Hablando desde su casa en Toronto, Snow todavía no termina de entender cómo fue que "Informer", su hit que mezclaba reggae y hip-hop, llegó al tope de los rankings y vendió millones de copias hace 25 años. "¡Es una canción sobre la cárcel!", dice sorprendido. "No es ‘Te amo, baby’. La compuse en la cárcel pensando en los informantes y los soplones. Pero la gente no sabía de qué hablaba".
Sin que nadie se diera cuenta, "Informer" se negó a desaparecer. Tina Fey y Amy Poehler bailaron al ritmo del tema en Sisters, su comedia de 2015, Justin Timberlake y Jimmy Fallon lo incluyeron en uno de sus medleys de "History of Rap" en The Tonight Show, y Drake cantó una parte durante un homenaje a la música canadiense en los Juno Awards.
Pero nada se compara con la incorporación de la canción en "Con calma", el hitazo de Daddy Yankee de este año, una remake en español de "Informer" que cuenta con lo que Yankee llama un "factor sorpresa": partes nuevas grabadas por el propio Snow. "Yo quería homenajear al clásico", dice Daddy Yankee, "y la mejor forma de hacerlo era invitar al hombre que lo había hecho." El tema llegó al puesto Número Uno en varios rankings y fue streameada y descargada decenas de millones de veces; hace un par de semanas Daddy Yankee y Katy Perry la tocaron juntos en el final de American Idol.
"Cuando la escucho me da escalofríos", dice Snow, que cumple 50 este año, acerca de la grabación original de "Con Calma". "Yo dije: ‘Veamos si puede superar al original’, y después vi la cantidad de reproducciones en YouTube y dije: ‘La puta madre, ¡no lo puedo creer!’".
¿Snow va a tratar de capitalizar su renovado perfil? "¿Capitalizar?", dice, como si la palabra le fuera ajena. "Eso no significa mucho para mí. Yo entro y salgo de la música. Sólo hago música cuando tengo ganas. Si explota o no, no me importa".
La carrera de Snow fue, como mínimo, poco convencional. Nacido como Darrin O’Brien, se crió en viviendas municipales de inmigrantes irlandeses en Toronto, escuchando sobre todo rock clásico, desde Kiss hasta los reyes del soft-rock America. Cuando empezaron a instalarse jamaiquinos en su barrio -gracias a las nuevas políticas migratorias del Primer Ministro de entonces, Pierre Trudeau-, el reggae se infiltró para siempre en su vida. "Si no hubiera sido por Trudeau, yo no estaría en la música", dice Snow, quien luego conoció a Justin, el hijo de Trudeau (y futuro Primer Ministro), en una ceremonia de premios. "Estaba divirtiéndose, tomando un trago", dice. "Era cool".
Tomar alcohol y pelearse era habitual en la adolescencia de Snow, y en 1989, esa parte de su vida le jugó una mala pasada. Cuando unos obreros de la construcción se burlaron de él por cantarles reggae a unas chicas, un amigo y él se pelearon a cuchillazos con los trabajadores, uno de los cuales recibió un corte. Condenado por intento de asesinato, Snow pasó ocho meses en un centro de detención, hasta que su amigo confesó haber sido culpable.
Tras el incidente, pero poco tiempo antes de ese período, Snow -a quien le pusieron ese apodo sus vecinos jamaiquinos- estaba de vacaciones en Nueva York, donde conoció y grabó con el productor de hip-hop pionero MC Shan. Ahí, al menos, su costado pendenciero no le jugó en contra. "Tenía 18, 19 años, y era muy fanático de Shan, pero él no estaba muy bien en esa época", dice Snow. "Así que yo iba y robaba pollo y carne para darle a toda su familia. Después nos quedábamos en el estudio, armado en un sótano, y él me decía: ‘Hacé una armonía acá’, y yo tipo: ‘¿Qué es una armonía?’".
Uno de los temas que grabaron, "Informer", salió mientras Snow estaba en la cárcel. ("Más leche y más galletitas" fue el premio que recibió tras las rejas, dice). Mientras la canción pasaba a ser el single de reggae más vendido de la historia ese verano, la encarcelación de Snow significaba que no podía entrar a Estados Unidos. "Yo tenía la canción del Número Uno, y me echaron del país", dice. Las radios americanas, según él, dejaron de pasar su música cuando se enteraron de que no iba a poder presentarla en vivo en su país.
Luego vinieron los inevitables contragolpes, especialmente considerando que Snow era blanco: Jim Carrey se mofó de Snow en la parodia "Imposter" en In Living Color, y luego volvió la mala vida, cuando fue a Jamaica para grabar su segundo disco, una profunda zambullida en el reggae llamada Murder Love. "Estuve seis meses en Jamaica, y la compañía apareció y yo estaba de fiesta, tomando alcohol", dice. "Me estaba divirtiendo demasiado". Por más fuerte que fuera el disco, fracasó comercialmente, al igual que su sucesor. Para muchos, él era el Vanilla Ice del norte.
En las últimas dos décadas, Snow casi no lanzó música nueva (su último disco fue Two Hands Clapping, de 2002), y sufrió la muerte por cáncer de su novia (y madre de su hija) en 2009. "Eso me detuvo", dice. Hace cinco años, lanzó un single, "Shame", pero luego poco más.
Paul Faberman, un abogado de Los Ángeles que se transformó en el manager de Snow hace un par de años, está de acuerdo con esta descripción del estado de su cliente en esa época. "Estaba trastabillando, y necesitaba ayuda", dice Faberman. "No salía mucho. Hibernaba en su casa. No tenía a nadie que lo representara. No sabía de dónde venía su dinero".
Con la ayuda de Faberman, Snow recuperó regalías de "Informer" que durante años no habían sido recaudadas. Las concesiones permanentes de "Informer" -al igual que las de otros temas menos conocidos de Snow en Asia- lo ayudaron a mantenerse. "Lo único que puedo decir es que tengo suerte", dice Snow. "¿Si tengo otro trabajo? De ninguna manera. No quiero nada, ni un avión ni un barco. La música es lo único que sé hacer".
Snow también aparece en el video de "Con Calma", pero su papel tuvo que ser grabado por separado en Canadá. Debido a sus problemas legales anteriores, incluyendo una condena por agresión en 1995, Snow no puede entrar a Estados Unidos sin una exención, que le permitiría solicitar una visa de trabajo. "Hay que renovar las exenciones, y él no lo hizo", dice Faberman. "Es un problema técnico".
Snow sigue frustrado por la situación. "¡Mirá a toda la gente que dejan entrar, y a mí no!", dice. "Siempre es algo diferente. El gobierno, o lo que sea. Pero está bien. Necesito huellas digitales y cartas y esas cosas. Pero voy a entrar". Por eso, todavía no conoció a Daddy Yankee: "No quiero llamarlo y decirle [pone una voz quejosa]: ‘Gracias, man’", dice. "Quiero verlo y darle un abrazo y decirle ‘Yo’".
Pero en comparación a un par de años atrás, la vida y la carrera de Snow parecen estar, bueno, calentándose. Para el que quizás sea su primer disco en casi dos décadas, dice que tiene 60 o 70 tracks: incluyendo colaboraciones con Fat Joe y otros grupos de hip-hop, más un par de temas de reggaeton. También informa que su hija de 24 años tuvo un bebé en Navidad, así que ahora dice ser, con orgullo, el "Abuelo Snow". Con tal cambio de vida, dice que está feliz con el video de "Con Calma", que tiene más animaciones que imágenes provocativas.
"Dije que no quería chicas en bikini", dice. "Estoy casado. Pero el video tiene clase: ¡las chicas tienen puesto un suéter!".
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