En una entrevista con LA NACION, el músico recordó cómo fue el momento en que compuso “I’m Yours” y contó que no comparte algunas canciones para no lastimar a sus seres queridos
- 7 minutos de lectura'
Son infinitos los intentos por categorizar la manera de amar. Así, en el último tiempo surgieron distintas etiquetas para comprender el modo de vincularse de cada uno, y en medio de esa militancia por ponerle nombre al deseo, surgió el concepto de “pansexual”: tal como devela el prefijo “pan”, que en griego significa “todo”, esta palabra remite a aquellas personas que tienen la capacidad de enamorarse de cualquier persona, sin importar con que género se identifique.
Ese es el término con el que se define el músico estadounidense Jason Mraz, y así lo cuenta en un mano a mano con LA NACION: “Mi entidad sigue evolucionando. No entendía el término ‘pansexual’ hasta que empecé a definirme como un hombre bisexual, pero no quiero limitarme solamente a la atracción binaria porque pienso que me puedo sentir atraído por cualquier persona, y me encanta eso. Por mucho tiempo de mi vida me dio miedo admitirlo. Eso se debe a mi crianza y el pueblo en el que crecí”.
El cantante de “I’m Yours” nació en 1977, en Mechanicsville, una localidad ubicada en el estado de Virginia. Para dimensionar: según el censo de 2019, tiene alrededor de 37.500 habitantes, por lo que sería algo así como Bragado, en Buenos Aires. Según recuerda, la comunidad que habita aquel pueblo estadounidense era “muy conservadora y ‘machocéntrica’”, con lo cual se crió sin conocer referentes de la comunidad LGBTQ+ y en un secundario muy hostil al respecto.
Para este artista de 44 años, entonces, reconocer su sexualidad en ese entorno requería cierta valentía. Es por eso que por mucho tiempo, Jason Mraz prefirió no contar que había tenido experiencias por fuera del mandato heterosexual y recién se animó a hablar públicamente en 2018. Siendo una figura pública, se calló por mucho tiempo por miedo de dañar la imagen de sus padres ante los ojos del mundo. Sin embargo, finalmente se animó y para ello contó con el apoyo de su esposa, Christina Carano, quien le repite un mensaje contundente pero simple: le dice que sea él mismo, siempre.
¿El disparador para romper con años de silencio? La propuesta de la revista Billboard de que le escriba una carta al colectivo LGBTQ+ por el Mes del orgullo. El texto de Mraz se tituló Poema de amor (Love Poem), y allí escribió “I am bi your side” en vez de “I am by your side”: solo una letra bastó para que el significado cambie de “estoy de su lado” a “soy bi”. El músico reflexiona sobre por qué decidió hacerlo en ese momento, y suelta: “Yo no sentí que la estaba escribiendo como un outsider o incluso como un aliado. Necesité exponerme, escribírmela a mí mismo y volverme parte de esa comunidad, sino simplemente me hubiera escondido y no hubiera ayudado a otros ni a mi. Fue algo muy liberador y estoy muy agradecido de haberlo hecho”.
Hoy lleva su militancia como bandera y, fiel a eso, el icónico arcoíris acompaña la imagen del último álbum que lanzó: la versión “deluxe” del disco Look for the Good (Buscar lo bueno).
-Contaste que, para cada nuevo álbum, escribís por lo menos 100 canciones, elegís 12 y desechás el resto, ¿conservás para vos mismo aquellas que reflejan tu dolor como una manera de proteger a tu familia?
-Sí. En mis canciones ahondo muy poco en mis cosas personales y guardo mucho material que revelaría mi dolor, mis inseguridades o mi decepción sobre otros porque ellos no tienen el micrófono para defenderse y porque en un tema no hay tiempo suficiente para explicar el contexto de una relación. Sí lo hice en algunas situaciones antes y me sentí terrible después. No quiero perjudicar a nadie para ganar yo. Ese no sería un triunfo real sino solo algo acotado. Lo que yo hago es usar las canciones como terapia para transformar la oscuridad en algo luminoso y alegre. Si lo puedo hacer de una manera en la que sienta que es universal, después esa canción podría terminar en el escenario.
-Tu último álbum es Look for the Good, ¿vos dónde encontrás lo bueno?
-Puedo señalar cualquier cosa y que sea algo bueno. Ocurre incluso en las cosas más simples. Obviamente, también podemos señalar personas que son buenas por cómo destinan su tiempo, porque son solidarias o porque sonríen. Para mí, mirar lo bueno es fácil, el desafío está en sentir lo bueno. Al despertarse un día, sentirse mal, con dolor de cabeza, triste por algo que dijo alguien, o triste por algo que yo le dije a alguien que lo lastimó, entonces la pregunta es: ¿cómo me puedo sentir bien de vuelta? ¿Cómo puedo sentir lo bueno dentro mío? Quizá debería haber llamado al álbum Feel for the good (Sentir lo bueno) o simplemente Feel good (sentirse bien) porque ese es el desafío. Cada persona tiene su método para volver a sentirse bien, y el mío siempre fue a través de la música. Si me siento terrible, escribo un poema e intento transformarlo en canción.
-Una de tus canciones más exitosas es “I Won’t Give Up”. En tu historia personal, ¿en qué momento sentiste que te estabas dando por vencido?
-Todo el tiempo. Una y otra vez. He empezado muchos proyectos que se volvieron abrumadores, y pienso: “Por Dios, ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Qué calidad de vida quiero tener realmente? Debería rendirme”. Pasa un montón, en relaciones, amistades o hobbies. Pero lo que me hace seguir adelante es que recurro a la música, tomo un respiro, lo consulto con la almohada y no me doy por vencido. Pienso en cosas por las que agradecer, me tomo un café, canto una canción, y ahí vuelvo a pensar que todo está bien y que vale la pena volver a intentarlo mañana.
-Con respecto a “I’m Yours”, uno de tus máximos hits, leí que no compusiste la canción pensando en nadie en particular, sino que se la escribiste al “gran desconocido”. ¿Te acordás dónde estabas y qué sentiste cuando la hiciste?
(Agarra la guitarra y acompaña sus palabras con la melodía que lo catapultó en la industria) -Fue en el verano de 2004, estaba sentado en mi cuarto, tocando una guitarra eléctrica, dándole un poco de ritmo al estilo reggae y siguiendo una secuencia de acordes básica, que está en cientos de canciones. La composición no siempre comienza con la letra volcada en una servilleta o incluso con una idea, a veces simplemente fluye creando sonidos, dejando que tu máquina se encienda. Simplemente estaba cantando sobre mi deseo de encontrar una inspiración, y sobre estar vacío y querer llenarme con música. Escribir canciones es una forma de aprovechar la energía que nos da vida y de soñar despierto.
-Estás por iniciar una gira por Estados Unidos. ¿Qué significa para vos volver a tocar en vivo?
-Es mi arte y mi alegría. Es algo que hago desde hace 20 años cuando tocaba en cafeterías o incluso desde hace 40, cuando lo hacía en mi patio trasero para mis papás. Simplemente amo hacerlo. Entonces, después de esta locura que atravesamos, me resulta increíble que queramos de vuelta a la música en vivo y que haya alguien parado en el escenario entreteniéndonos. Hay muchas cosas que son esenciales para sobrevivir, pero que pongamos al arte y a la música en ese mundo significa que realmente los necesitamos: necesitamos violinistas, orquestas, cantantes y bailarines. Me siento increíblemente honrado y privilegiado porque me dan tiempo, dos horas por noche o incluso esta conversación, para hablar sobre mi arte, cantar y ser un tonto que intenta hacer felices a otros y a sí mismo.
Sus palabras son reflejo de su simpleza. La misma que lo acompaña desde aquellos días en los que creció en ese pequeño pueblo de Estados Unidos y con la que -día a día- lleva adelante su granja con sus paltas. La misma que, con la inocencia de un niño, lo lleva a confesar su amor por los alfajores argentinos (en un tierno intento de español) y a preguntar si aún en medio de la pandemia en la Argentina seguimos tomando mate. “Me encanta la comunidad que se forma alrededor, creo que es algo hermoso. ¿Eso sigue pasando en un mundo con Covid?”. Así se despide Jason Mraz: músico, granjero y enamorado “del todo”.
Más notas de Entrevista exclusiva
- 1
De Nicole Neumann al Kun Agüero, todos los famosos que fueron padres en el 2024
- 2
Festejos navideños: de Yuyito y Milei a un accidente de Silvina Escudero pasando por Ángela Leiva en modo romántico
- 3
Lo que hay que saber para ver la nueva temporada de El juego del calamar
- 4
Así pasan los hijos de Wanda Nara sus días en Europa con Maxi López: reencuentros, paseos y muñecos de nieve