Un ranking de los discos de esta cantautora genial, desde el folk acústico y melancólico hasta el jazz-pop, y más allá.
Tenés que tenerlo
'Ladies of the Canyon' - 1970
El momento exacto en el que Joni Mitchell pasa de ser un prodigio del folk a algo más profundo ocurre cuando "Morning Morgantown" da lugar a "For Free", con esos acordes de piano tristísimos y esa coda con un clarinete jazzero. La trilogía del final la convirtió en una estrella: la vivaz pesadilla ecológica de "Big Yellow Taxi"; la celebración nostálgica de "Woodstock"; y "The Circle Game", su respuesta a "Sugar Mountain", de Neil Young.
'Blue' - 1971
Blue es la cima de la escritura confesional de Mitchell; un engañoso set de folk sostenido sobre melodías embriagadoras y letras de una intimidad desgarradora. "Las canciones son como tatuajes", canta en el tema del título. Es cierto: todas las de este disco son indelebles, especialmente "A Case of You", compuesta con su ex Leonard Cohen en mente, e interpretada junto a su ex James Taylor en guitarra. "Lo mío no es la fantasía masculina", dijo ella. "Está hecho para que los hombres estén más informados."
'Court and Spark' - 1974
El ideal platónico del sonido de Los Ángeles en los 70: un jardín de pop brillante y jazzero, con coros extrañamente armonizados. Como compositora de canciones pop, Mitchell jamás sería tan efectiva como acá: vendió dos millones de copias en el primer año. Si bien la música es alegre, las letras van hasta los huesos. En "Twisted", dice: "Yo sabía que era una genia". Si quedaban dudas, este disco las enterró todas.
'The Hissing of Summer Lawns' - 1975
Este giro vanguardista luego de Court and Spark era una obra maestra, aunque pocos la reconocieron como tal en el momento. Pasando de una perspectiva interior a una exterior, Mitchell da vuelta la visión masculina y mira con desdén el corazón oscuro de Estados Unidos. Los arreglos son intrincados, con muchas capas, y armónicamente complejos, pero la música se mueve con la naturalidad de una corriente marina. Prince supuestamente dijo que este fue "el último disco que me gustó de principio a fin".
Material selecto
'Clouds' - 1969
Acá se hace evidente que Mitchell es una artista, productora y compositora totalmente formada. "Chelsea Morning" y "I Don’t Know Where I Stand" ya habían sido versionadas por Fairport Convention, y Judy Collins llegó al Top 10 con "Both Sides Now", pero Mitchell se adueña de su material. "Songs to the Aging Children Come" anticipa las armonías vertiginosas de Kate Bush.
'For the Roses' - 1972
Mitchell amplía su paleta de sonidos. Los vientos jazzeros se entrelazan en el tejido de las canciones, los estribillos con muchas capas vocales se ponen más intrincados, James Burton agrega una guitarra eléctrica pantanosa. Pocas reflexiones sobre la fama tienen tanta profundidad como "For the Roses", o un ojo tan gélido como el de "Blonde in the Bleachers".
'Miles of Aisles' - 1974
El primer disco propiamente en vivo de Mitchell documenta su viaje inaugural con los L.A. Express, una banda formada por jazzeros del sur de California. Es mejor cuando se relajan, lo cual por suerte pasa mucho, y ella se apropia de un material en el que vivió durante años, especialmente en versiones desgarradoras de "Blue" y "Last Time I Saw Richard".
'Hejira' - 1976
Su sentido melódico se pone más diáfano y se inclina completamente hacia el jazz. Aparece Jaco Pastorius con su bajo fretless; sus líneas definen a "Coyote", una observación implacable sobre el comportamiento de los hombres en pareja.
'Don Juan’s Reckless Daughter' - 1977
Se profundizan los gestos jazzeros. En "Paprika Plains", de 16 minutos, aparecen Pastorius y su compañero de Weather Report, Wayne Shorter. El disco contiene una condena compleja de la hipocresía cultural y el racismo: vean "Dreamland", con voces de Chaka Khan.
Para una inmersión
'Song to a Seagull (aka Joni Mitchell)' - 1968
Producido por David Crosby con ligereza (si bien con una opacidad desafortunada), en realidad es Mitchell y su guitarra. Las maravillosas melodías recuerdan al folk inglés, y resonó del otro lado del océano: "I Had a King" terminaría por inspirar "Going to California", el tema de Led Zeppelin.
'Mingus' - 1979
Realizado junto al icónico Charles Mingus, Mitchell duplica su apuesta jazzera, escribiendo una letra para el clásico de Mingus "Goodbye Pork Pie Hat", y otras para canciones que él compuso para ella. La gema es "The Dry Cleaner from Des Moines", un relato de apuestas que salen mal con arreglos de vientos de Pastorius, y una línea de bajo funk que se volvió un modelo del género.
'Shadows and Light' - 1980
Un disco doble en vivo con un grupo de estrellas, con el impredecible guitarrista de jazz Pat Metheny. Los temas originales son post Court and Spark, con la excepción de una fina "Woodstock", y una "Free Man in Paris" saltarina, recordatorios de que "volver a prender la maquinaria detrás de las canciones populares" era lo que menos le importaba a Mitchell.
'Wild Things Run Fast' - 2013
Mitchell entra en los 80 con orgullo y un set de canciones obsesionadas con el amor. Juguetona, con su voz en muy buena forma, se inspira tanto en la Biblia ("Love") como en Elvis Presley: su cover de "[You’re So Square] Baby, I Don’t Care" es extremadamente vertiginoso.
'Both Sides Now' - 2000
Este es el primero de dos lanzamientos que reúnen la voz madura y ahumada de Mitchell con arreglos orquestales. Es un placer escucharla atacando decididamente standards como "At Last" (la canción que, una década después, Beyoncé cantaría en la fiesta de asunción del presidente Obama).