pero, al mismo tiempo, creo que existe una delicadeza y una sutileza en los compositores franceses que va más allá de lo que encontramos en la música italiana y española. Diría que cada una me habla de una manera distinta: la música española lo hace de un modo más directo, y la francesa, más sutil.
-¿Dónde se siente actualmente más cómoda, en los conciertos solistas, en la situación del concierto de cámara o en las óperas?
-A lo largo de toda mi carrera, traté de mantener un equilibro entre esas tres situaciones, y espero seguir haciéndolo porque amo realmente cada uno de esos géneros. Pero a pesar de eso, creo también que en los recitales con piano hay una intimidad que deja traslucir mejor la personalidad del cantante.
-Permítame una curiosidad un poco frívola. Decidió actuar en un documental sobre Florence Foster Jenkins, a quien todos conocemos como "la peor cantante del mundo". ¡Pero es realmente difícil imaginársela a usted cantando mal! ¿Por qué aceptó ese papel?
-Se lo agradezco. ¡Pero le juro que también yo tengo mis "momentos"! Lo que me fascina de Florence es la voluntad de perseguir su sueño a toda costa, de crearse su propio camino y de no pedirle disculpas a nadie por su vida. Finalmente, y contra todo los pronósticos, ella es una mujer fuerte que nos sirve de inspiración. ¡Alcanzó su meta! ¡Se convirtió en una cantante muy famosa! Le aseguro que hacer esa película fue uno de los acontecimientos más importantes de mi carrera y de mi vida.