Ibeyi, el dúo de las gemelas Díaz que enamora al mundo
En apenas tres años, Ibeyi experimentó una transformación notable. De tocar en pequeños reductos del under parisino, las hermanas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz pasaron a girar por Europa y los Estados Unidos y a recibir calurosos elogios de la prensa especializada de todo el mundo. The Guardian, Le Monde, El País (España), Vibe y Pitchfork ya han hablado maravillas de estas dos gemelas de apenas 22 años que nacieron en París y que mañana y pasado mañana se presentarán en Niceto Club.
Uno de los responsables directos de ese veloz crecimiento fue Richard Russell. El productor inglés las descubrió a través de un video subido a YouTube que no superaba los 200 clicks. De inmediato viajó de Londrés a París para verlas en vivo en un modesto club de jazz de la capital francesa. Dueño del sello XL Records, que editó discos de Radiohead, The White Stripes, Adele, M.I.A. y The XX, Russell no dudó en cargarle nafta al proyecto y hoy las hermanas Díaz ya tienen dos discos; el intimista y orgánico Ibeyi (2015), y Ash (2017), un álbum más colorido y expansivo donde la rítmica de los tambores batá convive con los cantos yoruba y provoca una especie de soul cibernético de gran densidad y poder sugestivo.
“Ibeyi significa gemelo en yoruba –explica Lisa, en charla con La Nación desde su departamento en Londres, adonde acaba de mudarse (“me encanta, es una ciudad que vibra”)–. Los yoruba constituyen casi el 30% de la población de Nigeria. También viven en Benín y en Togo –agrega–. Los esclavos deportados a Cuba en el siglo XIX llegaron con sus propias creencias y tradiciones. Y nosotras somos hijas de un cubano, así que las conocemos bien”.
El padre de las gemelas es Miguel “Angá” Díaz, un gran percusionista que trabajó con el legendario grupo cubano Buena Vista Social Club hasta su muerte, en 2006, cuando tenía solo 45 años. Y la madre, la cantante franco-venezolana Maya Dagnino. Ese entorno familiar las puso en contacto fluido con el soul, el jazz y la música tradicional caribeña. Ellas le agregaron información fresca: pop, electrónica, hip-hop y R&B.
“Efectivamente, la música siempre fue parte de nuestra educación –explica Lisa–. Fuimos a muchos a conciertos con mis padres desde muy chicas. Y a los 7 años ya estábamos estudiando en un conservatorio de música clásica. A los 14 empezamos a pensar en este proyecto juntas. Lo planificamos muy bien, pero siempre a partir de la intuición, más que de la intelectualización. Y trabajamos mucho para llegar hasta acá”.
En Ash, la ampliación de la paleta sonora viene acompañada de una estelar lista de invitados: el saxofonista Kamasi Washington –una de las figuras más perestigiosas del jazz contemporáneo–, la star del neo-soul Meshell Ndegeocello, el polifacético Chilly Gonzales, la Mala Rodríguez e incluso mamá Maya, ahora reclutada como manager de sus propias hijas, que además recita un pasaje del diario de Frida Kahlo en uno de los mejores temas del disco, “Transmission/Michaelion”. “Esa canción es el epicentro del disco –asegura Lisa–. Es la primera vez que usamos el castellano y la parte de bajo la toca Meshell Ndegoecello. Sintetiza un poco el espíritu de Ash”.
Ese espíritu del que habla Lisa entrecruza el mensaje político con la inclinación espiritual. “Son temas de los que hablamos mucho en nuestra intimidad, con la familia y los amigos. Ahora decidimos hacer público todo eso, contar cuáles son nuestras convicciones y nuestras creencias”.
En cada concierto, las hermanas de Ibeyi -que en 2016 también se beneficiaron del espaldarazo provocado por la promoción del tema “River” que por iniciativa propia hizo Beyoncé en su Instagram– prenden dos pequeñas velas en el escenario: una en memoria de su padre y la otra por Yanira, su media hermana, que falleció en 2013 de un aneurisma cerebral. Después se dedican a modelar en vivo esa fusión virtuosa que las hace tan singulares. Lisa escribe las canciones, toca teclados, dispara secuencias y es la voz principal. Es fan de Ella Fitzgerald y, sobre todo, de Nina Simone: “La primera vez que la escuché cantando «I Put Spell On You» quedé muy impactada. Es una artista con una voz increíble y una personalidad arrolladora. Se nota que cree profundamente en cada palabra que canta. Definitivamente, Nina Simone me cambió la vida”.
Naomi se ocupa de las percusiones –cajón y tambores batá– y prefiere el dancehall y el hip-hop, que posiblemente sea el género dominante en un tercer disco para el que todavía falta mucho. “Somos el yin y el yang. Naomi es sensitiva y yo más reflexiva. Yo puedo construir melodías, pero si no estuviera Naomi me sería muy complicado incorporar el ritmo. Ella es extraordinaria para eso. Es fácil crear y trabajar juntas, aunque tengamos temperamentos y gustos diferentes. Ibeyi es el resultado de una conversación musical”.
Antes de pensar en volver a estudios, el plan es girar por todo el mundo durante este año y el próximo. El vivo es central en la meteórica carrera de este dúo, como remarca Lisa, que adora los momentos de comunión con el público. “Cuando nos dejamos llevar por lo que produce es encuentro”, sostiene y confirma que la fama de la audiencia argentina es una leyenda que sigue creciendo: “Se dice mucho que el público de Argentina es de los mejores del mundo. Ustedes y Brasil. Y me parece que debe haber algo de cierto, ¿no? Ya sé que pueden pensar que es un lugar común. Pero nadie dice eso de los europeos, por ejemplo (risas)”.ß
Ibeyi. Presentan su álbum Ash. Niceto Club, N. Vega 5510. Hoy y mañana, a las 20. Entradas, desde 400 pesos. En Ticketek y en Niceto. 4779.9396